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Estado

UN “DIÁLOGO” COMO TÁCTICA DE REPLIEGUE Y CONTRAATAQUE

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Por JOSÉ LUIS FIGUEROA GONZÁLEZ / MASEUAL

*  Cómo leer los primeros “resultados” de la “mesa de diálogo” SG-CNTE

Jojutla, Morelos, México, 27 de junio de 2016.-  En una evidente diferencia de trato, Enrique Peña Nieto atendió rápidamente al grupo de empresarios que se han opuesto a la versión actual de la llamada “Ley anticorrupción” por condicionarlos a hacer pública su declaración de bienes en caso de hacer contratos con el gobierno. Muy distinta en cambio ha sido la respuesta para los maestros que rechazan la reforma educativa en su solicitud de diálogo; para los docentes en primer lugar se ha ejercido el autoritarismo a través del despido, la cerrazón y la represión con violencia y muerte. Para instalar una “mesa de diálogo” entre la Secretaría de Gobernación (SG) y la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha sido necesaria una decena de muertes y un centenar de heridos entre los pueblos que apoyan al magisterio. Más por temor al desprestigio a nivel internacional, que por voluntad política del gobierno, la masacre que ejecutaron los policías federales en Nochixtlán hasta el momento ha servido para que el secretario de gobernación se digne a recibir a una comisión de maestros y mediadores para “iniciar un acercamiento de las partes”. Obligado a recibir a los profesores, el gobierno federal intenta aparentar que realmente busca la distensión cuando el conflicto fue provocado principalmente por el torpe desempeño del secretario de educación pública, a quien los maestros llaman Sargento Nuño por su tendencia de resolver problemas con golpes, detenciones, represiones y hasta muertes. Renuente hasta lo imposible de admitir, Nuño Mayer atiza con amenazas de “profundizar la reforma educativa”, mientras su compañero de gabinete “busca la distensión”. Este panorama obliga a plantear un análisis acerca de la naturaleza del “diálogo” iniciado entre la SG y la CNTE; es un esfuerzo por desenredar un poco el enredo que han hecho los funcionarios de gobierno encargados de “elevar la calidad de la educación” y velar por el bienestar de la nación mexicana.

Como no queriendo, el encuentro entre las partes conflictuadas inició con advertencias nada promisorias. Se dijo que se trataba de un “acercamiento para escuchar planteamientos sin tocar la reforma educativa”. Se trató de justificar la ausencia de Nuño Mayer por él mismo al afirmar que “se trataba de un diálogo político y no educativo” y de pasadita intentó acabar con dudas sobre su posible renuncia reafirmando su permanencia. Por su parte la CNTE llegó con demandas como la abrogación de la reforma educativa, castigo a los culpables de los crímenes en Oaxaca, la suspensión de la evaluación “punitiva”, la cancelación de los despidos y el pago de sueldos retenidos. Todo para que en horas de “diálogo” se llegara a la conclusión de sostener otra reunión. La situación era de esperarse porque ya se conocen las tácticas dilatorias del gobierno para contener a los opositores y ganarle tiempo al tiempo. Al parecer esa primera reunión de “distensión” fue un mutuo tanteo entre los extremos que estuvieron frente a frente. Algunos se preguntan el porqué del diferente trato con los empresarios que de inmediato se les recibió y atendió para que se tomen en cuenta sus desacuerdos con la llevada y traída ley 3 de 3. Si lo pensamos desde las coincidencias y antagonismos por interés de clase, político y económico, por supuesto que la CNTE es antagónica al gobierno; no así los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial. Así que ya podemos empezar a entender por dónde va la propuesta de “solución” que proclama este gobierno en relación al conflicto magisterial. Entre partes antagónicas no hay tregua, aunque se hable de suspender hostilidades. La confrontación sólo baja o sube de nivel, por eso es ingenuo pensar que de pronto el gobierno ya entendió que está haciendo mal y que es mejor conciliar que reprimir.

Los primeros “resultados” de tal negociación reportan la “voluntad” de escuchar, pero a la vez se reafirma que es imposible flexibilizar o reinterpretar la ley. Las cosas son o no son, blanco o negro, todo o nada, maniqueísmo puro. Al sostener que la abrogación sólo corresponde al poder legislativo, el ejecutivo miente con toda desfachatez porque no recuerda que puede generar iniciativas de ley o de reformas; se trata de dar la lección a los maestros para que reconozcan que tocan puertas equivocadas, pero en un exceso de magnificencia la SG se ofrece a hacer llegar las inquietudes de los maestros a los legisladores. Resulta oneroso pensar que se tiene que llegar a las consecuencias de la cerrazón que se vivieron en Nochixtlán para intentar explicar el origen del problema con una lección sobre división de poderes. Por lo tanto, no hizo falta estar en la reunión SG-CNTE para percibir las recurrentes tácticas dilatorias de los negociadores del gobierno cuando en realidad no quieren resolver los problemas sino buscar la hendidura por dónde puedan incrustar la imposición de una reforma educativa impulsada para desmantelar el servicio de educación pública.

