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Columna

MÉXICO DEL NORTE

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Por JORGE MÚJICA MURIAS / MASEUAL

*  Cadena de Reunificación

Cuernavaca, Morelos, México, 5 de marzo de 2018.-  La típica frase “reunificación familiar”, que quiere decir que la familia de inmigrantes se reúne legalmente después de solicitar visas para sus familiares cercanos se convirtió ahora en “migración en cadena”, por obra y gracia de El Trompas Trump. Es una forma más de denigrar a los inmigrantes y de decir que la inmigración es mala y que hay que hacer algo para detenerla. Dice que es “una amenaza a la seguridad y calidad de vida de los estadounidenses”.

Pero su retórica está causando un efecto secundario muy interesante. Miles y miles de inmigrantes están haciendo solicitudes precisamente para reunificar a sus familias, ante la amenaza de que El Trompas cambie la ley. Porque precisamente la Ley de Inmigración la que está basada en la reunificación familiar.

En promedio, un millón de familiares obtienen visas cada año para vivir en Estados Unidos legalmente porque sus parientes inmigrantes las pidieron en su favor. La ley tiene media docena de categorías para promover la reunificación familiar, según el grado de parentesco. Los esposos y esposas, hijos mayores o menores de edad, estudiantes de tiempo completo, casados, solteros, hermanos, hermanas, padres y madres y todas las combinaciones posibles de todo lo anterior, tienen preferencias preferencia para inmigrar. Las visas de trabajo y como empresarios y otras categorías son muy limitadas en comparación.

Es la ley, pero al Trompas le cae gordo que por ejemplo los latinos pidan más familiares latinos (pues ni modo que pidan familiares australianos, ¿no?). Lo que quiere son más inmigrantes blancos, y menos de los países que insulta diciendo que están al final del intestino grueso.

Es también por eso que está en contra de la llamada Lotería de Visas, que cuando se creó también fue conocido como la “amnistía irlandesa”. Sucede que Irlanda tenía asignado un número de visas muy pequeño, y había demasiadas solicitudes. La reunificación familiar no funcionaba porque había muy pocos irlandeses legales, y entonces no podían pedir a todos sus familiares que querían venirse para acá, así que se creó la lotería de visas, 25 mil al año, para que los irlandeses vinieran por “sacarse la lotería”.

Pero hoy son pocos los inmigrantes de países europeos interesados en venir a vivir a Estados Unidos, así que a la lotería le entran otros, especialmente los países africanos que están hoy como estaban los irlandeses hace 30 años. Y claro, mientras más africanos se inscriben, ¡pues más africanos ganan la lotería!

Es otra forma de reunificación familiar, o inmigración en cadena como le llama El Trompas.


Todo Queda en Familia

Pero como todo lo que hace El Trompas, también esta fracesita le rebotó en el hocico.

Hay una pareja en Nueva York, aunque últimamente se les ha visto con frecuencia en Washington, DC, que son beneficiarios directos de lo que El Trompas llama inmigración en cadena.

Sus nombres son Amalija y Viktor Knavs, originarios de Eslovenia, parte de lo que durante décadas se conoció como Checoslovaquia, y están esperando que el Servicio de Inmigración y Ciudadanía los llame para ir a su ceremonia de juramento de su ciudadanía. Ya cumplieron el período reglamentario como residentes legales y solicitaron la naturalización. Él tiene 73 años, está jubilado en su país de origen, y no contribuye en nada a la economía y la sociedad en Estados Unidos. Ella tiene 71 años y está en la misma situación que su esposo. Ella era cortadora de patrones de tela en una fábrica, y él fue chofer y vendedor de carros, además de pertenecer durante muchos años al Partido Comunista de Checoslovaquia.

Vinieron gracias a su hija, una modelo profesional que vino primero con una visa de turista y violó la ley por trabajar sin papeles, pero después consiguió una visa de trabajo dizque por sus “habilidades extraordinarias”, y después una “green card”. Se casó con un ciudadano gringo y un año después obtuvo su naturalización. Ya ciudadana, pidió a sus papás. Es el ejemplo perfecto de la “inmigración en cadena” que tanto desprecia El Trompas.

Nomás que es un ejemplo que El Trompas no puede usar para criticar a los inmigrantes ni la ley, porque los conoce personalmente y bastante bien.

Víctor y Amalija son padres de una tal Melania, que al menos por el momento es la esposa del tal Trompas.

Por obviedad obvia, no consiguieron su residencia por sus “habilidades extraordinarias” ni porque algún patrón los haya patrocinado para darles alguna chamba después de demostrar que nadie en Estados Unidos puede hacer lo que ellos saben hacer. Ni son refugiados de guerra ni pidieron asilo político.

Sin duda, Melania los pidió cuando se hizo ciudadana después de casarse con El Trompas.

Si, el sistema debe cambiar y deben darse más visas a trabajadores que a hermanos, pero el cambio no debe cancelar la reunificación familiar. Como Melania, todos tenemos derecho de reunificar a nuestras familias.  mexicodelnorte@yahoo.com.mx

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