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Opinión

UN LADRILLO DE APRENDIZAJES CLAVE “PARA LA EDUCACIÓN INTEGRAL”

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Por JOSÉ LUIS FIGUEROA GONZÁLEZ / MASEUAL

*  El nuevo testamento neoliberal para formar sujetos “exitosos” mediante la adaptación social

Jojutla, Morelos, México, 30 de enero de 2018.-  Como a quien lo deja el tren, como cuando Cenicienta vio en el reloj de palacio que ya era cuarto para las doce, el ex secretario de educación Aurelio Nuño Mayer rayó el caballo para dejar su testamento pedagógico firmado como Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio, orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación. Se trata de un mamotreto de 534 páginas que tienen que leer obligatoriamente los maestros de educación básica porque contiene los fundamentos de la llamada reforma educativa, así como los perfiles de egreso, los contenidos de los programas de cada grado y otras tantas especificaciones para convencerlos de que no hay de otra: se aplica el modelo educativo de Peña Nieto o México queda en el atraso y en la miseria eterna. Resulta que los aprendizajes clave para lograr el éxito como individuos y como sociedad están contenidos en este ladrillote y quien no los domine difícilmente sobrevivirá al proceso de la “revolución educativa” que alcanzó a enunciar el impopular señor Nuño. Y más claro no se puede decir porque en este documento se definen los aprendizajes clave como “Conjunto de contenidos, prácticas, habilidades y valores fundamentales que contribuyen sustancialmente al crecimiento de la dimensión intelectual y personal del estudiante… Favorecen la adquisición de otros aprendizajes… permiten la incorporación a la sociedad del siglo XXI”.

Incorporación sin chistar, adaptación, eso es lo que preconiza el nuevo testamento neoliberal para los 26 millones de alumnos de educación básica que recibirán este tratamiento en los años venideros si las cosas siguen como hasta ahora. Y es que la heredad de Nuño Mayer es pretenciosa pues se asegura que para lograr su concreción la validez temporal de este modelo debe ser al menos de 12 años lectivos o lo que es lo mismo pensar en su modificación hasta el año 2030. Las ganas por la continuidad del modelo económico neoliberal –y por ende el modelo educativo correspondiente- a ultranza no se ocultan ni disimulan, es todo o nada. La disyuntiva de los profesores ante este librote que recién les acaban de entregar los directivos con la recomendación de aprendérselo de cabo a rabo, puede ser asumir el nuevo testamento tal cual para agrado de los que supervisan la “normalidad” en las escuelas, esperar a que gane “el que ya sabes” para poder quemar tan peligroso objeto o bien decidirse a profundizar en el debate pedagógico para tratar de encontrarle la punta a la madeja. Por lo pronto conviene tener a la mano un marcador fosforescente para señalar y contar las veces que se repiten palabras como incorporación (al mundo global sin chistar), éxito (personal), desarrollo (individual remarcado), prosperidad (personal y despuesito del país), libertad (de mercado por supuesto), interconexión, complejidad, velocidad de cambio (se asume que pronto el conocimiento se duplicará cada 73 días, p. 32, ¡Uff!), progreso tecnológico (imparable). En resumidas cuentas no será difícil descubrir que la consigna es adaptarse o morir.

La estructura del nuevo testamento pedagógico inicia con un mensaje firmado por Nuño Mayer. Las palabras e ideas clave de su rollito son: vivimos en un mundo complejo, interconectado que cambia a velocidad inédita (todos estamos mareados pero hay que aguantar), se requieren

herramientas para que hijas/os triunfen (¿qué significa eso?), logremos un país próspero, justo y libre (¿para quién?), revolución educativa (¡horror!, ¿dijo revolución?), cobertura + calidad educativa (¿de qué calidad la tal calidad?), cambios más allá de este gobierno (si no seguimos nosotros vendrá el Apocalipsis), educar para la libertad (¿cuál libertad?) y para la creatividad (¿para aplicarla en qué?), educación integral para todos (pero qué necesidad de gastar en formar obreros educados integralmente, ¿no basta con que desempeñen su trabajo con eficiencia y eficacia?). Luego el mamotreto se desglosa en seis apartados que van de la introducción a los fines de la educación en el siglo XXI, la educación básica, el currículo de la educación básica, los programas de estudio de la educación básica, así como la bibliografía de lo más variopinto, los acrónimos y los créditos. Quien aguante a leer hasta los créditos debería recibir al menos una nota laudatoria por someter sus neuronas a tamaño esfuerzo. El punto es que los maestros manejen al dedillo los aprendizajes clave para poder llegar a la Tierra Prometida. No se pregunte usted docente de aula a dónde nos lleva todo esto, simplemente grábese que la evaluación de permanencia le requerirá tener en la memoria los aprendizajes clave y esta es la clave para sobrevivir; sea por convicción o por miedo pero apréndaselos.

