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Estado

Jojutla, tras el 19-S: “Pasamos a vivir permanentemente bajo riesgo”

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Por DAVID MONROY / davidmonroydigital.com


Cuernavaca, Morelos, México, 20 de septiembre de 2018.-  Para los habitantes de esta ciudad, el terremoto del pasado 19 de septiembre dejó dolor, mucho dolor, pero también un aprendizaje súbito que los trasladó de un estado de confort donde “no pasada nada”, a vivir, “permanentemente en riesgo”.

 

“Algo nos movió… nos abrió los ojos a muchos. Espero que siga siendo así. Hoy la gente nos percibimos con miedo, con inseguridad y con un poco de vergüenza por no haber valorado lo que teníamos, como nuestra tranquilidad”, expresó Eliza, una de las participantes en la conmemoración por el primer año del terremoto de intensidad de 7.3 que dejó en Morelos 73 personas muertas y más de 30 mil familias afectadas en 20 de los 33 municipios que reportaron afectaciones graves.

 Jojutla a un año

La joven, quien de la universidad se trasladó a sumarse a labores de rescate y apoyo, relató que el día del terremoto, que puso a Jojutla, de un solo golpe en el mapa tectónico nacional, llevó a sus coterráneos a cambiar súbitamente su manera de pensar y de ver la realidad, pero a darle todo el valor a la palabra “solidaridad”.

 

“Nos ayudó gente que sin pedirnos un vaso con agua, nos ayudaron a recoger las piedras, a recoger todo… aprendimos a saber lo que es la ayuda”, sostuvo.

 

Con un minuto de silencio, una valla humana y una ceremonia religiosa, los habitantes de este municipio conmemoraron el primer aniversario del terremoto del 19 de septiembre que dejó 73 muertos en el estado de Morelos, 23 de ellos en este municipio.

 

Esta ciudad, ubicada al sur del estado de Morelos, se convirtió en el vértice del recordatorio anual del suceso, debido a que resultó la zona más afectada, sin embargo,  los daños se contabilizaron en todos los municipios del estado incluyendo la capital: Cuernavaca.

 

Arturo Noyola, quien fue brigadista voluntario, tiene aún muy frescos los momentos de aquellos días: “Fue una experiencia sumamente sobrecogedora, porque durante esos días nos tocó ver lo mejor y lo peor que puede ocurrir en este mundo; dentro de la tragedia encontramos actos sumamente sublimes, como llegar a las casas a ayudar para rescatar lo poco o nada que quedó, y ver esas personas que pese haber perdido todo, nos ofrecían comida a pesar de no tener ni para ellos”, dice Arturo Noyola, uno de los tantos jóvenes que de inmediato se sumaron a las brigadas de apoyo.

 

“Y a los días, a los meses del terremoto, nos tocó ver esas actitudes déspotas… las estafas que se hicieron a raíz de la tragedia y ver como se abandonó a Jojutla y a sus habitantes, ver que esas personas que se aprovecharon y mancharon lo poco o mucho que se hizo en ese movimiento cuando nosotros nos avocamos a ayudar a los damnificados”, agregó.

 

Durante la conmemoración, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro fue la única personalidad a la que se le permitió destacar, ya que al ser el líder de la ceremonia litúrgica, tuvo oportunidad de dirigirse a los más de dos mil personas que se congregaron a una cuadra del zócalo de Jojutla, justo donde hace  un año había comercios, un súper mercado y la estación de camiones foráneos. Hoy ya no hay nada.

 Obispo en Jojutla

“Ante toda adversidad debemos estar dispuestos a apoyar con hechos, no con palabras que hieren a sus hermanos y hermanas en dificultad”, apuntó el prelado quien añadió que -según su liturgia- cuándo “Dios nos quita algo, es para darnos más”, indicó.

 

La personas reunidas en el lugar, fueron alertadas de que un poco después de las 13 horas sonarían las alarmas como parte del Mega simulacro, pero nadie se percató ni del sonido no del ensayo porque tras la ceremonia litúrgica, prosiguieron números musicales.

 

Antes, los ciudadanos, muchos de ellos portando flores, incienso, velas y vestidos de colores claros, principalmente blanco, oraron y se tomaron de las manos para formar una valla humana durante el tiempo que duró el minuto de silencio.

 

Posteriormente, cada una de las familias que perdieron a seres queridos en el terremoto de Jojutla, fueron convocados a recibir la bendición por parte del obispo, Justo cuando escuchaban el nombre su familiar perdido.

 

En tanto, miembros de la sociedad civil organizaron en la calle principal de Jojutla exposiciones fotográficas tanto de ciudadanos que participaron en las labores de rescate como de periodistas locales que eternizaron a través de sus gráficas, los momentos más dramáticos posteriores al movimiento telúrico.

 Expo sismo2

Autoridades locales, tanto en funciones como electas, se dieron cita en las calles, sin embargo, pese a ser percibidos por la ciudadanía, el momento de recogimiento, silencio y de dolor que aún pervive, por les redujo a la mínima expresó. La gente, los ignoraba.

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