Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL
Jojutla, Morelos, México, 16 de mayo de 2025.- Expone un modelo educativo agroecológico y también da testimonio de la “soberanía alimentaria”, luego de años de compartir la experiencia con profesores y alumnos tras dirigir dos escuelas; se trata de Antonio Real Hernández, premio al Mérito Forestal 2025 en el Congreso del Estado de Morelos, quien ahora presenta el libro intitulado: “Modelo Educativo Agroecológico”.
En exclusiva para La Jornada Morelos, dio la entrevista y expone su nuevo “hijo”, un libro en cuya portada resaltan los colores primarios azul, rojo y amarillo y en cuyo subtítulo: “Hasta la soberanía alimentaria comunitaria” complementa el título que a su vez encierra el propósito del libro.
Real Hernández, médico veterinario zootecnista de profesión, se recupera de una intervención quirúrgica, sin embargo, accede a la entrevista, ya quiere darlo a conocer, menciona y contesta con gusto perceptible:
“El libro está formado en dos partes, el título original decía: ‘Un modelo educativo agroecológico, un testimonio’ y una propuesta en el testimonio se mencionan las experiencias que dieron lugar a este modelo desde el año 2010 en la secundaria técnica de Coatetelco, que fue la primera escuela que dirigí ya ascendido a director.
“Se narra el trayecto que seguimos para conformar lo que en aquel tiempo se llamó: ecotecnología y que consistía en actividades de compostaje, lombricompostaje, crianza de tenebrios, crianza de gallinas, plantas aromáticas, comestibles como tilapia y la moringa y como la verdura, como alimento para humanos”.

Añade que su libro contiene “muchísimas imágenes” ilustrativas de toda esa historia, por lo que puede ser para toda la familia, es decir, tiene un lenguaje sencillo y con imágenes que considera “hablan por sí solas” la mayoría e ilustran las actividades que a lo largo de ya 12 o 13 años han realizado desde Coatetelco, en la escuela secundaria técnica 20, hasta hoy en día en la técnica 34 de la Unidad Habitacional “José María Morelos y Pavón”, de este lugar.
—¿Es un manual, detalla formas de siembra, de producir los alimentos? —Se le preguntó al también director de la técnica 34 de la Unidad Morelos.
—Definitivamente no es un manual, no enseña cómo hacer las cosas absolutamente, eso será en el siguiente volumen, donde se detallen las técnicas de producción. El enfoque de este libro es compartir una experiencia única a nivel estatal y a nivel nacional que se conozca en otros ámbitos fuera del sector educativo, como ya se conoce el trabajo agroecológico, pero sistematizado, organizado ya en la forma de un libro con la descripción de las técnicas, de los procesos y, sobre todo, acompañado de imágenes que, insisto, son muy importantes. Ciertamente, hay una propuesta de trabajo muy innovadora, única, puedo asegurar que no tiene precedentes y que quizá es la parte más valiosa de este libro pero definitivamente no, no era el propósito, pero sí el objetivo es compartir las técnicas de trabajo, no nos negamos a compartir la experiencia solamente que este libro es eso, un testimonio y una propuesta.
—¿Qué tiempo se llevó en hacerlo?, ¿qué lo inspiró?
—Si hablamos de un tiempo estricto es difícil determinarlo, más bien digo que es una trayectoria desde 2010 hasta 2025 que terminé de escribir el libro, durante ese trayecto fui haciendo propuestas, fui recogiendo experiencias, las fui documentando de manera escrita y gráfica, guardando en mi memoria propia las experiencias y a mí siempre me ha gustado escribir, redactar. En mis años de juventud y todavía los primeros de madurez me gustaba mucho escribir poesía en prosa, mensajes motivadores, de hecho el libro abre con una poesía a la tonantzin, a nuestra madrecita, entonces siempre tuve un bagaje documental escrito y gráfico muy, muy importante, porque siempre hice propuestas a diversas instancias, organismos nacionales e internacionales, a empresarios, a políticos a particulares y fui recopilando ese ese material. De hecho, si tendría que ser estrictamente preciso, yo te diría que de noviembre a abril fue cuando escribí el libro propiamente, pero rescatando, recopilando, utilizando el material que ya estaba organizado, que ya estaba, digamos, jerarquizado por niveles de importancia en cuanto a la comunicación que se daba hacia el exterior de la escuela.
Añade que una de sus motivaciones principales para escribir el libro, fue dejar un legado a las nuevas generaciones “que hoy están siendo depredadas intelectualmente por las redes sociales y están quedando en la ignorancia, viviendo en un mundo imaginario que determina las redes sociales”.
Hoy en día, añade en su relato el directivo convaleciente, la peor invención de los humanos ha sido la Inteligencia Artificial (IA), porque considera que nos ha borrado nuestra capacidad creativa, inventiva, nuestra imaginación, lo que nos hace humanos y lo que nos diferencia de todos los demás seres.

Lamentó que al ser humano hoy la IA lo ha depredado y saqueado de manera brutal y que por ello se vio motivado a dejar un legado de vida, una herencia cultural hacia las nuevas generaciones, ante lo cual tiene la “plena seguridad” que servirá y será relevante en algún momento para muchas personas “y no quiero irme de este plano terrenal sin haber dejado esa herencia, porque es fruto de un esfuerzo de vida que está sustentado no en una visión particular mía, no una visión propia sino compartida con una gran parte de la humanidad de quienes producen día con día sus propios alimentos, quienes día con día conservan las técnicas ancestrales milenarias de la producción de alimentos saludables para el consumo directo de la familia, también los planteamientos que hacen organizaciones internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), otras organizaciones como vía campesina y varios más que han documentado la agroecología y la lucha de muchos pueblos por seguir produciendo sus propios alimentos tratando de alcanzar la soberanía alimentaria”, sostuvo.
Agregó que se siente motivado de que finalmente desde los gobiernos federal y estatal, voltearon a ver la agroecología, como lo externó la gobernadora de esta entidad, Margarita González Saravia Calderón, que Morelos sea el primer estado agroecológico, así como lo externó de su lado la presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, alcanzar a cosechar soberanía alimentaria, de lo que su libro es un testimonio de cómo se ha construido un modelo educativo agroecológico que debe servir para apuntalar, fortalecer y preparar cuadros de jóvenes, adultos, ejidatarios, comuneros, ganaderos, agricultores, acuicultores, agroindustriales que pretendan aprender agroecología.
Dijo que en las dos escuelas secundarias, crearon un espacio único a nivel nacional para enseñar a las nuevas generaciones agroecología encaminada a lograr la soberanía alimentaria, por lo que ponen a disposición de los gobiernos estatal y federal la escuela secundaria técnica 34 de la Unidad Morelos, “para que se convierta en un centro agroecológico comunitario para la soberanía alimentaria ese es finalmente la propuesta central del libro que he escrito”, concluyó el director escolar.
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