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Estado Opinión

EL DIÁLOGO PERVERTIDO EN LAS MESAS PLATICADORAS

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Por JOSÉ LUIS FIGUEROA GONZÁLEZ / MASEUAL

*  Cómo vencer a la CNTE con diálogos simuladores

Jojutla, Morelos, México, 10 de julio de 2016.-  A casi dos meses del inicio del paro magisterial indefinido de los maestros agrupados en torno a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el movimiento en rebeldía para abrogar la llamada reforma educativa ha tomado un curso sorprendente en algunos aspectos, peligroso en varios sentidos y hasta esperanzador en una perspectiva de crecimiento de la lucha social. Sorprende que después de intensas campañas para desprestigiar al movimiento magisterial, una gran parte de la población se manifieste en apoyo a los maestros y los testaferros a favor de la aplicación a rajatabla de la tal reforma se estén quedando prácticamente solos. Como no sean los empresarios de Mexicanos Primero, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Schmelkes y secuaces del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), legisladores que funcionan como tapetes para los pies de sus patrones y por supuesto los dueños de televisoras y otros medios comerciales, nadie más está involucrado en defender ese engendro llamado reforma educativa. Ha sido tanto el aumento de la participación social en apoyo al movimiento magisterial, en gran medida provocado por la cerrazón del gobierno y la masacre de Nochixtlán, que a Peña Nieto y a Nuño Mayer ya no les cabe el alma en el cuerpo por la desazón que les provocan las siglas CNTE. En confirmación de la torpeza del gobierno representado en Miguel Ángel Osorio Chong, lo que se quiere llamar diálogo inició a partir de una decena de muertos y un centenar de heridos por la represión policiaca ordenada desde las mismas oficinas de los que ahora llaman a negociar. La mesa de diálogo ha tenido un alto costo como para caer en la ingenuidad de permitir que sea orientada hacia los fines de un presidente ya muy cuestionado y cuyo tiempo político cada vez es menos aunado al desprestigio que más le duele: ser ninguneado y repudiado en el exterior del país. Los agentes del gobierno represor y asesino se han sentado a “dialogar” de manera forzada y por lo mismo es natural que estén buscando la salida más “honrosa y útil” a su parecer. Por eso es importante revisar esta etapa del proceso de lucha magisterial y ahora social para prevenirse de los desenlaces de frustración, implantación “corregida” y prolongación de la dictadura neoliberal.

De lo anterior se han percatado los negociadores del CNTE y por eso han expresado su reclamo de que el dichoso diálogo no se convierta en mesas platicadoras dado las reuniones prolongadas con el secretario de gobernación para solamente escuchar la cantaleta de que “la reforma educativa no se negocia porque es de ley” y acordar nuevas reuniones. El jaloneo actual está entre los personeros de gobierno -como Nuño Mayer- que dicen que a la reforma no se le modifica ni una coma y otros que ya coquetean con la idea de revisarla y ver qué se puede hacer; por supuesto que se trata de una reacción táctica para ver cómo se puede mediatizar el conflicto y crear un ambiente de confusiones o río revuelto del que salgan ganadores. Entre los coquetos están los legisladores que fingen demencia por no haber actuado en su momento y hasta ahora -con muertos de por medio- le hacen a la defensa de los intereses de sus representados. De su parte, Nuño Mayer intenta una jugada de ajedrez de alto nivel (pero le resulta menos que mediocre) cuando recuerda que hay un monigote que se llama SNTE y que le puede ser útil para aparentar que tiene apertura para revisar la reforma sin dar la cara a la CNTE porque el señor secretario de educación es de una arrogancia a toda prueba. Resucitar a un muerto es una estrategia milenaria y consiste en sacar del baúl de los cachivaches aquel juguete o artefacto

