Por la libre 2865
Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL
1.- Así gobierna la derecha
2.- La vacuna
3.- Sergio mal
4.- Enrique Alonso fatal
Cuernavaca, Morelos, México, 1 de junio de 2021.- 1.- Cuando se dice que la derecha quiere regresar al poder, es cierto, hay pendientes.
No logró privatizar todo, no se aplicaron las reformas estructurales en grado superlativo; no se corrió a todos los docentes, como era el objetivo para implantar educación acorde a sus deseos, con la resiliencia como punto toral para que la sociedad, ante los cambios que deseaba la reacción, supiera adaptarse, adecuarse y ser obediente, seguir un patrón de órdenes sin chistar para que el sistema no sólo se perpetuara, sino que avanzara hacia una nueva forma de esclavitud, donde se dependiera de él no sólo en lo financiero, sino hasta en lo moral, en el habla, el hacer y deshacer; tanto que el propio silencio y la pausa fueran dictados por el jerarca, y nunca nadie protestara porque se anularía el juicio crítico y la voluntad, sin anhelo de salir, pues se cree que se está afuera, que se goza de total libertad.
El mejor ejemplo, la cueva de Platón, la ceguera, y carencia de bienestar; conformarse o, lo peor, sentir que, no es lo que es hay, sino lo mejor; es el destino, el final de la partida, el no tener aspiración alguna porque se cree que se está en jauja, en el cielo.
Es la no aspiración pues no se sabe que haya algo más de lo que se ve y se palpa, ceñido a la cueva sin el fuego de Prometeo; quizá sí el fantasma de Sísifo.
Encadenados en la cueva, donde sólo las sombras se ven, y como es lo único que se percibe, se tiene la certeza de que no hay nada más, y al no haber nada más ni en el exterior, ni en el interior del ser humano.
¿A qué se puede aspirar si se concibe que no hay nada más allá?.
A todo esto un elemento más, el miedo y luego el pánico, el que paraliza, el que no deja pensar, el que genera desconfianza, inseguridad y ocupa la mente a toda hora, por lo que lo mejor es no salir, al contrario, enconcharse, minimizarse, dejar de pensar, ser uno y ya; aislado siempre, hasta el final de la existencia, corta o larga es exactamente igual pues no hay sensibilidad por lo que pasa alrededor; es uniforme, sombras y la ceguera.
Y si alguien se atreviera a salir, por curiosidad o por accidente, de inmediato la represión y el retorno a la cueva hasta el final de los días, con grandes titulares en los medios a modo: “Pandilla de gavilleros quiso violar el orden establecido”, y el resto de la derechizada sociedad, obnubilada, aplaudiendo a los represores y repudiando a los que aspiran a la libertad, porque por esa clase de medios de difusión se escribió que Zapata era un bandolero, que los estudiantes del 68 eran unos revoltosos, que asesinar a los asesinos era lo mejor, que robar al trabajador con salarios de miseria era lo normal, y que al gran traidor de la sociedad, al sátrapa, al mercenario, al corrupto, se le tenía en el altar de las personas honorables.
¿Para qué intentar la salida si a esa sociedad, que vive entre brumas, generada por la derecha, se le dice que no hay nada que sea digno por lo qué pelear, incluso ante las peores circunstancias, cuando la dignidad y hasta la vida están en peligro?.
Languidecer es la respuesta, sin la voluntad de ser distinto.
Bajo ese esquema que anheló y anhela la derecha para que la sociedad sea conducida sin peligro de protesta, los días pasarían y vendría el final, ya sin pena ni gloria para la humanidad rendida ante los ambiciosos vulgares de la derecha.
Eso quería la derecha, es lo que quiere y es lo que hará en caso de su regreso, si se le da el suficiente número de diputados, porque entonces se acabará con los programas de justicia social.
Las leyes progresistas serán derogadas con el retorno de la derecha al poder.
Anular la voluntad es el fin último de la derecha, y si se le deja retornar, es seguro que lo va a cumplir, y lo debe saber la ciudadanía, se le tiene que advertir, es una obligación ponerlo sobre el escritorio, dejarlo claro para que no se dé un solo voto a los partidos de la derecha, el famoso prianperrediosmoinefifí, con los tres organismos políticos que del pueblo se sirven y al pueblo en nada benefician.
Si antes no dolía tanto tener gobiernos de derecha, fue porque se sabía que un universo distinto era imposible, pero lo imposible dejó de serlo y se cristalizó en una realidad, en un cambio, en un régimen gubernamental que pa’bajo sí sabe mirar, y apenas es el inicio, es el ingreso, pero el neoliberalismo no se ha ido y reclama su lugar, y no quiere que el ejemplo cunda y que se vuelva costumbre pensar en los pobres y que las autoridades los pongan en el primer lugar por la sencilla razón de que se tiene una deuda histórica de siempre.
Si la derecha regresa, se volverán a cerrar las puertas de la justicia social para estar otra vez en el limbo, colindante con el infierno tan temido, el de jornadas de sol a sol y sin derecho a nada que no sean más que migajas, y el sistema de la ignominia es tan especial que exige, hasta por las migajas, agradecimiento, y aniquila tanto la conciencia y se roba la dignidad, que hasta se desea estar de rodillas
Si usted no se ha dado cuenta de lo que se vivió con la derecha, y lo que se tendrá en el caso de su retorno, aquí un bosquejo.
Le recuerdo, y está en libertad de votar por los tres partidos que, juntos, forman el triángulo de las Bermudas, donde desaparece la voluntad de luchar por ser parte del universo y no sólo un número, estadística, sino una persona.
2.- La vacuna para las personas de 40 a 49 años pronto será una realidad, y enseguida los de 30 a 39, con lo que el gobierno cumple, pese a lo difícil del panorama universal.
3.- Sergio Estrada le apuesta a la desmemoria; quiere que se recuerde en su papel como alcalde, pero no del desempeño fatal que tuvo como gobernador, en la frivolidad total.
4.- Enrique Alonso, Ángel García Yáñez, Felipe Castro, tres personajes unidos por las dudas sobre el origen de sus dineros. Quique volvió al escándalo este sábado, otra vez.