Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL
Jojutla, Morelos, México, 16 de diciembre de 2023.- Hoy dan inicio “las posadas” y así como la tradición navideña se fortalece año con año en los países donde predomina el cristianismo, así la costumbre de las posadas que va de la mano con la navidad, se fortalece con su práctica diaria del 16 al 23 o 24 de diciembre de cada año, una costumbre que no solo fortalece la convivencia familiar, sino social en quienes cooperan para que se continúe dicha tradición.
Las posadas son fiestas populares de origen cristiano, de preparación para la fiesta principal de la Navidad, fecha en que la tradición judeo-cristiana establece como la llegada de El Salvador del mundo, es decir, del principal hijo de Dios, de quien encarnó a Dios mismo, Jesús, El Cristo.
De acuerdo a espacios católicos, la tradición de “las posadas” se remonta al tiempo de la invasión española en territorio que actualmente se le conoce como “América”, por lo que en 1587 el superior del convento de San Agustín de Acolman, Fray Diego de Soria, obtuvo del Papa Sixto V, un permiso que autorizaba en la nueva España la celebración de unas Misas llamadas “de aguinaldos” del 16 al 24 de diciembre. En estas Misas, se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad. Para hacerlas más atractivas y amenas, se les agregaron luces de bengala, cohetes y villancicos y posteriormente, la piñata.

Las posadas en barrio de Teotihuacan, Unidad Morelos, de Jojutla.
En San Agustín de Acolman, con los misioneros agustinos, fue donde tuvieron origen las posadas.
El modo de realizar las posadas tiende a variantes, de acuerdo al lugar, por ejemplo, en la Ciudad de México, hay lugares donde solo se realiza una fiesta, donde realizan el tradicional canto de petición y respuesta para pedir posada, simulando al momento bíblico en que José, padre físico del esperado Salvador, recorría en compañía de su esposa, María, quien estaba en cinta y se trasladaba en un burro y tuvieron que pedir posada en razón de que empezó a padecer contracciones previas al parto, “fue cuando empezaron a pedir alguna posada para guarecerse, es por eso que se les llama posadas”, resaltó Norberto Cortina Durán, quien fue “celebrador de la palabra” en la iglesia católica en el templo dedicado a “San José, Obrero”, ubicado en el lugar que habita, la Unidad Habitacional José María Morelos y Pavón, de Jojutla.
Recordó que de inicio, las posadas que iniciaron los “evangelizadores” del antiguo valle de Cuauhnahuac, eran “un poco simples”, pero aquí en México, “le empezaron a hacer aguinaldos, piñatas, se hizo un poco más grande el regocijo”.
Norberto Cortina, recuerda el propósito de “las piñatas”, una figura que de inicio se construyó con el claro mensaje de que constituía el “ego”, el maligno en el pensamiento del hombre, formado por siete pecados capitales plasmados en siete picos que le ponen a la piñata, hecha de barro, el vencer a dichos pecados que había que destruir, tiene como recompensa la alegría, los regalos que se obtienen al destruir los pecados.
En la misma comunidad que habita Norberto, misma que se divide en diversos barrios que celebran las posadas, está el suyo, el “7”, donde prácticamente tienen los 40 años que tiene el conjunto habitacional que continúan con la tradición.
Alma Castillo Laureano, Julia Pilo Urueta y Karina Rico Trejo, son las principales organizadoras del “Barrio 7” de la Unidad Morelos.
Para la señora, Alma Castillo, ama de casa y vendedora de productos por catálogo, la tradición “es algo maravilloso, porque salen niños, abuelitos, papás, hasta los tíos que vienen de otros lados, no solo de nuestro barrio. Se anexan personas y eso es muy bonito porque se juntan familias grandes”.
Recordó que la diferencia de esta celebración con otras es que esta es familiar.

Alma Castillo, organizadora de posadas en la Unidad Morelos, de Jojutla.
Karina Rico, expresó que lo que más valora es la felicidad de los niños, “que llegan por los dulces, también los jóvenes, los abuelitos. Se trata de que haya para todos, su aguinaldo, ponche y piñatas.

Karina Rico, auxilia en la realización de posadas en la Unidad Morelos, de Jojutla.
Para Julia Pilo, también ama de casa, la convivencia es lo más importante de las posadas, “los vecinos digamos que no nos vemos casi todo el año, pero en estos días convivimos todos”.
—¿Cuánto tiempo llevan realizando las posadas? —Se le preguntó.
—24 años. —Contesta categórica.

Julia Pilo, una de las organizadoras de posadas en la Unidad, Morelos.
—¿Alguna anécdota especial que recuerde?. —Se le añade otra pregunta y sonríe, dirige la mirada hacia arriba y contesta:
—Sí, algo muy chistoso que nos pasó una vez, un señor quedó de cooperarnos con aguinaldos, pero nada más nos mandó las puras bolsas, sin dulces. Esa fue una experiencia que recordamos. Otra, una experiencia muy agradable que notamos es que a veces no hay la posibilidad de cooperar, pero la gente ve de dónde, lo hace y coopera, eso es una experiencia grande que vemos.
Añade que hay una gratificación especial para organizarlas, la espiritual, los que fueron niños y ahora ya son jóvenes la miran y la recuerdan como “la señora de las posadas”, lo cual dijo, es gratificante, “eso es muy bonito”.
Pidió que se continúe con la tradición, en todos lados, que se reaviva, es muy bonito, porque los niños tienen una sana distracción, dejan el celular, “se relajan y juegan directamente con otros niños”. La participación es grande, se integran niños, adolescentes, adultos, adultos mayores, “todos se involucran”.
La tradición de las posadas, se realiza con un recorrido en el que cada integrante porta velas que alumbran su camino, para llegar de un lugar determinado a la vivienda que recibirá a los “peregrinos”, imágenes en barro, cerámica, pasta sobre José, la “Virgen María” en un burro que recuerdan la peregrinación de los mismos, en una improvisada casita que generalmente la montan con palillos, ramas de árboles, paja y que son llevados al frente de la marcha donde se canta una letanía a la “Virgen María”, concluyen con la petición de posada, en donde luego de recibir a los peregrinos, la persona que los recibe ofrece un refrigerio a los invitados, ponche, bolsas con golosinas o fruta de temporada y posteriormente en otro lugar determinado se rompe la citada piñata.

Las posadas en la Unidad Morelos, de Jojutla.
En el mismo municipio de Jojutla, el ayuntamiento que gobierna Juan Ángel Flores Bustamante, inició con la celebración de posadas, precisamente con un afán de fortalecer la unión y la sana convivencia, tal como lo expresó al inicio del programa en el poblado antiguo de Tlatenchi, el principal responsable, Alan Francisco Martínez García.

Alan Francisco Martínez.
Consideraron todas las colonias, por eso iniciaron antes, así como el centro de Jojutla.
“Estimular estos momentos para que la gente pueda venir a estos espacios públicos a disfrutar, a convivir, en momentos agradables, con la familia, con una sana convivencia y aquí están los resultados, para que con ello nos dé la reconstrucción de una sociedad cada vez mejor”, precisó el funcionario municipal.
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