Con el afán de seguir rizando el rizo, de trillar lo trillado que no crea consenso, en el voluminoso documento se insiste en apanicarnos con que la educación del siglo XXI tiene que ser a la de a fuerzas como se indica, que el mundo cambia cada ratito y que camarón que se duerme se queda en el tercer, cuarto o quinto mundo, que el sentido de la vida es el éxito personal al estilo empresarial, que los renuentes no tienen futuro porque lo mejor es adaptarse a este mundo acelerado ya que así y sólo así llegaremos a conocer al país de justicia, prosperidad y libertad que todos deseamos. El lenguaje empresarial del nuevo testamento no tiene límites para llevarnos a la felicidad, parecería que lo único faltante es nuestra disposición a seguir la ruta marcada. La fórmula ya está diseñada sólo basta que doblemos un poquito el brazo y aceptemos que no hay otra alternativa. Es la aplicación del fin de la historia, no hay de otra, o caminamos hacia el “éxito” en las condiciones establecidas o aténgase a lo que venga si es que votamos por quien ya sabemos.

Una parte significativa de los aprendizajes clave se encuentra en el cuadro de perfiles de egreso (pp.26-27) porque ahí se presentan organizados en once ámbitos y en una secuencia que va del nivel preescolar, primaria y secundaria, hasta la educación media superior. Antes de revisar estos perfiles de egreso me preparé para no sorprenderme como cuando me encontré en algún documental que en Francia había escuelas de nivel preescolar que incluían la introducción a la filosofía para niños de tres a cinco años de edad. También respiré profundamente para no ser sorprendido como alguna vez cuando testifiqué en Cuba con niños de una escuela primaria de La Habana la organización autónoma de un debate sobre acontecimientos internacionales; delante de una asamblea infantil había una mesa de debates de niños que daban la palabra a sus compañeros. Los discursos de los niños participantes se referían a la fluctuación del precio del petróleo y a la relaciones de Cuba con la Venezuela gobernada por Hugo Chávez. Entonces me impresioné y me sonrojé porque con mis alumnos de la universidad tenía tantas dificultades para lograr que leyeran los periódicos y se organizará

un debate en el aula. Bueno, pero ahora tendría que ser diferente con los nuevos perfiles de egreso.

Los perfiles de egreso que se apuntan para ser consolidados tal vez en al año 2030 empiezan con el ámbito denominado Lenguaje y comunicación; en ese renglón se enuncia que el niño de preescolar será capaz de relacionarse con los otros y manejará palabras en inglés, que al egresar de primaria se comunicará en su lengua materna y que podrá describir en inglés su entorno y sus necesidades inmediatas. Al concluir la secundaria se comunicará con eficacia en su lengua materna y describirá opiniones y planes en inglés y que al término de la escuela media superior se expresará de manera clara en español y en su caso en lengua indígena además de comunicarse en inglés con fluidez y naturalidad. Enseguida brincó ante mí el sentido pragmático de colocar como hilo conductor al inglés junto con la lengua materna en los afanes de comunicarse eficazmente; es decir, no se apunta al inglés como idioma oneroso sino que se detecta el énfasis en una adquisición que solamente se justifica por fines prácticos orientados hacia la productividad y algunas otras funciones de interrelación global. En caso de ganar quien ya sabemos tendrá que corregirse este punto de inmediato porque el inglés será complementado o sustituido por el ruso. Se nos queda también pendiente el chino y tal vez sea tarde cuando Estados Unidos caiga del pedestal como potencia económica y tratemos de empezar a aprenderlo.

