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Opinión

BREVE INSTRUCTIVO PARA SER UN PROFESOR IDÓNEO

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Por JOSÉ LUIS FIGUEROA GONZÁLEZ / MASEUAL

Jojutla, Morelos, México.-  Tiempos estos en los que la idoneidad decide quien merece estar en aulas al frente de los alumnos, tiempos de selección (casi natural) y clasificación entre idóneos y no idóneos, tiempos de feroz competencia por el derecho al trabajo, tiempos de ensueño porque -al fin- sólo los idóneos merecerán ser llamados y reconocidos como maestros. Según el diccionario, el idóneo es el capaz, el apto, el útil, el conveniente, el adecuado, el competente; luego entonces asistimos al amanecer de la era de la idoneidad en la que todos idóneos haremos de este mundo el entorno idóneo para la felicidad total. Hay que imaginar lo que sucederá si ya encaminados nos hacemos de gobernantes idóneos, de ministros de culto idóneos, de policías idóneos, de diputados idóneos, de artistas idóneos, de candidatos políticos idóneos, etcétera; ya no sabremos qué hacer con tanto idóneo, desearemos conocer a algún no idóneo pero tal vez sólo los archivos y los museos nos puedan hablar de esos casos que en algún tiempo dieron de qué hablar. Pero para alcanzar el paraíso prometido necesitamos conocer el método que nos indique cómo ser un educador idóneo sin fracasar en el intento.

Si nos tomamos en serio este asunto de alcanzar la divina idoneidad, empecemos por conocer y poner en práctica el instructivo que elaboró el sociólogo suizo Philippe Perrenoud titulado Diez nuevas competencias para enseñar. Se trata de un decálogo para lograr el éxito como educadores en este confuso siglo XXI que nos tocó vivir. Diez pasos –no sencillos- para incursionar agresivamente en el mundo actual de las competencias de todos contra todos; a saber, el educador de la era de la sofisticación tecnológica (entiéndase la supremacía del neoliberalismo) debe ser un organizador y animador de los aprendizajes, debe ser un gestor de la progresión de los aprendizajes, debe mostrar capacidades para atender la diversidad cultural en sus alumnos, debe saber involucrar a los alumnos en sus aprendizajes, debe organizar y aplicar el trabajo en equipo, debe involucrarse en la gestión escolar, debe informar e implicar a los padres de familia, debe utilizar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, debe afrontar la ética profesional y debe organizar la propia formación continua. Sin embargo, si no fuera porque la realidad es terca y nos ubica donde las cosas son reales y concretas, estaríamos a punto de decir que don Perrenoud descubrió la fórmula para convertir las crisis educativas en mundos ideales de progreso infinitesimal.

A propósito de tanta falta de idoneidad en los egresados de las normales según el equipo que Silvia Schmelkes encabeza en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y del anuncio del derrumbe cuando ya no haya suficientes maestros para la educación básica, diversos especialistas y profesores de las escuelas normales y de educación superior han reaccionado denunciando nada menos que los malos resultados en las escuelas normales son la consecuencia de los decisiones oficiales fallidas, de la política de abandono de la educación pública tan propia de los gobiernos neoliberales que venimos padeciendo, de la reducción del profesor a mero operador de instrucciones, de la falta de planeación educativa en la normales y en otras instituciones de educación superior, de la gestión autoritaria que caracteriza a muchos cuerpos directivos, del castigo a los profesores que trabajan con autonomía; que en suma estamos ante un modelo educativo que desconfía de sus profesores y se dedica a procurar el control de todas sus acciones a la vez que los culpa de todos los indicadores del fracaso educativo.

El abandono de la educación pública como resultado de las políticas neoliberales vigentes es muy sencillo de observar en la precaria infraestructura educativa que se padece en nuestras escuelas. Estaremos en la era de la sociedad del conocimiento pero es mayor verdad que en muchas de ellas no se cuenta ni con el servicio efectivo de internet y que las instalaciones están lejos de ser dignas. Típico

ya es que ante la falta de capacidad de respuesta, a los directivos les resulte más fácil ponerse la careta de autoritarismo para intentar controlar a través de la amenaza, la sanción y la represión. Común ya es que se premie y reconozca al docente operativo, aplicador de instrucciones y se cuestione, margine, castigue al que actúa por iniciativa propia en beneficio de sus alumnos. Ante esas y otras razones, aquí se propone el enfoque por anticompetencias para el diseño de diez maneras de acabar con el profesor consciente y comprometido socialmente con la educación pública, para convertirlo en un trabajador idóneo al servicio de la educación empresarial que se nos tiene reservada.

1. Ante todo declárese usted apolítico, acrítico, a tono póngase según le pinten el mundo de la educación idónea. Diga verde aunque vea rojo, al lugar que fuere haga lo que viere. Parlotee y muévase muy animado por todo tipo de temas como los partidos de la selección nacional de futbol, pero absténgase de conocer y criticar la política educativa vigente. Las boinas, las barbitas y todo ese tipo de detalles que recuerden al Che Guevara están prohibidos. Mentalícese y repita en silencio mil veces: “no soy político, no soy político, no soy político…”

2. Si alguna vez le contaron, en alguna asignatura de la normal, que hubo un tiempo en el que los maestros eran líderes sociales, transformadores y agentes de cambio en la comunidad, olvídelo inmediatamente, es una idea peligrosa. Respire profundamente, tranquilícese y visualícese como un profesional técnico instrumental, como una correa de transmisión de instrucciones y será usted bien visto por los contratistas. Piense que si bien no es un papel que digamos relevante, al menos permite echarle la culpa al que gira las instrucciones cuando las cosas no resulten bien.

