POR LA LIBRE 1684

Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL

 

1.- A las puertas del debate  

2.- Jiutepec: Figuras  

3.- Pri-Mor de pena   

4.- Transporte

Cuernavaca, Morelos, México, 23 de abril de 2018.-  1.- A unas horas del debate, se pueden adelantar situaciones que se presentarán, como la de que todos se lanzarán contra Andrés Manuel, quien lleva una delantera que tiene en vilo a los que no quieren perder sus privilegios. Es evidente que en esta ocasión no se le podrá burlar la presidencia como en el 2006, dado que la conciencia popular está en un nivel más positivo, más despierto, más esperanzado. El sistema cercó tanto al pueblo que no dejó otra opción que la esperanza. La gravedad de las cosas es tal que si la derecha se agandallara el triunfo, habría una respuesta seria. Es el tabasqueño quien traerá estabilidad; no llegará al socialismo como se quisiera, pues López Obrador no es socialista, es progresista, sí. Tiene la esperanza y cree que va a sacar adelante al país con lo que se tiene; cree en la bondad y cree en los cambios por la vía pacífica y de la legalidad, sin violentar los derechos de nadie, con apego a la justicia, y es por ello que analizarán las reformas estructurales pues no son justas; son de la ley del embudo, los privilegios para unos cuantos y las obligaciones para las mayorías; igual que ha sido siempre, y se echará atrás lo que sea necesario: se le dará toque emancipador a la educación y no resiliente; buscará devolver el petróleo a los mexicanos y que los trabajadores no pierdan ni un ápice  lo que han ganado a lo largo de incontables luchas, y que, de una plumada, se vinieron abajo con el voto de la derecha unificada, lo que es la constante en el país y en el universo; en cambio, la izquierda, en la disputa sobre el sendero que hay que recorrer, envuelta en los matices y hasta en discusiones bizantinas, deja pasar los momentos coyunturales; gana la oligarquía, y es ésta la que se unificará contra López Obrador, quien deberá ser hábil para no caer en las provocaciones, sino enfilarse directo en las propuestas; que sean los otros los que asuman su pendenciero papel, con la intención de bajar a quien lleva ya más del 40 por ciento de las preferencias electorales, y si los rivales se unen, se irá a más del 50 %.

a.- Prepárense todos a escuchar las provocaciones de la derecha sobre el progresista.

b.- Andrés Manuel no tendrá más que presentar sus propuestas para salir bien librado.

c.- Le van a criticar por el aeropuerto, el del piso que se hunde hasta con un camión.

d.- Los que viajan a fiestas en aeronaves oficiales le echarán que alquilara una avioneta en gira reciente, pese a que ya se ha explicado lo suficiente, pero lo van a hacer.

e.- Él hablará del respaldo a los jóvenes, sus becas para el estudio y aprendizaje pagado.

f.- Habrá reforma educativa, dirá, y será auténtica, con profesores y padres de familia.

g.- Los respaldos al campo, ahora abandonado y los campesinos a merced del hampa y de los coyotes; y también planteará los precios de garantía que se perdieron al tiempo.

h.- Meade se lanzará también contra Anaya, el segundo en la contienda; lejos el tricolor.

i.- Margarita, quizá próxima empleada de Anaya o Meade, es Lady Macbeth Calderón.

j.- Anaya debe asegurar el segundo lugar para que Meade decline por él, de lo contrario, será el panperredista el que le brinde honores al tricolor, en humillante rendición.

2.- En Jiutepec hay grandes personajes: Rafa Reyes, Denisse Pérez y Alejandra Pani, y los peores, Éder Rodríguez y Manuel Agüero, que así como dice una cosa, dice otra.

3.- El PRI en Morelos de pena ajena, al servicio de Graco; y Morena al servicio del Pes. Sólo quedarán cenizas de estos partidos. El Cuauh puede ganar, pero Morena en ruinas. Andrés Manuel, en Morelos, ganará, porque hasta perredistas de conciencia van con él.

4.- Julio Yáñez, el empleado de Graco, ya anunció regalo a los transportistas, revisión de las tarifas anualmente. Señores transportistas, no se les olvide que estos diputados fueron los que estuvieron a punto de dejarlos en la ruina, y ahora quieren congraciarse; allá ellos si se tragan el anzuelo. Creer en la bondad de los legisladores que actuaron más como empleados de Graco que como defensores del pueblo; a éste lo atacaron, es como si Caperucita creyera en el lobo feroz.