POR LA LIBRE 1650
Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL
1.- A Rabín se le acabó al suerte
2.- Del Valle
3.- Los Venados
4.- Alex Vera
Cuernavaca, Morelos, México, 29 de enero de 2018.- 1.- No pocas veces lo dije, que Rabindranath Salazar Solorio era un personaje con más suerte que capacidad, y la suerte por sí sola, sin sustento, se acaba. Así sucedió en el caso de la lucha por la gubernatura que, al final del cuento, perdió con Cuauhtémoc, el futbolista, y Lucia Espejo no podrá ser el secretario particular del Ejecutivo estatal, como lo tenía planeado, porque se les cayó, y se cayó porque a los dos, a Rabín y a Lucia se les olvidó trabajar y ahí las consecuencias; ninguno asumió liderazgo; les quedó lo suficientemente grande la yegua. Cuando se les advirtió, se enojaron; jamás prestaron la atención requerida ni asumieron su responsabilidad, ni fueron los líderes requeridos para el proyecto de transformación del país.
Rabín nunca se acercó a las bases y el otro, andaba en las nubes; se le dio la dirigencia y nunca le puso sustento, era un ente sin base; y no fue terrenal porque creyó que no lo necesitaba, porque pensó que conocer a AMLO era suficiente y, lo peor, no juzgó necesario ensuciarse los zapatos; su estatura fue de niño y de dedal, minúsculo.
Las críticas pensó que eran injustas y ni él ni Rabín crecerán si no cambian, si no son humildes y si no se abren al pueblo, al que ven ajeno, no de palabra, sino de hecho.
Ahora sólo esperar que la mafia del poder quite al Cuauh con algún término legaloide; entonces, la suerte volvería a Rabín, pero, ni entonces, ni con esta experiencia, crecerá, porque cree que es superior
a.- Rabín fue alcalde de Jiutepec por apoyo de Jiménez, diputado local pero pluri, senador por la inercia del PRD, y en ningún caso, cercano al pueblo; lo vio de muy lejos
b.- Lo que se recuerda como alcalde de Jiutepec es que acabó con el zócalo que tenía el agradable sabor plueblerino; gastó mucho dinero, cuando había muchas necesidades.
c.- Ante la indecisión consuetudinaria de Alejandro Vera, se hizo de la precandidatura, y se echó a la hamaca, dejó de trabajar y nunca asumió el liderazgo que se requería. Falló.
d.- Todavía tuvo la oportunidad de estar con Andrés Manuel en la gira del candidato por Morelos, y no lo aprovechó; por ahí unos cuantos le aplaudieron, pero de escenografía.
e.- Cuando se empezó a mencionar al Cuauh como candidato, en lugar de pelear, dejó que los acontecimientos se consumaran. Vio en sus alforjas y estaban vacías.
f.- Él y Lucia Espejo se hacían los difíciles; estaban en el festejo y vean hoy. No tenía argumentos, ni respaldo, no había liderazgo; no había Morena en esta tierra zapatista;
g.- Siempre se antepuso a Rabín alguien; primero Alejandro Vera; la indecisión del rector dio pase a Rabín; al llegar el Cuauh, el futbolista fue más citado que el senador que siguió la ruta del autismo.
h.- Se dijo que pactó dejar el camino franco al Cuauh y que él irá al gobierno federal con AMLO. Con su capacidad, tal vez una subdirección o delegación. ¿Hay para más?.
i.- Lo cierto es que es un fracaso de Rabín; quedó expuesto que fuera de la suerte no tiene nada, y cuando la suerte se le acabó, se quedó sin la candidatura merecidamente.
j.- Claro que es lamentable que sea Cuauhtémoc Blanco; Morelos merece alguien mejor; pero tampoco lo son Jorge Meade ni Matías Nazario, menos Gayosso. Así el panorama.
2.- Guillermo del Valle registrado como candidato a diputado federal; igual se registró Jaime Sánchez Vélez; éste, ¿con qué capacidad?; ¿Los gastos correrán por el alcalde?.
3.- Se habla de inversión para el predio Los Venados. El oportunismo de Manuel Agüero olvida que lo primero es tener los papeles y luego la construcción. Mientras no existan los documentos, en cualquier momento les quitan el predio que es de particulares. Mónica Romero salvó el espacio y ahora, con otros, lucha por el lugar, y lo hace no como propaganda política, como Agüero, sino por el bien de su comunidad.
4.- Alejandro Vera no tiene ya delito, pero sus indecisiones lo dejaron al margen de la pelea por una candidatura, con todo y que Graco lo revivió con esa absurda forma de ejecutar la orden de presentación; lo revivió, pero la indecisión sempiterna del ahora ex rector, lo devolverá al anonimato. ¡Qué pena!, ¡es una lástima!.