En el segundo ámbito de aprendizaje llamado Pensamiento matemático se lee la trayectoria de los egresados desde el nivel preescolar que podrán contar hasta 20 (¿y por qué no 25?), resolver problemas de cantidad y construir figuras; los de primaria resolver problemas matemáticos en varios contextos y tener un “actitud favorable” hacia las matemáticas (¿por qué las odiarán tanto?); al término de la secundaria aplicar conceptos matemáticos y resolver problemas, además de aplicar modelos y analizar situaciones; al concluir la educación media superior el egresado será capaz de resolver problemas matemáticos aplicando gráficos y argumentando la solución propuesta. El énfasis evidente es la resolución de problemas y vuelve a saltar la apreciación del sentido eminentemente práctico de este conocimiento. Aunque el pensamiento matemático también desarrolla el pensamiento teórico-lógico se insiste en lo práctico sospechosamente ligado a la formación canalizada eminentemente al mundo laboral.

El tercer ámbito de aprendizaje se presenta como Exploración y comprensión del mundo natural y social y refiere que el niño de preescolar mostrará curiosidad y asombro por el entorno, que registrará datos y hará representaciones sencillas. Al terminar la primaria el adolescente reconocerá fenómenos naturales y sociales, indagará, experimentará y usará modelos de representación; en el caso de la secundaria identifica fenómenos naturales y sociales, practica el escepticismo informado. Ya para el siguiente nivel el egresado sabe obtener y registrar información, relaciona ciencia, tecnología, sociedad y medio ambiente; además formula preguntas científicas. Lo llamativo de este ámbito es el propósito integrador de las ciencias naturales y las ciencias sociales que se podría justificar por el propósito de formar una visión global de la realidad; sin embargo, lo que ocurre es que las ciencias sociales quedan

subordinadas a los métodos y enfoques de las ciencias naturales creando la falsa interpretación de que es lo mismo estudiar los fenómenos sociales y naturales con los mismos métodos y técnicas. Desde el fondo se asoma el pragmatismo utilitario para reducir el mundo a los enfoques naturalistas y de ese modo evitar la polémica de interpretaciones cualitativas de la realidad social. Un tufo cientificista emana de este ámbito.

El siguiente ámbito se nombra Pensamiento crítico y solución de problemas y plantea que el egresado de preescolar será capaz de proponer acciones para jugar, aprender y conocer su entorno, a la vez que puede resolver problemas sencillos; al término de la primaria podrá resolver problemas con diferentes estrategias en las que involucre la observación, el análisis, la reflexión y la planeación; concluyendo la escuela media superior podrá analizar y cuestionar de manera crítica diferentes fenómenos, desarrollará innovaciones y se adaptará al entorno cambiante. Si por pensamiento crítico se entiende la aplicación de procedimientos mentales para el registro de información, resolver problemas prácticos, realizar innovaciones y adaptarse al mundo cambiante, ya tenemos otra señal de que el modelo educativo nuñezco se ha diseñado para la adaptación al modelo económico neoliberal. En este caso los niños cubanos que discutían sobre las causas de la fluctuación del petróleo en el contexto de la política antimperalista de Chávez, estaban perdiendo el tiempo.

Otro ámbito novedoso se denomina Habilidades socioemocionales y proyecto de vida y es uno de los orgullos de la actual administración porque consideran que por fin en la escuela se trabajará de manera adecuada con las emociones de los niños. En preescolar el niño puede identificar sus cualidades y las de los demás, propone estrategias para jugar de forma individual y en grupo; además de mostrar su satisfacción al lograr sus objetivos, En la primaria el alumno logra la capacidad de atención y autorregulación de sus emociones, además de hacer proyectos de mejoramiento a corto y mediano plazo. El egresado de secundaria asume la responsabilidad de su bienestar y se plantea un proyecto de vida. En su caso el estudiante de escuela media superior es autoconsciente, mantiene relaciones sanas, ejerce el autocontrol, es capaz de afrontar la adversidad y sabe tomar decisiones. Este enfoque de psicología aplicada para reducir los problemas de indisciplina y descontrol emocional mediante la intervención del docente –en la mayoría de los casos sin acompañamiento profesional de psicólogos- podría tomarse como el abaratamiento de lo que significaría en cambio asumir estos problemas con suficiente seriedad. Las técnicas para aprender a darse cuenta, a proyectar etapas de la vida, mejorar las relaciones humanas son importantes pero el estado anímico es multifactorial y rebasa las posibilidades de una buena plática y de buenos pensamientos.