Entre las tácticas corrientes está la de dejar hablar al contrario para que se desahogue y saque su furia, bajo el elemental principio psicológico de crear canales para el desfogue de emociones. Después de escuchar, los negociadores suelen manejar varias cartas como la de parecer atentos, responder con extensos argumentos legaloides, disculparse por los “errores” que se pudieron haber cometido y hasta crear comisiones para investigar lo acontecido. En ese tablero la simulación puede incluir saludos, abrazos y hasta fotos de aparente concordia. Lo que en realidad sucede es que mientras se “dialoga” se calculan las posibilidades del repliegue para preparar el contraataque. Por supuesto que nadie le va a enseñar a la dirigencia de la CNTE el abecé de la negociación en tantos años de lucha, lo que se intenta es advertir a la opinión pública acerca del trasfondo que contiene la supuesta “voluntad política” de distensión y resolución de un gobierno que sistemáticamente está dispuesto a todo con tal de asegurar la aplicación de un paquete de reformas estructurales que están condenando a la mayoría a un modo de vida esclavizante, menesteroso mediante el robo de los bienes y recursos nacionales.

La abrogación de la reforma educativa ciertamente no provendrá de la SG, pero tampoco se ve la disposición gubernamental para ventilar sus inconveniencias sino todo lo contrario. La clase política incrustada en el poder legislativo hasta ahora está muy tranquila a pesar de ser la causante de tantos desmanes derivados de posiciones y acciones a ultranza como las de Nuño Mayer. La alianza de poderes es muestra de cómo se coordinan las mafias que ahora reclaman que el pueblo reaccione como lo hace ante tanta injusticia y violencia. Se nos intenta convencer que con marchas, bloqueos y demás acciones de protesta lo único que se logra es enfadar a terceros y que así no se logrará nada, que lo único viable es apegarse a la ley amañada y que el destino funesto de los rebeldes será ineluctablemente el despido y el rechazo social. Con lo que no contaba el gobierno es que los terceros afectados también son ciudadanos que sufren las consecuencias de ésta y de otras imposiciones, que la opulencia de pocos, el latrocinio de muchos que desgobiernan y el caos generado por las erróneas y mal intencionadas políticas ya colmaron la paciencia de una mayoría aparentemente aletargada y silenciosa. Luego entonces, no será extraño que dentro de poco le toque su parte de incomodidad a los legisladores que se duermen en las curules, que presumen poder y dinero mal habido gracias a sus condescendencias pagadas, que se la pasan haciendo campaña para su próximo puesto de

elección popular, que calladitos quieren verse bonitos cuando los pueblos arden y sus hijos caen bajo las balas de policías asesinos.

La masacre en Oaxaca es un punto delicado en este momento al grado de que no se le puede dar el único reconocimiento de haber sido la llave para abrir el “diálogo”. La investigación de los hechos en Nochixtlán y en otras partes está amenazada por la falta de credibilidad de las instancias de justicia de gobierno. No es posible admitir que los asesinos se juzguen a sí mismos. Aquí tiene sentido no quitar el dedo del renglón acerca de lo que proponen organismos como la ONU acerca de una investigación independiente. Una vez abierta la caja de Pandora de todos los males generados por el entreguismo, torpeza, violencia y tozudez del gobierno federal no queda más que estar alerta para lograr un alto inmediato a la violencia de Estado contra los maestros y los pueblos, así como la refundación de la república a través de los medios necesarios para retornar a un gobierno garante del bienestar social. Si para eso hay que tachar cuanta reforma constitucional se ha llevado a cabo en sentido contrario a la voluntad y al bien común, habrá que hacerlo. No puede tenerse idea del tiempo y el esfuerzo que implica reconstruir lo mal hecho, por lo pronto la vida de diez o más oaxaqueños ha dado su aportación; de todos depende que de ella germine una nueva oportunidad de mejor vida o todo quede en un acontecimiento de importancia local.

En cuanto a los despedidos por no acatar a rajatabla la dichosa reforma educativa, cobran relevancia por el significado que representan, tal vez sin ninguna intención de hacerlo. Para el gobierno, los despedidos son una muestra de que la reforma educativa va en serio, que su fuerza y voluntad es de tal grado que no cederán por nada a su reinstalación porque ante el primer reinstalado se cae el castillo de naipes que es la tal reforma. Pudiera ser que en última instancia y dependiendo de la correlación de fuerzas los despedidos le sirvieran al gobierno para dar señales de su “generosidad”; en cualquier caso, no serían más que hechos aislados. Como no renuncie Nuño Mayer e incluso Peña Nieto no se ven condiciones para reinstalar despedidos sin que eso costara muy caro a dichos funcionarios ante sus patrones empresariales y organismos internacionales. Compréndase que por propio interés los promotores de la reforma educativa desde el gobierno se metieron en camisa de once varas y están entre la espada y la pared buscando la salida más económica y rentable. Hasta ahora el pago incluye vidas humanas de mexicanos posicionados en rebeldía. Los despedidos serán costo normal al que podemos irnos acostumbrando si la algidez de este movimiento derivara en confusión, cansancio o abatimiento.

