POR LA LIBRE 1750
Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL
1.- El sindicalismo lejos de las bases
2.- EACI
3.- A la pancita
4.- ISSSTE
Cuernavaca, Morelos, México, 23 de julio de 2018.- 1.- Es la disidencia del sindicalismo a la mexicana la que llevará la delantera en cuanto a la cristalización de sueldos y prestaciones para las bases, las cuales son olvidadas por las dirigencias que se padecen en la mayoría de los casos en el país; las mejoras para las mayorías se conquistaron, no se negociaron, pues los diálogos los entablan dirigencias que estaban en su zona de confort, disfrutando de privilegios a los que se accede por el servilismo que se les da con facilidad, incluso a no pocos de aquéllos que estuvieron de este lado de la ventanilla, pero al ir del otro lado de la puerta, de olvidan del origen y se tornan en los más recalcitrantes defensores de lo que alguna vez criticaron. Del poder surge un aroma que embriaga a los pobres de espíritu que sólo esperan un resquicio para colarse y tornarse en los cancerberos rabiosos de sus ahora amos que alguna vez les ven de reojo y les sueltan una mueca que pretende ser una sonrisa; les miran como dios mira a las liebres, pero los nuevos lidercillos menores lo quieren ver como un elogio; así son.
El sindicalismo mexicano está para aceptar lo que los patrones decidan; los dirigentes actúan para no ser rebasados y se apropian de las exigencias de las disidencias; ¡claro!, cuando no queda otra; actúan ante lo inevitable, incluso hasta presionados por la parte oficial, pues siempre es mejor sentarse frente a los serviles que con los disidentes; éstos, si se les dejara el poder, pedirían lo justo, el charrismo, con lo que se les dé; así son.
En el país nada se movería si fuera por el sindicalismo tradicional que en el status quo está cómodo; es su ambiente, es lo suyo, es su paraíso, aunque las bases estén llenas de necesidades, pero no son de él, sino de ellas y que las resuelvan, si pueden, pues nada le moverá de su placer de ser el dique para que los trabajadores no accedan a condiciones de vida a las que las dirigencias sí llegan, aunque el precio puede ser la dignidad, pero, el cinismo lo cura todo, los beneficios más, y la corta memoria de las bases logra que las huellas se borren y se les vuelve a dar el voto para que sigan, y la democracia sindical es un buen cuento de hadas que los patrones utilizan para dormir a los trabajadores dóciles.
a.- La democracia, en la mayoría de los sindicatos, es una utopía porque nunca se exige.
b.- La base acepta, con autofabricada impotencia, pretexto para no luchar por el cambio.
c.- La mayoría de los agremiados no se entera ni participa de las cuestiones sindicales.
d.- La juntas sindicales se ven desiertas o los agremiados quieren finalizar cuanto antes.
e.- Pocos son los que cuestionan; no indagan, saben de sus derechos solamente de oídas.
f.- Se burlan de los dirigentes y creen que con ello basta; los dirigentes lo dejan; es igual
g.- El sindicalismo nacional, ante esto, tiene el universo para vivir del servilismo oficial.
h.- Si hay logros es por los inconformes; rara vez el sindicalismo lucha por los suyos.
i.- Los dirigentes sindicales van del brazo y por la calle con la parte patronal; así juegan.
j.- Si la base no despierta, este momento que se está viviendo en la vida nacional que abre la gran posibilidad de democratizar los sindicatos, se dejará pasar lamentablemente
2.- Érick Alejandro Castro Ibarra, en paz descanse. Lo positivo fue siempre mucho más en su persona. Se adelantó en este viaje. Cuando un amigo se va, deja un espacio vacío.
3.- Hoy en Jiutepec fue de ambiente relajado en el feudo de Rafael Reyes. Temprano a la pancita y a platicar de distintos puntos. Se advierte ilusión en el equipo. “Vamos a hacer un buen gobierno”, se dice; así se cree, así se piensa, así se está trabajando.
4.- En el ISSSTE, hoy, en su instalación de la unidad habitacional Las Águilas, en la Catra, se tendrá el evento de inicio de actividades artísticas. Hay mucho que hacer y Jorge Shaffino, cuando se aplica, cuando escucha, lo hace bien. Ojalá y pronto se dé cuenta que Joel Sánchez Vélez le está jugando las contras; es la hora de los cambios.