que puede servir para un momento crítico determinado. Esa “atención” le da Nuño al traidor y cómplice de las traperías de Elba Esther Gordillo que hoy se ostenta como secretario general del SNTE. Con esa jugada se ofende a la inteligencia de los maestros y de la sociedad en general porque viene de un autoritario y prepotente que juró aplicar la reforma educativa sin consideración alguna. A los testaferros de Juan Díaz de la Torre se les ocurre de emergencia presentar algunos puntos de revisión que de cualquier modo sólo representan un barniz porque no tocan la esencial suspensión de los despidos y de la evaluación que se ha dado en llamar punitiva. Es decir, la reacción del gobierno y charros que lo acompañan, se dirige a enredar más el enredo para provocar distracciones, confusiones y frustración a los que confiamos en que el nivel de resistencia alcanzado da para abrogar la pérfida reforma y para iniciar la construcción con participación social de un modelo educativo que verdaderamente transforme la educación pública con miras a la inclusión, al desarrollo íntegro personal y social, así como a la vinculación de la escuela con un proyecto de desarrollo económico para todos y para la reducción drástica de los males del neoliberalismo hasta su eliminación.

El juego de la confusión y la ralentización de las negociaciones apunta a cansar a la opinión pública y al magisterio en lucha. Se observan señales de cálculo para ganar tiempo y reposicionarse de modo que el gobierno pueda dar el golpe contundente que derrote de una vez por todas a la CNTE. En estos momentos los asesores de imagen y los politólogos al servicio de Peña Nieto deben estar buscando la cortina de humo para quitar la atención en el movimiento magisterial. Un terremoto de gran magnitud, una epidemia como la del virus A1H1 o la paridad del peso con el dólar de 1 a 12.50, les caería de perlas. No es tan sencillo, pero deben estarle buscando porque urge que la gente se preocupe o festeje por otra cosa. Contamos con referentes de sobra para no confiar en los “buenos” propósitos de Osorio Chong quien con la mano derecha en el gatillo con la otra ofrece sentarse a “dialogar”. Todo esto no se puede interpretar como que el movimiento ya dio frutos -aunque tampoco es verdad que nada se haya obtenido- y que los rumores en redes sociales sobre la suspensión de los despidos y evaluaciones son las buenas noticias que esperamos. En estos momentos toda la inteligencia de la comisión negociadora de la CNTE tiene la responsabilidad de conducirse con propósitos muy claros derivados de los indicadores que le dan los maestros de base y de las condiciones sociales. Esto se observa en la capacidad plástica de ajustar las acciones a los ritmos de los acontecimientos y tomar decisiones como dosificar los bloqueos según circunstancias, a la vez que no se baja la guardia y se aumenta la protesta social. Sin embargo, siempre está presente la pregunta de hasta cuándo es posible resistir en paro indefinido.

En el contexto nacional se puede decir que las mesas de diálogo se fortalecen con el apoyo manifiesto de organizaciones como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y otras más que observan atentamente y participan en la medida de sus propias condiciones. Por esta razón el movimiento magisterial ya no puede ser ignorado ni descalificado y ahora provoca recuperación de la memoria de unos y la capacidad de darse cuenta de otros, que por fin empiezan a reconocer que su reforma tiene fallas de fondo. Por supuesto que la solidaridad a nivel internacional de parte de maestros de muchos países y organizaciones que hacen notar su crítica al gobierno mexicano al que caracterizan afecto a la represión y al derramamiento de sangre. Las tremendas cachetadas de Obama y Justin Trudeau en las mejillas de Peña Nieto le siguen ardiendo y no acaba de comprender cómo es que a veces ponerse de tapete en demasía es un error. Todo crea un contexto sociopolítico que está permitiendo ver las fracturas de origen

de ese mecanismo de esclavitud llamado reforma educativa. El gobierno manifiesta sentirse acorralado, lo cual no se declara sino se debe interpretar, cuando de una posición absoluta y “definitiva” pasa a ceder a regañadientes, herido en su orgullo por sobre todas las cosas y buscando la salida honorable sin permitir que su proyecto se modifique. Ahora que el movimiento magisterial es un referente de lucha y resistencia para distintos sectores sociales que ven el camino para hacer valer sus propias demandas, el sentido común indica sumar esfuerzos; de no hacerse en este momento, tal vez tengamos que esperar décadas para ver otra posibilidad de transformación real de este vapuleado país.

