18 septiembre, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

EL ROMANCE QUE FLORECIÓ DESDE GRIETAS DE ODIO, EL DOLOR… SE VIVIÓ EN CUERNAVACA

Por LYN BARBERI

Crónica

«Los placeres violentos poseen finales violentos y

tienen en su triunfo su propia muerte», Fray Lorenzo.

Una vez más, Cuernavaca fue testigo de una de las historias de amor más trágicas y apasionantes y representativas del teatro mundial. Sobre el escenario resonó el eco desafortunado del destino de dos jóvenes enamorados, cuyo romance floreció desde las grietas del odio, el dolor y la incomprensión de sus familias: los Montesco y los Capuleto.

Sobre el escenario la compañía “Russian State Ballet Mari Él”, demostró en el foro del Teatro Ocampo el por qué se le considera una de las más importantes del teatro clásico y sus 32 bailarines, bajo la minuciosa dirección de Konstantin Ivánov, interpretaron con excelencia la inmortal partitura de Serguei Prokofiev. Contó con la participación de 32 bailarines en escena.

Alrededor de las 6:15 horas, anunciaron la última llamada. La velada teatral que arropó al público desde sus asientos, lograban apreciar con sosiego la distinción de cómo las luces se desvanecían y la penumbra dio paso al primer acto. Una vez que las luces apuntaron al escenario, mostró por primera vez las bellas calles renacentistas de Verona. La construcción escenográfica transportó al espectador tras escuchar el primer acorde. La música y los bailarines presentaron la rivalidad y el conflicto, remarcando la enemistad entre las familias Capuleto y Montesco. A través de los vestuarios, con sus elegantes telas, delicadas y fluidas, construyeron el espacio pasional y romántico de la Italia del siglo XVI.

La rivalidad se reflejaba no solo en la tensión de sus gestos, sino en el juego de movimientos y las luces que marcaban los pasos de cada uno de los bailarines.

El diseño escenográfico impactó a cada uno de los espectadores con sus grandes estructuras e iluminación. El juego de luces rojas y azules despertó en la sala diversos sentimientos, que a su vez pasaron de abrazar la ternura y el amor hasta llegar a la tensión y el conflicto. Con posterioridad, evocó en el público una profunda sensibilidad en el segundo acto. Sin embargo, los sentimientos que más perduraron a lo largo de la historia fueron el dolor, la angustia y la desesperación del destino de Romeo y Julieta.

En el primer acto, sobre el escenario, las luces se vuelven tenues y apreciamos un «Pas de dux» majestuoso, donde se desenvuelve técnica, pasión y sutileza. Escenas icónicas, como la de «El balcón», dejaron huella en los aires, mientras que Romeo con un arrebato de pasión eleva a su amada por los cielos. En su fantasía, proclama su amor eterno y se regocija, dejándose envolver sobre la suavidad de sus faldas, agradecido por compartir el mismo latido.

Ahora Julieta no solo les implora a las estrellas que la reúnan con Romeo; sus plegarias fueron escuchadas y ahora solo tendrían que esperar hasta el día siguiente para unir sus corazones un uno mismo.

A medida que avanza la obra se puede escuchar desde el último palco el choque metálico de las espadas, que a su vez retumban sobre las paredes los ecos de combate durante los duelos, el tenue sonido del frasco del veneno en manos de Romeo, los susurros de la tragedia, el lamento silencioso de nuestra Julieta cuando se hunde la daga en el corazón. La sutileza en cada gesto y movimiento nos recalca la pasión de los amantes, el silencio grita con más fuerza, el dolor y la fatalidad.

Como último acto de amor, los amantes se encuentran en el ensueño y sellan por última vez sus labios. El destino cumple, la tragedia rapta el último aliento de Romeo, ahora la vida para Julieta en este punto es solo una palabra, escasa y sin importancia. Su felicidad se encuentra al lado de su amante que yace sobre su tumba ya sin un soplo de aliento.

Al término del segundo acto, el telón cayó tras la muerte de los amantes frustrados. El silencio de la sala no perduró, ya que el público estalló en aplausos y ovaciones, aclamando la dedicación y devoción de cada uno de los bailarines.

Al término de la primera función, la fila para entrar al teatro se extendía a lo largo de la acera. Hombres, mujeres y niños de todas las edades esperaban ansiosos para entrar y tomar sus asientos, mientras que los espectadores del primer horario salían conmovidos, conversando entre murmullos lo que habían presenciado.

La compañía “Russian State Ballet Mari El” anteriormente se ha presentado en España, Alemania, China, Francia, Corea, Italia y varios países de América Latina.
Además de “Romeo y Julieta”, la producción se encarga de mostrar elegancia, armonía y belleza emocional a través de obras clásicas como “El lago de los cisnes”, “Don Quijote”, “El Cascanueces”, y “La Cenicienta”.
La producción promete regresar a Cuernavaca, este invierno 2025, para presentar “El Cascanueces”.

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