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Columna

MÉXICO DEL NORTE

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Por JORGE MÚJICA MURIAS / MASEUAL

El Sueño que se Fué

Chicago, Illinois, Estados Unidos de América, 15 de septiembre de 2017.- “Sweet Sixteen” le dicen los gringos al festejo que nosotros no hacemos a los 16 sino a los 15. Es la versión gringa de la quinceañera.

Y aunque parezca teoría de la conspiración, la idea de que había unos inmigrantes que “sí merecían” la legalización, que a final de cuentas se transformó en el recientemente fallecido DACA, cumplió este año sus Sweet Sixteen.

Nació en el 2001, bajo el nombre inicial de Ley de Avance Educativo y Prevención de la Deserción Escolar para Niños Inmigrantes”, presentada por Luis Gutiérrez en al Casa de Representantes. Al mes la desecharon y se presentó la propuesta de “Ajuste Estudiantil de 2001”, por parte del Republicano Chris Canon, y otro Republicano, Orrin Hatch, la convirtió en la Ley de Desarrollo, Alivio y Educación de los Menores Extranjeros en el Senado. En gabacho, es Development, Relief, and Education for Alien Minors, y por sus siglas, DREAM, el Sueño. De ahí para acá se conoció a sus posibles beneficiados como “los soñadores”.

Los casos se multiplicaban. Una joven coreana en Chicago, Tereza Lee, tremenda pianista, graduada con honores, quería estudiar piano profesionalmente, pero por ley, por ser indocumentada, decía que tendría que salir de Estados Unidos por 10 años, de castigo, para poder recibir una visa y becas. La siguió Tania Unzueta, en más o menos la misma situación. El 11 de Septiembre de 2001 había una audiencia en el Senado para discutir la propuesta de ley. Pero a las 8:40 de la mañana un avión se estrelló en una de las Torres Gemelas en Nueva York. El resto es historia.

Y esa historia, ese resto, son una docena de diferentes versiones, presentadas en el congreso y nunca aprobadas. El cambio más importante fue en 2010, cuando la DREAM Act se pegó a la previsión legal contra la discriminación a personas con distintas identidades sexuales en el ejército, y pasó a formar parte del presupuesto federal de defensa. Y pasó a proponer la militarización de los jóvenes. Antes era solamente educativa, pero en 2010 se amplió. Se podía entrar al ejército en vez de ir a la universidad para solicitar el dream, así convertido en pesadilla.

La Pesadilla que Viene

Hoy, la pesadilla fue anunciada por El Trompas Donald Trump. En su personal forma de hacer anuncios oficiales, Tweeter, El Trompas dijo que están “bastante cerca” de un acuerdo con el Congreso, a cambio de incluir una “enorme seguridad fronteriza”. En otras palabras, DACA por Barda.

Al otro día Marc Short, director de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca lo desdijo. Dice que siguen viendo a ver de dónde sale la lana para el muro, pero “no quiero atarnos a una idea que haría imposible una conclusión sobre DACA”, dijo Short.

Los Demócratas fueron más aventados, y declararon oficialmente que ya hay un acuerdo. Al parecer es cosa de palabras. Uno: sí habrá algún tipo de DACA lega, legislada, y dos: El Trompas insistirá en que haya “medidas de seguridad fronteriza adicionales para frenar la inmigración ilegal”.

Y otra versión es la de la la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, también en Twitter: “ciertamente que no se acordó excluir el muro”.

Será melón, será sandía, la narrativa sigue siendo la misma, y va más o menos así: Erase una vez un montón de papas malos que violaron la ley y trajeron a sus hijos, pobres inocentes, cruzando la frontera. Los pobres niños, víctimas inocentes, se creen más estadounidenses que extranjeros, muchos no hablan ni español, y no han vivido en sus países de origen; no lo conocen. Por obviedad, hay que proteger a los pobres niños (algunos ya como de 40 años pero les siguen diciendo ‘kids’) pero no a los papas. Ellos son malos y no merecen una reforma migratoria.

En unos meses, 6 a lo máximo, podrá haber una ley que regularice a unas 800 mil personas, todas ellas víctimas pero no de sus padres sino de un sistema idiota de inmigración que está caduco. Tal vez los dejen seguir igual que ahora, con permisos temporales renovables, sin posibilidad de legalizar a sus padres, sin chances de hacerse nunca ciudadanos, y habrá más seguridad fronteriza. Serán los braceros del Siglo XXI, y muchas organizaciones lo declararán una victoria…  mexicodelnorte@yahoo.com.mx

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