TIEMPOS MODERNOS
Por JAIME LUÍS BRITO / MASEUAL
* Un avión llamado ilusión
Cuernavaca, Morelos, México.- Así como la vieja película de Buñuel, Un tranvía llamado deseo, el “aeropuerto internacional de Cuernavaca”, es una falacia que se utiliza para vender ilusiones, sobre todo a mitad de las administraciones estatales, cuando de manera sistemática, gobernar se convierte en una pesadilla, por la suma de incumplimientos, agravios contra la sociedad y faltas graves a la Ley. Le ocurrió a Sergio Estrada, también a Marco Adame, y por supuesto, con mucho mayor énfasis, dado el acumulamiento de los agravios, en el caso de Graco Ramírez.
Rafael Tamayo Flores, quien fuera secretario de Economía con Adame, reclamó airadamente en las redes sociales a Graco Ramírez, el hecho de que haya anunciado la llegada de vuelos al aeropuerto internacional de Cuernavaca. Ello, luego de que al llegar al gobierno, en octubre de 2012, este puerto aéreo ya contaba con dos vuelos. Es decir, el reclamo es en el sentido de que “por ignorancia del gobierno” de Graco, se perdieron esos vuelos y que hoy, se anuncia la llegada de una aerolínea que ofrece viajes a Guadalajara y Monterrey, como si inventaran el hilo negro.
Lo cierto es que el tema del “aeropuerto internacional de Cuernavaca” es una falacia. Ni es aeropuerto, porque su orientación y ubicación es pésima, como se confirmó en los tiempos de Vicente Fox y Felipe Calderón, cuando los gobiernos locales aspiraron a que el Mariano Matamoros se convirtiera en el “alterno” al Benito Juárez de la Ciudad de México. Ni es internacional, menos aún es de Cuernavaca, pues se ubica en tierras de Temixco.
En todo caso, la falacia sirve para vender ilusiones. Cada gobierno, incluido el del brazo ejecutor de Enrique Peña Nieto, el perredista Graco Ramírez, venden la idea del aeropuerto como si eso fuera a beneficiar a la población. Es más, se habla de vuelos internacionales como si un día fuera posible el aterrizaje de un Concord en un vuelo París-Tetlama-París.
El problema es que el aeropuerto sólo vende ilusiones, o quiere venderlas. Porque al final, al morelense común, y al turista nacional o internacional, les viene guango que se anuncie la llegada de vuelos de cualquier tipo a un aeropuerto que se parece más a un pueblo fantasma que a una terminal aérea.
Es una distracción más del gobierno de Graco Ramírez, intentando que usted olvide la inseguridad de todos los días, la corrupción rampante, la voracidad del grupo gobernante, su inconcebible nepotismo, su incapacidad e ineficiencia para responder a los problemas sociales, las violaciones sistemáticas a la ley y a los derechos humanos.
Por eso el aeropuerto es un avión llamado ilusión, para los ilusos.
Twitter: @Patrio74