El siguiente ámbito se conoce como Colaboración y trabajo en equipo y también es de novedad. Curiosamente es fácil de relacionar con las técnicas empresariales tipo made in Japan con las que se nos invita a convertirnos en verdaderos samuráis de las empresas. Veamos, en preescolar se propone que el niño participe con interés en actividades individuales y de equipo. En primaria realiza trabajo colaborativo, identifica sus capacidades y reconoce las de los demás. Para secundaria reconoce y respeta diferentes capacidades en el trabajo colaborativo, tiene iniciativa, proyectos personales y colectivos. En el siguiente nivel trabaja de

forma colaborativa y constructiva, ejerce un liderazgo participativo y responsable; además es capaz de proponer alternativas para solucionar problemas. Este ámbito me sugirió releer ¿Quién se ha robado mi queso? para reinspirarme en eso de ver oportunidades donde otros sólo ven obstáculos. La integración en equipos de trabajo es un procedimiento clave para lograr proyectos de interés grupal pero también algunos lo entienden como la manera de actuar para responder mejor a los desempeños prescritos, como cuando en Aurrerá hacen gritar a los empleados cada mañana: “¡Uno para todos y todos para uno!” Parece lo mismo pero no es igual cuando pensamos en proyectos de autonomía y de realización colectiva para la emancipación.

El siguiente ámbito es Convivencia y ciudadanía y establece que el preescolar será capaz de hablar de su familia y conocerá las reglas básicas de convivencia en su casa y en la escuela. Al concluir la primaria desarrolla identidad personal, conoce, respeta y ejerce sus derechos y obligaciones. Practica el diálogo para la convivencia pacífica, además de rechazar la discriminación y la violencia. La secundaria formará la identidad mexicana, el reconocimiento de la diversidad, mostrará apego a los derechos humanos y el respeto a la ley. La educación media fomentará el amor a México, la inclusión en la diversidad, la relación de los sucesos locales, nacionales e internacionales, la interculturalidad, el reconocimiento de las instituciones y la importancia del Estado de derecho. Los elementos de este ámbito resultan obvios pero vuelve a aparecer el énfasis en la adaptación a lo establecido. Esto significa dejar a los estudiantes en la etapa de desarrollo moral que considera Lawrence Kohlberg como heterónoma o del realismo moral que teóricamente llegaría hasta los diez años de edad bajo la perspectiva de que las reglas provienen de figuras externas y poderosas. No se comprende esa apreciación toda vez que desde la adolescencia se empieza a entender que las reglas son acuerdos que pueden ser modificados. En los perfiles de egreso de este rubro no se hace notar el fomento a la moral por autonomía.

En lo que respecta al ámbito Apreciación y expresión artísticas para el niño preescolar se propone la creatividad y la imaginación mediante los recursos de las artes. En primaria el egresado explora las manifestaciones artísticas y se expresa de manera creativa. El egresado de secundaria analiza, aprecia y realiza diferentes manifestaciones artísticas y ejerce sus derechos culturales a la vez que desarrolla su creatividad a través de las artes. Aquí se debe dejar de lado el tradicional abandono del arte en la escuela, la falta de oportunidades para el desarrollo artístico y la pobre apreciación cultural y artística que se percibe generalmente en las escuelas, para poder creer que con esos perfiles ambiguos será posible alcanzar la calidad prometida. Cabe la interpretación de que este ámbito se colocó de relleno porque realmente no tiene prioridad ante las habilidades y conocimientos para el trabajo. No se incluye la formación artística desde el enfoque cultural local y no se relaciona con el desarrollo integral de los otros ámbitos.

El siguiente ámbito se refiere a la Atención del cuerpo y la salud y demanda del preescolar el reconocimiento de sus cualidades físicas y las de otros, así como la actividad física del juego motor. En primaria se establece el reconocimiento del cuerpo, las habilidades corporales, los

hábitos de higiene, alimentación y convivencia pacífica. Al concluir la secundaria se habla del desarrollo de habilidades corporales para el juego y el deporte con un enfoque preventivo. Siendo uno de los ámbitos más prácticos no parece tener mayor problema que su aplicación; sin embargo, podría agregársele un enfoque social al tema del cuidado de la salud. La escuela y la familia están permanentemente expuestas a las presiones sociales del consumismo y las regulaciones no son promovidas con verdadera voluntad política.

