2 de octubre no se olvida; Marcha en Cuernavaca

Caminata  del Calvario al zócalo de Cuernavaca.

10 de la mañana.

1968-2016

A 48 años del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco no olvidamos la herida histórica abierta por la masacre de estudiantes cometida por el Ejército Mexicano por órdenes del gobierno genocida de Gustavo Díaz Ordaz, de quien es heredero el gobierno priista de Peña Nieto.

Estamos convocando a marchar éste 2 de octubre a las 10 de la mañana, del Calvario al Zócalo de Cuernavaca, porque éste crimen de lesa humanidad se mantiene en la impunidad.

La reciente masacre cometida contra el pueblo de Nochixtlán, Oaxaca, en el marco de la represión generalizada contra la lucha del magisterio en defensa de la educación pública, es el acontecimiento que indica cómo el gobierno sigue aplicando la misma política represiva y autoritaria contra los movimientos sociales que exigen democracia, respeto a los derechos humanos, alto a las reformas neoliberales y privatizadoras.

El papel represivo del Ejército muestra la descomposición del régimen de dominación política, que es utilizado para desaparecer a estudiantes normalistas como a los 43 de Ayotzinapa o masacres como en Tlatlaya y Tanhuato.

Las actividades y marchas conmemorativas de los sucesos de Tlatelolco que se han venido realizando año con año, con la divisa de “2 de Octubre No se Olvida” han sido verdaderas jornadas de lucha popular en las que no sólo se refrendan las reclamaciones históricas y los asuntos pendientes, sino también los temas y casos de actualidad referidos a las prácticas de violencia política ejercida por el sistema en sus modalidades de fuerza militar o policíaca, y sus complementos judiciales y mediáticos. Se trata de las mismas situaciones vividas con especial gravedad en el movimiento estudiantil de 1968, ahora restablecidas en sus contenidos, aunque con nuevas coberturas o disfraces, en la situación actual, obligando al pueblo a responder puntualmente y en cada ocasión a las formas violentas que se ejercen en su contra.

Esta historia y estas circunstancias han conducido a una conciencia popular creciente de que las políticas y los procedimientos de gobernabilidad y control de los movimientos sociales y de oposición política, diseñados y aplicados por el régimen y el sistema político prevaleciente, a partir de la estructura institucional de los poderes de la República, pero también de los llamados poderes fácticos, consistente en una práctica de violencia sistemática e incluso extrema que no ha dudado en transgredir su propia legalidad para imponerse para la prevalencia de sus exclusivos intereses económicos y políticos.

Pero la contraparte de esta práctica abusiva y desviada de ejercicio del poder ha sido la conciencia creciente de que los movimientos sociales se han venido constituyendo en un poder fáctico, que dentro de la legalidad puede determinar también decisiones trascendentes de poder. Desde el movimiento social hemos reclamado reformas legislativas para abrir mecanismos legales y democráticos de revocación de mandatos, para todos los niveles de gobierno; de medios eficaces para recurrir a juicio político de funcionarios coludidos con los crimínales de todo tipo, incluyendo jueces cómplices de narcotraficantes, de secuestradores, de criminales.

Por esa razón, para exigir respeto a los derechos humanos de todas y todos, alto a la represión, presentación con vida de las y los desaparecidos, alto al feminicidio, libertad a las y los presos políticos, contra las reformas privatizadoras y neoliberales, en defensa de la educación pública, marcharemos éste 2 de octubre de 2016, porque quien olvida la historia está obligado a cometer los mismos errores.

Atentamente.

Pacto Morelos por la Soberanía Alimentaria y Energética los derechos de las y los Trabajadores y las Garantías Constitucionales.