16 octubre, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

AMBIENTE MITICO, ELEGANCIA Y APLAUSOS GENERÓ “EL FANTASMA” EN CUERNAVACA

Por LYN BARBERI / MASEUAL

Crónica

Cuernavaca, Morelos, México, 26 de mayo de 2024.- El teatro del Centro Cultural Teopanzolco abrió sus puertas para la última presentación en mayo al aclamado concierto “El Fantasma”, luego de sus dos exitosas presentaciones ofrecidas en el pasado mes de abril a un público cuernavaquense que respondió con gran ovación al concluir el espectáculo en esta sede instalada en suelo prehispánico.
Adaptación al español del musical “The Phantom of the Opera”, escrito por el británico Andrew Lloyd Webber y Charles Hart. A.L.W., compositor de grandes obras como “Jesus Christ Superstar” y ”Cats”, quien también hizo una secuela del fantasma llamada “Love Never Dies”.
Poco antes que dieran las 19:00 horas del pasado viernes 24 de mayo, el vestíbulo del teatro recibía a los espectadores con una atmósfera identificada con el espectáculo, personal con máscaras y playeras de la misma, anuncios, información… Las notas de la música clásica en el fondo sumaba un ambiente elegante y mítico, haciendo que la espera en la sala fuera con sosiego.


Una vez que dieron acceso, las puertas se abrieron y los acomodadores, amables, ayudaban a los asistentes embestidos de cortesía para llegar más rápido a sus lugares. Así dieron el tercer llamado, la orquesta dirigida por José Luis García Santana rompió el silencio con la muy distinguida “obertura” que identifica en forma clara en todo el mundo a “El Fantasma de la Ópera”.
El escenario se iluminó por un peculiar juego de luces que se hicieron presentes de inicio a fin, teniendo como protagonistas a los talentosos, Omar Ramírez, como fantasma, y a Camila Castellanos, en el papel de la hermosa protagonista Christine Daaé.
El profesionalismo de los actores, su talento, el de los músicos, el de todo el personal que hizo posible la escenografía, más el sonido y el punto, dio lugar a transportarnos con sus atuendos al mundo de la Ópera de París del siglo XIX.


Como primer acto le seguimos el paso al personaje de Christine, interpretado por la talentosa soprano. Deslumbró con su angelical voz su interpretación “Piensa en mí”, ganando mar de aplausos.
Uno de los momentos emblemáticos fue cuando el fantasma se hizo presente en medio de uno de los palcos, los aplausos y ovaciones resonaron al unísono.
El corazón del espectáculo fue cuando ambos artistas interpretaron la canción más icónica del musical “El Fantasma”. Las voces poderosas del coro, quienes desde las escaleras de extremo a extremo de la sala, capturaron la atención del público.
Dando entrada al personaje del Raúl, el Vizconde de Chagny, interpretado por Aldair Díaz, cautivó con su voz junto con el personaje de Christine, quienes cantan “Solo eso pido yo”, donde ambos personajes declaran su amor y se convierten en prometidos, un momento profundamente conmovedor.
Sin duda, una experiencia hipnótica, misteriosa y apasionada. El público, durante el intermedio, salió al vestíbulo para comentar lo presenciado. Debo mencionar que durante este lapso se aprovechó para disfrutar bocadillos y bebidas de la cafetería del teatro y se dio la oportunidad para que todo mundo se preparase para el siguiente acto. Y como si eso fuera poco, durante dicho descanso comenzó a llover… esto enriqueció a la experiencia.
Entrando al segundo acto, después de quince minutos de intermedio, comenzó un ambiente colorido en el que los actores salieron a escena con máscaras que se apreciaban diseñadas con muy cuidado arte.
Tomando en cuenta que se trata de un concierto, se apreciaron rostros de un público maravillado, ante los impactantes vestuarios durante “Carnaval”.


El silencio se apoderó de los espectadores una vez que los violines dieron entrada al fantasma que cantaba “Ya no habrá más vuelta atrás”. La pasión y la tensión aumentaron cuando ambos protagonistas unieron sus voces y con el juego de luces rojas generaron indagación entre los espectadores.
Una vez que el telón cayó por vez última, la sala se iluminó mostrando a los espectadores que aplaudían de pie, una explosión de ovaciones que generaban un sonido poderoso que retumbaba en el teatro.
Sin duda una experiencia auditiva y visual inolvidable, tanto niños como adultos, se notó, disfrutaron la vivencia.

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