Entregan FGE cuerpo de joven secuestrado, cuatro años después

Por DAVID MONROY / SEISPUNTOCERO

Cuernavaca, Morelos, México, 24 de octubre de 2016.- Un poco más de cuatro años después de permanecer como desaparecido, tras ser secuestrado en junio de 2012, el cuerpo Israel Hernández Torres fue entregado este lunes a su familia por la Fiscalía General del estado de Morelos (FGEM), que lo encontró entre los 119 cadáveres y restos localizados en dos fosas comunes ubicadas en un panteón del poblado de Tetelcingo, al oriente del estado.

 “Ustedes saben que la tranquilidad ya no existe…  no existe la tranquilidad para nosotros, nos mataron en vida”, aseguró Elías Hernández Rivera, padre de Israel, quien durante cuatro años buscó a su hijo, junto con su esposa y sus hijas, pero no pudieron dar con él porque los secuestradores nunca lo entregaron pese a recibir el rescate y porque no contaron con el apoyo de las autoridades estatales.

 Hernández Torres fue localizado entre los 119 cadáveres depositados por la FGE en dos fosas comunes de un panteón del poblado de Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, y que entre mayo y junio pasado fueron intervenidas por autoridades estatales y federales al comprobarse que las inhumaciones se efectuaron de manera irregular, sin cumplir con los protocolos y requisitos para el manejo e identificación de cadáveres.

 El cuerpo de Hernández Torres yació más de dos años entre los cuerpos sin identificar en la morgue de FGE, por lo que fue enviado –uno sobre otro- a una fosa común, al igual que decenas de cadáveres, sin medios suficientes para ser identificados, como quedo demostrado con el caso de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández cuya localización sacó a la luz el caso Tetelcingo.

 De acuerdo con la versión de la familia de Israel, obtenida por este medio, hace algunos meses, Israel fue sustraído por varios sujetos cuando se encontraba al interior de un negocio de material que los Hernández abrieron en el poblado de Santa María Ahuacatitlán. Pese a oponer resistencia y liarse a golpes con sus captores, lograron someterlo y llevárselo. Pidieron un cuantioso rescate por él que fue pagado, pero nunca lo regresaron. Era el 24 de junio de 2012.

 Durante todo este tiempo, su familia no paró de buscarlo pese a no recibir el apoyo de las autoridades, y ya como parte del grupo de familiares de víctimas de la violencia y el crimen en Morelos, acudió a las excavaciones de Tetelcingo, sitio ubicado a casi 70 kilómetros del lugar de donde fue plagiado. La familia Hernández estuvo presente en las exhumaciones, con la esperanza de que entre ese cúmulo de restos, estuviera el de Israel, y así fue. Las muestras biológicas recogidas para obtener el ADN permitió identificarlo.

 Así, Israel se convirtió en la primera víctima del delito y de las fosas irregulares de Tetelcingo, en ser identificado mediante ADN para ser entregado a sus familiares, pero al mismo tiempo, es el tercer cadáver reconocido que fue sacado de estas fosas: el primero fue Oliver Wenceslao y el segundo, una maestra de Yautepec cuyo nombre no ha sido revelado, dijo Roberto Villanueva, responsable del Programa de Atención a Víctimas (PAV) de la Universidad Autónoma del estado de Morelos (UAEM).

 Villanueva dijo el regreso de Israel al seno de su familia, cuatro años después, es una “omisión imperdonable” por parte de la FGE. Indicó que dos meses más tarde de su plagio, el cuerpo de Israel no fue identificado, no fue entregado a sus familiares y fue enviado a una fosa común sin elementos para ser localizado.

 Por su parte, Angélica Rodríguez Monroy, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención Víctimas (CEAV) de Morelos, reprochó a la FGE la forma en que mantuvieron “en vilo y en el sufrimiento” a la familia Hernández pues las autoridades tuvieron todos los elementos para conseguir que el cuerpo fuera identificado

“Pudo (la FGE) haberle ahorrado a la familia cuatro años de dolor, porque si hubiera mostrado las fotografías, incluso, de la playera que llevaba el nombre de “Materiales Hernández” (hubieran dado con él)”, aseguró Rodríguez Monroy, quien también ha reclamado falta de atención y rapidez en la búsqueda de su hija Viridiana Anahi, desaparecida en agosto de 2011.

 Autoridades estatales y federales como la Procuraduría General de la República (PGR) estuvieron muy temprano en el panteón “Jardínes del Recuerdo” donde se encuentran depositados, en gavetas de cemento, los cuerpos extraídos en Tetelcingo. De la gaveta número 41 fue sacado el cuerpo de Israel, que fue trasladado a la sede estatal de la FGE y del Servicio Médico Forense (Semefo) donde se le practicaron los últimos exámenes y, cerca de la una de la tarde, fue entregado a su familia que se lo llevó en una carroza oscura para sepultarle.

 En breve entrevista, el padre de Israel, Elías Hernández Rivera pidió a los medios de comunicación esperar a que terminen los servicios funerarios de su hijo para emitir su opinión con respecto a la actuación de las autoridades: “Tengo todo el recuerdo de mi hijo en mi mente y en mi sangre… Era un hombre trabajador. Imagínese, se lo llevaron de su trabajo… ”, dijo, mientras abrazaba a su esposa María para retirarse.

 De acuerdo con datos de la CEAV existe otra persona identificada: Se trata de una mujer proveniente del norte de la república, cuyo nombre y otras características no han sido proporcionadas por las autoridades, lo que la convierte en la segunda persona identificada mediante el ADN que fue enviada a las fosas de Tetelcingo sin que incluyera su caso los datos suficientes para identificarla.