PUNTO Y APARTE
Por GUILLERMO CINTA / MASEUAL
* “Diálogo”
Y sordera
Cuernavaca, Morelos, México.- 1.- Lo escribí la semana pasada y hoy lo reitero: Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), ya es un actor político, desde luego aprovechando la confianza depositada en él por la gran masa de la comunidad universitaria y los exiguos recursos de la institución. Desde ahora podemos incluirlo entre quienes, más o menos a comienzos de 2017, iniciarán la carrera en pos de la candidatura gubernamental de sus respectivos partidos rumbo a las elecciones de 2018. ¿Por qué instituto político contendería el rector? Aún no lo sabemos debido a que ha sido cauteloso para no exhibir alguna filiación partidista. Sí lo escuchamos decir que de ninguna manera le gustaría “gobernar el infierno”, aludiendo al actual sexenio. Es decir, se descartó como eventual relevo de quien ahora es su principal adversario: el gobernador Graco Ramírez. Sin embargo, de alguna forma u otra contribuye a intensificar las condiciones para desestabilizar al Ejecutivo, mismas que aumentarán conforme avance la integración del Consejo Estatal de Participación Ciudadana, órgano indispensable para cristalizar de manera plena la ley en la materia y las figuras de referéndum, plebiscito, iniciativa popular y revocación de mandato. Vera y quienes lo visitaron durante el fin de semana ansían la revocación. Más de uno quiere la silla de Graco.
2.- El experimento de Nuevo León, cuyo gobernador emergió de una candidatura independiente (aunque a “El Bronco” lo antecedían 34 años de filiación priísta), pudiese haber motivado al rector de la UAEM para lanzarse políticamente asumiendo el rol de ferviente defensor de la autonomía universitaria. Para el discurso, ahora político, le han servido las peticiones de carácter financiero dirigidas al gobierno estatal, pero lo que más le interesa es el fondo relacionado con la gubernatura. Y también anhela ocupar un espacio nacional dentro de la comunidad académica y científica a través de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación Superior (ANUIES), a la cual representa en la región centro-sur de nuestro país.
3.- Utilizando el plantón propuso ayer elevar como temas de la agenda política nacional el “clima de riesgo” propiciado por el crimen organizado en contra de los rectores de determinadas zonas, y también el déficit económico padecido por las instituciones públicas de educación superior. Fue en este contexto donde retomó su discurso en materia de pensiones y jubilaciones, pues tocante al caso de la UAEM el pago de esas prestaciones absorbe el 60 por ciento del presupuesto. Etcétera. Desde el centro cuernavacense, el rector busca ser escuchado por las secretarías de Educación Pública y de Hacienda. No me extrañaría que sirviera como avanzada de un nuevo movimiento, a través de la propia ANUIES y otras organizaciones, para lograr que dichos temas sean incluidos en la agenda del gobierno federal. Los resultados positivos le servirán para sus fines políticos. Por lo tanto, llegado el momento, no lo descartaré como prospecto a candidato gubernamental de algún partido o por la vía independiente. A ver.
4.- El Congreso cumplió su papel como mediador en el diferendo entre la UAEM y el Gobierno estatal, al sentar a la mesa de diálogo a los universitarios y las autoridades morelenses. Del lado del Poder Legislativo acudieron el presidente de la Mesa Directiva Francisco Moreno, la presidenta de la Junta Política Hortencia Figueroa y prácticamente todos los coordinadores de las bancadas. Luego de ese primer paso, al Congreso le compete dar curso a una iniciativa que sería subida este miércoles durante la sesión plenaria, para ajustar legalmente el cobro del famoso 5 por ciento Pro UAEM. Con respecto a este rubro no se ven nubarrones en el cielo legislativo, pero para integrar el Consejo Estatal de Participación Ciudadana otra será la historia debido a la posibilidad que implicaría entregarle a la ciudadanía herramientas poderosas de democracia directa. La presión universitaria apunta a rendir frutos y muchas voces manifiestan que hay voluntad para dar paso a la participación ciudadana, pero en esferas legislativas hay quienes ven con reserva el tema porque implica, dicen, abrir la caja de Pandora. Como ya lo hemos comentado en otras columnas, la solución al pliego petitorio de la UAEM se dividirá en lo financiero y lo político. Dicho Consejo se inserta en lo político e implicaría procesos legislativos de mediano y largo plazo. El plantón continuaba hasta el momento de redactar la presente columna. El rector y sus huestes le apuestan al todo o nada.
5.- En su artículo 33, la Constitución de Morelos señala que a más tardar el 15 de febrero de cada año, el Gobernador enviará al Congreso un informe por escrito de la situación que guarda la administración pública estatal. Para cumplir esa instrucción, en los próximos días el mandatario estatal Graco Ramírez remitirá su Tercer Informe a los Diputados, seguramente a través del secretario de Gobierno. El mismo ordenamiento señala la obligación de los diputados de analizar el informe con la posibilidad de citar a comparecer a los Secretarios de Despacho y los Directores de las Entidades Paraestatales. Así las cosas, el Congreso volverá ser caja de resonancia política.