Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL
Tlaquiltenango, Morelos, México, 8 de marzo de 2023.- A sus 81 años de edad, Claudia Pozas Almanza, conserva lo que considera una “excelente memoria”, parte de la cual ha plasmado en más de mil “calaveras”, en poesía y en relatos; editó un libro de antología de “calaveras” pícaras, mordaces y críticas como lo es su misma formación y visión, pues también asegura que en la actualidad en cuestión de derechos de la mujer y del bienestar para la misma “estamos peor que antes”.
Dice que a Claudia Pozas no la hacen ni su cabellera blanca, ni sus dientes, ni su piel, sino sus memorias y sus ganas de vivir, mantenerse activa diariamente atendiendo su propio negocio de cibercafé, a donde aprovecha para transcribir sus rimas, cuya facilidad la descubrió desde muy joven, desde 1977, afirma, “para neutralizar tanto rencor acumulado”, por el sufrimiento que le dejaron vejaciones, abandono y pérdidas sufridas durante su niñez.
Amablemente abrió las puertas de su hogar y MASEUAL llegó casi hasta la cocina. Claudia Pozas, quien solo pudo estudiar hasta segundo grado de primaria, pero ha sido autodidacta, también se abrió y el agua fresca, dulce y cremosa bien suavizó la crítica contra la verborrea y el discurso demagógico en el que se menciona que se vive mejor cuando la realidad presenta una carestía lastimosa, falta de empleo, se habla de mayor inclusión de minorías cuando la gran mayoría de los habitantes sufre por la violación a los derechos humanos, de mejores condiciones para la mujer, cuando la atención en hospitales contra el cáncer y enfermedades de la mujer son un insulto en comparación a la atención que se tenía a finales de primera década de este nuevo siglo.

“Estamos peor, ¿sabes por qué?”, señala categórica y explica que conoció un ginecólogo que atendía en Vista Alegre, de Tlaquiltenango, “muy tranza”, pero que gracias a un mal diagnóstico que le hizo a su vecina por el año 2008, ella la llevó al Hospital de la Mujer donde comprobó que se tenía un “servicio de magnífico” y, lo mejor, tuvieron un mejor diagnóstico que a su vecina le ayudó a superar su situación. Lamenta que hoy en día ya no hay guarderías, mismas que “con todo y los defectos que dice que tienen este Tlatoani que tenemos” apoyaban en mucho a las mujeres trabajadoras; hoy “…ya no le importan los niños con cáncer… maltratados…”
Claudia Pozas, tiene seis hijos, es una mujer luchadora, que después de vivir una niñez difícil y hasta humillante, declara, trabajó con emprendimiento y desde hacer gorditas y quesadillas, ha emprendido diversos negocios, siempre con el apoyo de su esposo, su chavo, como ella le dice a Manuel Ramos Salgado, con quien se casó al cumplir 50 años viviendo a su lado, conjuntamente con sus vecinos, rescató un área frente a su vivienda de la calle Ignacio Maya, un terreno al que limpió y forestó, hoy en día es la Unidad Deportiva “Monito” Rodríguez, misma que también tiene una biblioteca. Es representante legal de colonos. Parece incansable. Ella misma refiere con entusiasmo emitido por su voz clara y fuerte:
“Cuando esté estirándo la pata quiero estar haciendo mi rima, mi guisado, reforestando como lo hemos hecho en la Zapata, escribiendo o contando mi chiste porque tengo un sentido del humor muy agudo.
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