3. Antes de presentar el examen de selección para la plaza de docente, revise usted la prensa nacional e internacional y entérese como andan las cifras del desempleo y cómo están las condiciones de contratación. Cuando conozca las condiciones de esclavitud que padecen muchos trabajadores en todas partes del mundo, le parecerán menos crueles las precarias condiciones que le ofrecerán en caso de resultar idóneo. Ya no sentirá tan feo la amenaza permanente de despido, la contratación inicial provisional, la falta de derechos, la inexistencia de la parte sindical, etcétera. Sea usted un prospecto a la docencia que se destaca por su mesura, su comprensión, su tolerancia, su nula exigencia y su abnegada aceptación de cuanto requisito le pongan enfrente.

4. Para ser idóneo en la docencia es requisito indispensable ser un experto en las tecnologías de la información y la comunicación (tic’s). No se concibe que usted se presente al examen de selección si no cuenta con su página de facebook actualizada y activa. No se entendería qué busca usted en el magisterio si no domina la navegación internaútica y el mundo de las aplicaciones. Las presentaciones Power Point con muchas animaciones serán insustituibles cuando se le solicite su informe de actividades. Deberá contar con suficiente saldo en su celular para que el jefe inmediato le pueda llamar y ordenar desde dónde él quiera y cuando lo desee. Lo normal es que este punto usted lo tenga garantizado, no en balde forma parte de la generación que nació con su laptop bajo el brazo.

5. Por supuesto no pasar por alto la importancia de comprender y saber comunicarse mediante el uso de una segunda o tercera lengua. Usted sabe que la tecnología viene primero en inglés o en otros idiomas dominantes a nivel mundial; por lo tanto es necesario llevar en el currículum vitae algún documento que acredite el conocimiento de al menos una lengua extranjera. Algunas voces desfasadas dicen que esto representa formar parte del colonialismo cultural de allende el Norte; pero aunque fuera cierto, este conocimiento lo hace usted más atractivo a la mirada de quien contrata, no lo olvide.

6. Como sea usted seleccionado, no olvide que la vida sindical de los trabajadores de la educación está en hibernación; es decir durmiendo el sueño de los santos inocentes, que no pecan ni con el pensamiento ni mucho menos con el rigor de una opinión discrepante o alguna acción de resistencia. Vivimos tiempos modernos y no es conveniente echar a perder tanta concordancia, con puntos de vista extraños o con propuestas que rebajen la calidad del servicio educativo. Ya pasaron los momentos de luchas y manifestaciones, ahora dispóngase usted a trabajar en consenso y tranquilidad para alcanzar la calidad total; no importa saber qué significa eso, pero hay que alcanzarlo; para eso nos pagan poco, pero nos pagan.

7. Un discurso que lo llamará a trabajar en equipo junto con sus compañeros de escuela podría distraerlo si usted se lo cree. Lo escuchará en las reuniones de Consejo Técnico pero no haga mucho caso, nadie lo hace, ni siquiera los que dirigen esas reuniones. Lo cierto es que para ser un profesor idóneo y exitoso debe tener en cuenta el valor del desempeño individual, incluso debe llevarlo al extremo. Tal vez alguien haga algún gesto de desaprobación, pero no le importe porque al final todos le envidiarán su éxito. Cada paso que dé, cada decisión tómela calculando en qué le beneficiará a usted y luego piense en los demás si le queda tiempo.

8. Ya en el servicio, no olvide que su relación con los padres de familia debe ser limitada al cumplimiento que éstos deben hacer de sus responsabilidades ante sus hijos. Usted es un controlador de las acciones de los padres de familia para que colaboren suficientemente –sobre todo en la gestión y provisión material- con la escuela. Evite usted cualquier relación con los padres de familia que resulte sospechosa a la mirada superior que lo vigila; no se involucre en los problemas de la comunidad, antes advierta a los padres de familia que es mejor colaborar con la autoridad educativa. Si alguna vez leyó a Rafael Ramírez desprográmese por favor.

9. Cuando ya esté trabajando con los alumnos, no olvide tomar fotografías y videos de todo cuanto hagan los niños, siempre y cuando sirva para exhibir las evidencias de su trabajo idóneo. A las autoridades les gustan mucho los informes ilustrados donde usted pose con sus alumnos haciendo experimentos, montando una exposición, presentando un número artístico, pintando la escuela; no se le vaya a pasar una foto de las situaciones de deterioro de las instalaciones, no se trata de afear la muestra. De hecho usted competirá mejor en contra de sus pares en la medida en que presente resultados más espectaculares; si se trata de falsear un poco no se preocupe, todos lo hacen.

10. Por último y tal vez la recomendación más importante será que no pierda nunca el perfil de un docente disciplinado, atento a las instrucciones que reciba, sea el que no discrepa ni desentona con el espíritu de la reforma educativa en vigor. Cuando le hablen del pensamiento crítico diga que es muy importante enseñarlo a los alumnos pero no se lo tome en serio o cuando menos nunca rebase el sentido técnico de la expresión.

He aquí un breve instructivo para ser un docente idóneo en tiempos del neoliberalismo salvaje. Tal vez hay que tomar con precaución el significado del término idóneo; algunos pueden estar entendiendo como “lo útil y conveniente”; mientras, otros tal vez pensemos que a veces valdría más no ser idóneos. jluisfiglez@yahoo.com.mx

19 DE ABRIL DE 2015.

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