El momento actual coloca a la CNTE en un punto de relevancia después de un largo periodo de campaña de desprestigio promovida desde una parte del empresariado y del gobierno. Los maestros son referencia y catalizador de la inconformidad social casi generalizada en contra de un presidente de la república como no se ha visto en mucho tiempo. Enrique Peña Nieto es el peor modelo de lo peor que pudo haber aportado la clase política encabezado por los dinosaurios priístas y grupos afines. Conforme avanza la segunda mitad del sexenio el gobierno se hunde en el desprecio, la burla, el reclamo y las luchas sociales que demandan un alto ante la barbarie de la represión y muerte contra el pueblo. Por eso la CNTE y tantas otras organizaciones sociales no pueden retroceder sino aplicar toda su inteligencia para calcular el cómo, cuándo y hasta dónde de la resistencia social pacífica. Las formas de lucha deberán ser cada vez más creativas y estratégicas para lograr modificar lo mayormente posible el actual estado de cosas. El reclamo

de los empresarios, que ya saborean la privatización educativa, continuará de todos los modos a su alcance,9 aunque por ahora estén agazapados esperando la oportunidad de lograr sus propósitos. En tanto, a los maestros corresponde garantizar y aumentar el apoyo social, orientar el flujo de la protesta social hacia objetivos a corto, mediano y largo. No estamos para bajar la guardia con promesas de diálogos con maña, estamos para mantenernos alerta, vigilantes e informados sobre los acontecimientos a través de fuentes confiables. De la CNTE catalogada como violenta estamos pasando a la figura de organización necesaria para defender a la escuela pública incluyendo la dignidad del pueblo mexicano; eso no es poca cosa, eso se cuida y se cultiva, se apoya y se respeta.

En relación a metas a corto plazo hay que considerar aquellos movimientos o metas cercanas que demuestren que sí se puede hacer algo con tanta fuerza social. Una meta es la renuncia de Nuño Mayer como acto de congruente y urgente necesidad ante un sujeto cuyo poder lo ha vuelto peligroso y mortal para la sociedad a la que debe servir. Cuando un funcionario camina en sentido contrario al diálogo, cuando su ritmo de ansiedad no le permite ser interlocutor con quienes está obligado a construir consensos, cuando es evidente que representa un estorbo a todo posible avance, no queda más que el despido. La caída de Nuño Mayer no sería un logro mayor pero sí retroalimentaría la moral de un pueblo harto de sujetos de ese tipo. No sería raro que Osorio Chong soñara con lo mismo por lo que representa para él quitar del camino a un posible competidor para la candidatura presidencial en el 2018, aunque también es deseable y necesaria la propia renuncia por su responsabilidad en la represión policial. Las causas ya tienen cercado al sargento, lo demás ya es cuestión de tiempo y un poco más de acción social para hacer entender que con un funcionario de esa calaña perdemos todos y ni al gobierno le conviene sostenerlo.

Hemos llegado a la coyuntura en la que los intelectuales en general y los especialistas en educación en lo particular tienen la oportunidad de vincularse con las causas sociales mediante sus proyectos, investigaciones, críticas y alternativas para presionar al Congreso y empujar para la configuración de modelos educativos alternativos para alimentar el debate social y la coincidencia a modo de abrogar la reforma educativa de Peña Nieto sin que ello signifique mantener vicios o retrocesos. A los intelectuales corresponde contra argumentar sobre los estándares internacionales y la presión de organismos como la OCDE. Compete a los intelectuales y a los maestros terminar de esclarecer de dominio económico que representa la reforma educativa. En tanta discusión una palabra clave podría salvar parte de tanto inconveniente, la eliminación definitiva del término permanencia; lo cual significaría poder centrarse en la discusión sobre los modelos de evaluación propios y pertinentes para mejorar realmente el funcionamiento del sistema educativo nacional. Se tiene que encontrar la manera de volver a confiar en los maestros evaluándolos con procedimientos de encuentro y mejoría y no con la sanción por delante. Al mismo tiempo se deben precisar los mecanismos para erradicar de las aulas la simulación, la complacencia y autocomplacencia, la inconciencia y los procederes por conveniencias personal.

Dialogar con franqueza y sin propósitos encubiertos es mucho pedirle a este gobierno. Hacer valer la voluntad y el interés de la mayoría es la estrategia que nos permitirá con tácticas prudentes dirigirnos hacia el horizonte que se tiene reservado para los que saben y viven por la

esperanza de hacer posible el decoro a pesar de que algunos se propongan negárnoslo. La lucha magisterial quedará registrada como el inicio de otras tantas luchas por recuperar la soberanía nacional, el derecho a vivir en paz con dignidad, el respeto mutuo y el apoyo a la solución comunitaria de las necesidades sociales. En eso estamos, nadie se llame a engaño, nadie se proponga evadir la realidad, todos contribuyamos según nuestras posibilidades.

 

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