El penúltimo ámbito de aprendizaje se denomina Cuidado del medio ambiente y prevé que el niño preescolar sea capaz de conocer y practicar el cuidado del medio ambiente, que el de primaria reconozca la importancia del cuidado del medio ambiente e identifica problemas locales y globales así como las soluciones. Para secundaria el egresado promueve el cuidado del medio ambiente, identifica problemas y soluciones y se compromete con soluciones sustentables. El estudiante de la escuela media superior comprende la sustentabilidad y su actitud es proactiva, piensa “globalmente” y actúa localmente, valora el impacto social de las innovaciones y avances científicos. El recorrido de los perfiles apunta al convencimiento de que necesitamos ciudadanos que cuiden el medio ambiente, que promuevan las soluciones a los problemas y reflexionen sobre la relación entre medio ambiente y avances tecnológicos. Inevitablemente se me presenta la leyenda “empresa socialmente responsable” para aludir que todo está bien, que todo marcha en orden. La reflexión sobre este rubro no se puede quedar en el practicismo y debería proporcionar herramientas de pensamiento para relacionar los fenómenos sociales con la posible, difícil o imposible sustentabilidad ambiental.

Finalmente, se presenta una joyita del nuevo modelo educativo y se nombra como Habilidades digitales. Se trata de la incorporación de la tecnología digital desde el preescolar empezando con la familiarización del niño con las herramientas digitales. En primaria se busca que el alumno identifique la variedad de herramientas de información digital para aprender, crear, practicar comunicar e incluso jugar. El egresado de secundaria analiza, compara y elige los recursos tecnológicos de manera ética y responsable, además de aprender las diversas posibilidades de la información obtenida. Ya para el egresado de la educación media superior el uso de la tecnología de la información y la comunicación lo habilita para investigar, resolver problemas, producir materiales y expresar ideas, y del mismo modo desarrolla ideas e innovaciones. Como discurso, este ámbito tiene sus lados de claroscuro porque ante lo innegable en cuanto al conocimiento y uso de esta tecnología se entrevera un énfasis en las habilidades para lo práctico utilitario. Así se cierra el círculo de hilos sueltos que no es difícil unir para dibujar al menos una preconclusión acerca de la naturaleza de los llamados aprendizajes clave: predomina un enfoque pragmático sobre la educación pública en estrecha vinculación de los aprendizajes con los requerimientos de mano de obra calificada.

¿Y ahora qué hacemos con este pesado ladrillo? Pesado para andarlo cargando por todas partes con la idea de irlo estudiando poco a poco, pesado el lenguaje reiterativo y sospechosamente ambiguo, pesado porque por un lado una vocecita nos dice que ya mejor ni se lea porque en diciembre será letra muerta, pero por otro se está consciente de que será requerido en los próximos exámenes de permanencia o promoción. Tres acciones mínimas

podrían reducir este peso si nos ayudamos a despejar la somnolencia que provoca tanto texto. La primera podría ser convocarnos al debate pedagógico a nivel centro de trabajo, zona escolar o más allá para desmenuzar juntos las entrañas del mamotreto. Aprenderíamos para enfrentar cualquier examen y nos habilitaríamos como buenos replicantes ante el acoso institucional. De ahí se derivaría la segunda acción que se propone y que consiste en empezar a reformular los aprendizajes clave con un enfoque social crítico para resistirse a la imposición y para contrarrestar el destino de desigualdades sin remedio al que nos han condenado. Sea que gane el que ya sabemos o no, poco a poco ya tendríamos propuestas alternativas para cerrarle el paso a la educación neoliberal y nos podríamos encaminar hacia una educación popular y realmente integral para el desarrollo pleno de las facultades humanas.

Un renuente dice al incluirle un cartelito a la foto del nuevo testamento: “Quémese en caso de ganar ya sabes quién”. Que ese desahogo no se quede con la frustración de que “haiga sido como haiga sido” la reforma educativa y sus aprendizajes clave van porque van. En trabajo de equipo hágase la destilación de este ladrillo y manéjese de manera estratégica su contenido para refutar lo refutable, para resistirse inteligentemente a lo inaceptable y para generar la contrapropuesta. Lo otro es quedarse esperando a que ocurra lo que deba de ocurrir. De cualquier forma, no cabe duda que los creyentes convencidos y fieles incondicionales a esta Biblia no son tantos como pareciera y que los 12 años lectivos que se prescriben no serán tales.

 

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