PUNTO Y APARTE
Por GUILLERMO CINTA / MASEUAL
* La carta del “Cuau” a EPN
Cuernavaca, Morelos, México.- 1.- Dícese que el alcalde electo (cachirul) de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, tiene buena relación con el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal. Si esto es verdad debería pedirle una remembranza con respecto a lo que le ocurrió escasos días antes del 01 de octubre de 2000, cuando asumió la titularidad del Ejecutivo. ¿Qué sucedió allá y entonces? Los diputados salientes adscritos al Congreso local modificaron la Constitución de nuestro estado acotándole a Estrada cualquier número de atribuciones. Los grupos parlamentarios del PRI, PRD y PAN le dieron así la bienvenida a la “alternancia” en el poder. Lo anterior me sirve como preámbulo para comentar la carta dizque enviada por Blanco Bravo este fin de semana al presidente Peña Nieto, donde le solicita ¡que le sacuda a la clase política de Morelos y a la sarta de traidores que pretenden sabotearlo! Además, el futuro relevo de Jorge Morales Barud ensanchó la brecha que ya lo separa (y lo mantendrá separado el resto de su administración) de personajes hoy por hoy encumbrados en el poder público. El “Cuau” tiene fe en que Peña Nieto lo auxiliará, si es que la mentada carta realmente se envió a Los Pinos y si el atribulado presidente le pone algún grado de atención. A mí me parece que es una pésima jugada de los Yáñez y Bordonave.
2.- Blanco Bravo -faltaba más- enaltece los valores democráticos y el apoyo de Morales Barud, pero se nota que no conoce al ixtleco, cuya principal virtud es evitar los pleitos, aquí, allá y acullá. Por eso lo siente solidario. Y acusa un boicot en su contra por parte de actuales regidores, aliados al G-9 de concejales electos, quienes le demostraron al ex futbolista que la política de Cuernavaca es distinta a un lleno del Estadio Azteca. Buscan darle montón reformando el Reglamento Interior del Ayuntamiento aprovechando ciertos vacíos propiciados por el “Cuau”. A reserva de seguir comentando después la famosa misiva, quiero terminar con una respetuosa sugerencia al alcalde electo (cachirul): debe convencerse de que están quedando atrás su fama y “arrastre” popular conseguidos en 20 años de carrera futbolística, pero que no le servirán para evitar el golpeteo político en Morelos. Es indudable su ingenuidad, pero sobre todo la perversidad de sus principales colaboradores, quienes lo convirtieron en el presidente municipal (cachirul) del conflicto, no de la conciliación y mucho menos de la reconciliación. A ver.
3.- Cambiemos de frecuencia. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), que encabeza Manuel Mondragón, en México existen unos dos mil establecimientos privados para el tratamiento de las adicciones, de los que apenas un 20 por ciento cumplen con los requisitos determinados en la regulación oficial, que son entre otros contar con instalaciones dignas, alimentación higiénica y adecuada, dormitorios debidamente habilitados, no mezclar pacientes hombres con mujeres ni a menores de edad, servicio médico, atender indicaciones de protección civil y, por supuesto, dar trato humano, respetuoso, digno a los internos, que son considerados como pacientes, y no insultarlos, golpearlos o amarrarlos. Por no cumplir los requerimientos de las autoridades, en el último trimestre del año fueron clausurados en el país 28 establecimientos privados, que son conocidos como “granjas” o “anexos”, clasificación en la que caería el 80 por ciento de estos lugares, mientras que apenas el 20 por ciento citado inicialmente sería considerado como clínica.
4.- En municipios morelenses como Cuernavaca, Temixco y Yautepec, en los años recientes han proliferado clínicas para el tratamiento de adicciones, las cuales “venden” a los familiares de los enfermos, además de la atención a sus males, las privilegiadas condiciones climáticas de Morelos, súper agradables para una estancia prolongada –regularmente les proponen tres meses aunque algunas exigen que permanezcan un año-. La oferta de esos servicios implica cobros que llegan a sumar varios miles de pesos mensuales, a pesar de que en la mayoría de los casos basan su tratamiento en el sistema de los Alcohólicos Anónimos, cuyos miembros sostienen su gratuidad. Las “granjas” o “anexos” son dirigidos y operados por adictos en recuperación basados igualmente en el sistema de AA, cobrando cantidades muy inferiores a las clínicas, pero que no dejan de ser vistas como un negocio dejado al garete por las autoridades. Son escenarios de maltratos contra los adictos que ahí, lejos de ser considerados como pacientes, llegan a tener trato de presos.
5.- Manuel Mondragón, en octubre de 2014, advirtió que cerraría las “granjas” y “anexos” porque “son operados por delincuentes”, pero hasta la fecha no se ven esfuerzos serios con ese propósito por parte del Gobierno federal, mientras que en Morelos es importante la puesta en marcha del Tribunal Contra las Adicciones, cuyo objetivo es someter a tratamiento de rehabilitación en libertad a personas que cometen, por primera vez, delitos menores y que son adictos a alguna droga. Ahí la lleva. gcmemocinta@gmail.com