POR LA LIBRE 2470
Por IGNACIO CORTÉS MORALES / MASEUAL
1.- Despierto y quiero ser diputado
2.- Villarreal
3.- Matías no al PRI
4.- Shiaffino
Cuernavaca, Morelos, México, 29 de julio de 2020.- 1.- Un día cualquiera, dedicado a cualquier cosa, despierta y se le ocurre ser diputado; igual que me hubiera gustado ser cantante o futbolista, quiere ser legislador, y nunca irá al interior para saber si tiene o no cualidades, habilidades para ello; alguien llega y le endulza el oído y lo cree, y ya se ve en la curul y emprende una campaña para que se le vea por todos lados, en un adelanto de campaña que las autoridades cómplices ven, pero la dejan pasar, como han dejado pasar Odebrecht y tanto más, pero no es el punto. A Pablo Escobar así le endulzaron el oído y se lo creyó; sin fundamento, ni talento, ni principios, cualquiera piensa igual. “Va a ser usted diputado”, y no sólo construye sus castillos en el aire, sino que los habita; si gana, la sociedad lo sufrirá, sin embargo, son tantos; lo único que hacen es burlarse, pero cada risa le cuesta millones al pueblo. El inculto diputado no sabe por dónde iniciar, pero sí hace esperar a las personas, y sus ayudantes le hablan despacio, “señor diputado”, y el se regodea en su interior, y en el silencio se lo repite, cierra los ojos, eleva la cara, cierra los puños y se dice, “diputado, señor diputado”, y se queda en éxtasis, hasta que tocan a la puerta, despierta y suelta la maldición cuando entra una señora a pedirle que le complete para la receta, y, de uñita, del dinero que tiene, saca uno de cien, y cuando se da cuenta, ya lo enseñó, y no le queda más que dárselo, no sin antes pedir la credencial de lector, que le firme no sé cuántos papeles, y le dice, “es de mi bolsillo; tenga, para que se ayude”, y apenas sale la señora, llama al ayudante para recriminarle “a la próxima que vuelvan a pasar por dinero, te lo descuento de tu sueldo, para que tengas más cuidado”; “perdone, diputado” En el fondo, estas extravagancias y otras como adquirir camionetas de lujo, es igual; ni siquiera es lo peor el que su voto lo venda por el presupuesto, magistrados o lo que sea; lo más grave es que levantará la mano para joder al pueblo por su ignorancia y su ambición, y le dará igual, y todo porque una mañana se levantó y dijo que quería ser diputado y alguien lo entusiasmo –al ser ignorante y ambicioso, es manipulable- y sus sueños se cumplieron a costa de la seudodemocracia y el voto comprado en directo o el inducido por la publicidad, siempre de engaño, pues al ignorante le pusieron cualidades que ni siquiera él sabía que “tenía”, y hasta se dice. “no sabía que yo fuera así”; gana, y el pueblo a esperar tres años más entre tricolores, fascistas azules, falsos intelectuales de izquierda perredistas y aventureros que un día se levantaron y quisieron ser diputados. ¿Lejos de la realidad?; por desgracia no, esos aventureros que se levantan queriendo ser diputados, son la mayoría; revisen la actual legislatura y hay varios, y, lo peor, ya van los del futuro, en condición igual, quieren ser diputados por vanidad, ambición y votos que usted emitirá si se descuida, cuando que es necesaria una nueva raza de servidores que se levantan pero la política no les interesa; son honestos, trabajadores, capaces, pero la vida política se la dejan a los otros y resulta que son los tramposos y los aventureros.
2.- El contador Villarreal se va de las finanzas, y lo hace con ventura, satisfecho de lo que hizo, con presencia de hombre que podrá ir por las calles de la capital sin tener que cruzar la acera para no encontrarse los reclamos; no debió renunciar, contador, no debió
3.- No sólo el fascismo azul de los Terrazas le da la espalda al tricolor, el graquismo del perredismo, por medio de su chalán, Matías Quiroz, le pinta igual sus caracolitos a Jómá, quien sigue sin entender que antes de hablar tiene que llegar a acuerdos. Lástima; eso lo enseñan en párvulos de la política; tendrá que ir a la “noturna” o acudir a los que saben, porque sus consejeros son limitados; ahí está la muestra; va a fracasar, jovencito.
4.- En el tricolor siguen llamando a ilustres desconocidos para imponerlos, que no se engañe Jónathan Márquez. Y a Jorge Shiaffino ¿cuándo?; ¿sus cargos y cuna no cuentan?, ¿deben ser de dudosa reputación?.