POR LA LIBRE 3001

Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL

1. La alianza con el pueblo
2. Jiutepec: Útiles
3. Escuelas: Cierres
4. El TSJ

Cuernavaca, Morelos, México, 16 de septiembre de 2021.- 1.- La labor para que los mexicanos alcancen un mejor nivel de vida, que la democracia sea la constante y no sólo procesos electorales, que la educación genere el espíritu analítico, crítico, propositivo y actuante en consecuencia, apenas inicia; en los mandos medios, superiores y hasta en los inferiores, buena parte de los funcionarios van lejos de la intención de transformar las estructuras para instaurar un régimen de justicia social.
El sindicalismo que vele integralmente por los derechos de los trabajadores está lejos; en la mayoría de los casos, ni siquiera se ventila la posibilidad de movimientos de transición para preparar el suelo para la emancipación de las fuerzas laborales.
La falta de conciencia impide la búsqueda de nuevos esquemas que reconozcan el esfuerzo que hacen los trabajadores a lo largo de la jornada para que la economía crezca, que los servicios alcancen al mayor número posible de sus conciudadanos, permitiendo que el país cuente con más y mejores oportunidades para el mayor número de connacionales.
El gobierno actual generó las leyes y las circunstancias para que los sindicatos sean del todo democráticos, que las bases elijan a sus representantes, pero se estrella con la inercia de tantos años de inmovilidad y de obedecer, de resignación ante lo que parece sentencia imposible de superar, además de la indiferencia, porque se piensa que si se hace el trabajo bien, no se requerirá del sindicato, olvidando que no sólo existe para cuestiones inmediatas e individuales, sino para luchar por mejoras salariales, para legar ideología para que se entienda que nada puede moverse, ni mucho menos crecer, si no es por la fuerza de los trabajadores, pero, en la mayoría queda que su única misión es ir a la labor y cobrar, sin entender que se es parte central del crecimiento y el bienestar.
Los esfuerzos hechos en la presente administración no se han apreciado lo suficiente al contrastar con la realidad; se ha incrementado el salario como nunca en décadas, pero es tanto el rezago que apenas alcanza para una ligera recuperación del poder adquisitivo, y están las condiciones para la creación de sindicatos de las bases para su defensa; ahí se tiene, pero no sé si haya la capacidad entre los trabajadores para hacerlo valer ahora.
La unidad de los trabajadores con su gobierno es necesaria, pero están los necios, los acelerados, lo que fueron sordos, ciegos y mudos para el neoliberalismo, ahora no tienen paciencia de que la transición termine pronto; ni siquiera dejan el beneficio de la duda, y atacan siempre, haciéndole el juego al prianperredismofifí y los personeros de los poderes fácticos que siguen empujando para que se les devuelven sus privilegios que les dieron poder y fortuna. Al caer el actual régimen, ellos triunfarán y el pueblo esperará otros 50 años para volver a estar ante esta oportunidad que, con todos sus defectos, es la única que tiene ese propósito, y el gobierno está obligado a redoblar esfuerzos; en su justa dimensión significarse, para que, además de tener el gobierno, también el poder, para que las viejas estructuras caigan; que lo nuevo termine de nacer y lo viejo deje de existir.
2.- El lunes inicia entrega de útiles escolares en Jiutepec. En una zona escolar -de mala fe o por torpeza contumaz-, se exigió a directores que fueran por los materiales el sábado 18, cuando que la ceremonia de arranque será a las ocho horas del lunes en la secundaria seis. Serán 32 mil paquetes en Jiutepec, en otro de los logros de Rafa Reyes.
3.- Sigue el cierre de escuelas porque, así lo advirtieron las autoridades federales, el pico de la tercer ola sería en septiembre; en el territorio zapatista no se atendió, se dio el obligatorio regreso a clases presenciales y los contagios crecieron. Se pudo esperar para el cuatro de octubre; iniciar el 30 de agosto en algunos lugares y crecer paulatinamente.
4.- Varios años sin aumento salarial a los trabajadores activos del Tribunal Superior de Justicia, y muchos más a los jubilados. Valiente sindicato que no se une al magistrado presidente, Rubén Jasso, para que se presione y haya dinero para el justo incremento.