PUNTO Y APARTE
Por GUILLERMO CINTA / MASEUAL
* Vera: mesianismo
Cuernavaca, Morelos, México.- 1.- Mesianismo y victimización. Es lo que proyecta Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en su coyuntura actual. Ayer se quitó la máscara y salió a la palestra pública convertido en una versión moderna de Juana de Arco, desde luego en contra del gobernador Graco Ramírez, a quien culpa de todos los males financieros de nuestra máxima casa de estudios. Atrás quedó el esfuerzo de las secretarías de Gobierno y de Hacienda, a fin de hacer entrar en razón al funcionario universitario. Los jefes de ambas dependencias han declarado que no le deben ni un peso a la UAEM, lo cual deberá ser corroborado o rectificado cuanto antes. Si Graco fue engañado por alguien tocante a las “deudas saldadas” con la institución, debe cesar a quien fuere, pues con esos amigos para qué quiere enemigos. Pero si por el contrario hay certidumbre en el sentido de que el Poder Ejecutivo se encuentra al corriente con las ministraciones a la UAEM, ésta debe admitirlo, pésele a quien le pese.
2.- Lo anterior, como pudieron ustedes apreciar, tiene vinculación con las demandas económicas de Vera Jiménez y sus huestes. Esta parte debe ser resuelta desde el ámbito financiero, inclusive buscando la intervención y solución por parte del gobierno federal, si es que la administración de Enrique Peña Nieto ha omitido la porción que le corresponde en el conflicto. La argumentación política será tratada con el mismo rasero, sobre un escenario en que Vera Jiménez busca perfilarse hacia altos planos de la política, dentro y fuera de Morelos. Lleva meses buscando salir del ámbito propiamente académico y científico para ponerse al tú por tú con los partidos políticos y la clase política morelense. Y la mejor manera de acelerar el paso, indudablemente hacia la gubernatura, es impugnar a Graco Ramírez utilizando la fuerza que le concede la masa universitaria. Ni duda cabe: posee un nuevo liderazgo… con mesianismo y victimización.
3.- Desde el artero asesinato del catedrático Alejandro Chao Barona y su esposa Sara, ocurridos el 6 de mayo de 2014 (los asesinos están presos), Vera Jiménez ha aprovechado cualquier coyuntura para arremeter contra el Ejecutivo, pero su discurso contestatario o reivindicatorio se acentuó desde que trascendió el resultado de una auditoría practicada a la UAEM por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cual dejó muy mal parado al rector y a su círculo cercano. Se les acusó de haber malversado más de 600 millones de pesos. Por cierto, hasta ahora nada se sabe en torno a la solventación del pliego de observaciones resarcitorias emplazado en contra de nuestra Universidad. A partir de entonces, por “quítame estas pajas” o cuando el agua llega a los aparejos del rector debido a su mala administración, enfoca sus baterías hacia Palacio de Gobierno y aduce que desde ahí se busca quebrantar la autonomía universitaria. Empero, en ese discurso y actitudes volubles de Vera Jiménez tienen demasiada relación sus principales asesores, entre quienes destaca Javier Sicilia, secretario de Extensión Universitaria y fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, surgido en 2011 tras el asesinato de su hijo Juan Francisco y seis personas más a manos del crimen organizado encubierto por el entonces gobernador.
4.- Nadie ignora que dicho Movimiento colocó al poeta Sicilia en un nuevo liderazgo, aunque con mesianismo y victimización. El multihomicidio ocurrió el 28 de marzo de 2011, pero fue hasta el 23 de junio del mismo año, tras la intensa lucha de Sicilia Zardaín y otros activistas civiles, que el presidente Felipe Calderón Hinojosa los recibió en el Castillo de Chapultepec de la capital. Evidentemente, Calderón acudió a ese “diálogo” obligado por las delicadas condiciones políticas y sociales surgidas durante infinidad de protestas cuyo epicentro fue Morelos. Es triste decirlo, pero nuestra entidad quedó registrada en la historia nacional como el sitio donde anidó el crimen organizado bajo el manto protector de la impunidad institucional. El 28 de mayo de 2012 Sicilia y sus simpatizantes se reunieron con el entonces candidato presidencial priísta Enrique Peña Nieto en el mismo Castillo de Chapultepec. Fue cuando le dio un beso al ahora presidente mexicano. Y como en otras ocasiones, Sicilia apareció como mesías victimizado. Infortunadamente para quienes en él creyeron y tuvieron fe, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad entró tiempo después a la institucionalización de la protesta social, bajo argucias gubernamentales. Sicilia fue domesticado. Al buen entendedor, pocas palabras.
5.- Así llegamos a la víspera, cuando el rector Vera y Sicilia se colocaron al frente de miles de miembros de la comunidad universitaria para quitarse la máscara. El poeta y escritor ha declarado sin empacho que su jefe puede ser el próximo gobernador de Morelos. Y el psicólogo ya cohabita con esa posibilidad. Desde mi punto de vista ayer entró de lleno al juego político, partidista y electoral… echando toda su carne al asador. El plantón con que hoy amanece Vera Jiménez en el Zócalo de Cuernavaca lo sitúa en una delicada posición: o termina lo que comenzó o perderá cualquier signo de legitimidad. Por eso cacarea a voz en cuello que ya se le sumaron otras organizaciones, pretendiendo establecer una analogía con el escenario de 1998, cuando el propio Graco contribuyó a la defenestración de Jorge Carrillo Olea. Pero, insisto: el aspecto financiero de la protesta se resolverá más pronto de lo que imaginamos, mientras la parte política planteada por Vera Jiménez recibirá el mismo tratamiento político. Habremos de verlo. Me parece que junto con sus asesores buscarán que el conflicto repercuta en Los Pinos. Por eso los 15 días de victimización en el centro citadino. Para que su movimiento mesiánico fructifique debe inquietar al gobierno federal. A ver.