Puente de Ixtla 3-0 al Atlas
Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL en los deportes
Cuernavaca, Morelos, México, 30 de octubre de 2016.- Los Alacranes del Puente de Ixtla salieron con banderas al aire por 3-0 frente al escuadrón de los rojinegros del Atlas Satélites de Tulancingo, Hidalgo, en el estadio Lino Espín Aburto de esta localidad, con el lapso de arranque de empare sin anotaciones, y en el segundo se dieron las anotaciones por mediación de Alexis Solano, Andrés Jair Pérez y Áxel Catalán, en un resultado importante que deja la idea de que se está mejorando, que se puede dar el salto hacia las finales en la segunda vuelta del certamen de la cuarta división, después de que se superó la incertidumbre, cuando no se tenía la certeza de que se participaría, puesto que Julio Espín Navarrete pagó los registros hasta que se le antojó, y desde entonces los chamacos mejoraron.
El rival no fue sencillo, y aunque se estaba en casa y la presión de los jóvenes locales se dejó sentir desde los primeros minutos, fue hasta en el segundo cuando se presentaron las anotaciones, y con ello se quedaron los tres puntos en casa, con lo que se está en la ruta de la mejoría, y si en la segunda vuelta se continúa con el trabajo serio, se puede llegar a las finales, aunque el terreno que se ha perdido no se puede recuperar con facilidad, se requiere de gran aplicación de parte de todos los jóvenes, y todo inicia desde los entrenamientos, en donde nadie puede dejar de hacer la tarea que les toca.
Estos tres puntos son fundamentales para los equiperos, para que puedan trabajar con la tranquilidad que dan los triunfos, y José Luis Ocampo sabe que tiene que seguir en esta ruta, pero con una disciplina superior, porque sabe que no se pueden dejar escapar los puntos, puesto que ya se dejaron ir muchos, y si se van seis o más, la empresa dejará de depender de ellos y se tendrán que auxiliar con lo que dejen de hacer los otros, y eso de que el otro le haga el trabajo que no se hizo por sí, siempre se sufre, y es que a veces el rival puede hasta dejarse caer porque le conviene encarar a determinado rival, y a nadie se le puede criticar por pelear por sus intereses, y que los demás hagan lo mismo, por lo que se tiene que depender sólo de lo propio, no de lo que hagan o dejen de hacer los otros.