Nina Serratos, funcionaria del INBA cobró los sobreprecios de conciertos de Sting, Emmauel, Mijares y el Buki
Por DAVID MONROY / www.davidmonroynoticias.com
Cuernavaca, Morelos, México, 9 de octubre de 2019.- Nina Serratos Zavala, coordinadora de la compañía Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) fue la responsable del cobro de enormes sobreprecios en las presentaciones en Morelos de artistas de la talla de Sting, Emanuel, Mijares y Marcó Antonio Solís, entre otros.
De acuerdo con Gerardo Becerra Chávez Ita, el zar Anticorrupcion del gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, la funcionaria estatal fungió como intermediaria entre los artistas y el gobierno de Graco Ramírez para la contratación de los artistas a través de la empresa Magnus que obtuvo ganancias estratosféricas a partir de la inversión de recursos públicos.
Mientras Serratos afirmó que el gobierno de Blanco la difama con sus dichos, Becerra Chávez Ita aseguró que cuenta con las pruebas de que la ahora servidora pública Federal obtuvo enormes ganancias gracias a los sobreprecios planteados para la contratación de los artistas de 2015 a 2018.
“Ella puede decir lo que quiera, nosotros tenemos las pruebas”, dijo Becerra quién abundó qué Serratos, junto con otras personas están denunciados en tres carpetas de investigación, donde también se indaga si el monto de los sobreprecios llegaron también a otras manos como la ex primera dama, Elena Cepeda – quien es su amiga cercana-, su hijo y ex candidato a la gubernatura, Rodrigo Gayosso, incluso al ex gobernador, Graco Ramírez.
Según los datos con los que cuenta el área anticorruxon del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, algunos de los sobreprecios más escandalosos se dieron en las contrataciones de Sting quince habría cobrado – en 2015, en Morelos- dos millones de pesos, cuando un año antes en Villa del Mar cobró 900 mil dólares.
En el caso de Emmanuel y Mijares, Magnus cobró al gobierno de Morelos 14 millones de pesos, cuando el costo por la presentación de manos en concierto no rebasa el millón y medio de pesos.
Por el lado del Marco Antonio Solís, se tiene registrado que se le pagó 24 millones de pesos, cuando el michoacano en realidad habría cobrado seis o siete millones de pesos.
Becerra Chávez Ita dijo que los excedente entre el precio real y el sobreprecio es el dinero que Serratos recibió y que fue repartido con sus “socios”, además de que el dinero obtenido para el boletaje vendido en todos los conciertos, no sólo no ingresó a las arcas estatales pese a ser una inversión con dinero público, sino que tampoco se conoce a cuánto ascendió.