Resulta de obligada y obvia consideración la persistencia de los factores adversos a la lucha magisterial como son los intereses con que se conducen los medios de información, principalmente los comerciales; el empresariado representado por Mexicanos Primero y demás grupos de poder fáctico que abiertos o agazapados están en concordancia con el gobierno peñista y alucinando cómo acabar con obstáculos para ellos representados ahora en la CNTE. Pero tal vez el mayor peligro para este movimiento pueda ser un descuido que no permita dimensionar correctamente el valor del respaldo social alcanzado; lo cual puede ir desde la euforia desmedida creyendo que la meta está totalmente a la mano o la decepción porque la resistencia no dure lo necesario para que las cosas resulten como cada quien lo espera. El viento sopla “a favor de los pequeños” como dice Pablo Milanés, pero toda lucha social tiene que ser comprendida desde sus antecedentes históricos y con perspectiva sustentada en las condiciones reales y objetivas. Aquí hacen falta los análisis de los politólogos a favor del pueblo y de los intelectuales comprometidos con las causas de beneficio social.

Para desarmar las mesas platicadoras y fincar las bases de un diálogo no pervertido, real, en horizontalidad, hace falta hacerle ver al poderoso que es nada cuando se concibe y actúa con despotismo. Si de verdad estamos cansados de tanta arbitrariedad e injustica, tendremos que relacionar este momento histórico con la necesaria participación ciudadana desde los propios contextos y condiciones. Es importante discutir cómo se puede fortalecer al máximo el respaldo para llegar a un diálogo verdadero que permita distender y también resolver problemas como la pretendida imposición a la fuerza de una reforma que deforma el sentido y fin de la educación pública en México.

El momento actual obliga a agregar demandas urgentes como es el intento de la privatización del agua, procedimiento que ya se viene aplicando en algunos lugares del país con resultados desastrosos para la población. Esta situación es un peligro de gran dimensión dadas las consecuencias para todos al terminar de entregar a los negociantes casi lo último que nos permite sobrevivir. Luego entonces si no se logran vincular movimientos, estaríamos retronando a la visión gremialista de los conflictos sociales que ha llevado a que cada quien se rasque con sus uñas para beneplácito de los opresores. Es tiempo de moverse hacia la organización celular con la formación de agrupaciones pequeñas primero que se coordinen en los objetivos comunes. Se necesita estudiar la historia para aprender de los momentos históricos cruciales en los que la población ha tenido que poner en juego todas sus capacidades de organización, planeación y ejecución.

La suspensión de la reforma educativa mientras se valoran las posibles rutas de modificación o abrogación es una demanda elemental a la que no se puede renunciar. La resistencia es fuerte, la participación es amplia, la coincidencia es prácticamente unánime porque no queremos una

reforma que somete, que enferma, que esclaviza, que reprime y que mata. Está claro todo, después del 15 de mayo de 2016 las cosas no pueden regresar al punto de partida, como quiera que sea el proyecto neoliberal de educación esclavista ya encontró un muro de contención superior a sus promesas de encanto y a sus mismas fuerzas. El punto es cómo desarmar mesas platicadoras para enseñarle a este gobierno que ya no es posible escabullirse de sus responsabilidades. Si pueden y no quieren son perversos, si quieren y no pueden son ineptos, si no pueden y tampoco quieren son un estorbo y su renuncia es lo menos que se les puede pedir y aplicar.

La historia se escribe en el día a día de esta lucha y el registro es abundante gracias al desarrollo tecnológico para el registro de imágenes y sonidos; la tinta corre de parte de los pensadores y comentaristas. Tenemos material suficiente para el estudio continuo del pasado inmediato y hasta del presente. La actitud que ya no cabe es esperar que todo ocurra en consecuencia de la inercia, se trata de producir condiciones para que ocurra lo que necesitamos en la justa demanda de una vida decorosa sin exclusiones, sin violencia, sin corrupción, sin impunidad, con justicia social. Diálogo, diálogo y más diálogo constructivo es el camino civilizado; que las mesas platicadoras se queden en los bares y en las tertulias.

 

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