SIN CORTAPISAS
Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL
- * Al pueblo, circo, maroma y teatro
Cuernavaca, Morelos, México, 19 de septiembre de 2025.- No es con un desfile de los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) y de la Fiscalía General del Estado ante el Congreso local como se constata fehacientemente que el índice criminógeno en Morelos ha ido a la baja, porque en los hechos sus informes se quedan cortos ante los hechos violentos que se siguen suscitando día tras día en la entidad, aunado a que las investigaciones en torno a los delitos se tornan lentas o son nulas.
Las demandas ciudadanas son y seguirán siendo que haya seguridad y una impartición de justicia que en verdad sea pronta y expedita, que los presuntos delincuentes o asesinos que llegan a ser detenidos lleguen ante el juez para que se les juzgue, pero para ello las indagatorias deben hacerse con celeridad, profesionalismo y puedan reunir todas las pruebas para que no haya manera de que salgan libres.
Los morelenses ansían estar en paz en sus hogares, desplazarse a sus centros de trabajo, a la escuela o bien, caminar tranquilamente por las calles y estar en sitios públicos sin el temor de ser víctimas del flagelo que ha colocado a la entidad en los primeros lugares a nivel nacional en el rubro de inseguridad.
Los homicidios, asesinatos, asaltos, desapariciones y demás delitos, continúan siendo la constante en perjuicio de los morelenses, sin que el trabajo que realizan ambas dependencias sea palpable y verídico a los ojos de la opinión pública. No se duda que las acciones emprendidas, según informaron, les hayan dado algún resultado, o al menos eso crean y aseguren.
Sólo que, quizá, y eso, dándoles el beneficio de la duda, quizá, se reflejen en el corto y mediano plazo resultados de esas acciones que satisfagan no, a los diputados; no, a los alcaldes; no, a la gobernadora, si no a la sociedad en su conjunto que es la que realmente pudiera calificar la labor que están obligados a realizar.
No es con pasarelas, bombos y platillos a su arribo al recinto legislativo, escoltados a más no poder, como proyectan de lo que se adolece en el estado: seguridad; credibilidad en sus palabras y en sus hechos.
Así, ante el pleno, el titular de la SSyPC, Miguel Ángel Urrutia Lozano, destacó una disminución de delitos de alto impacto, modernización tecnológica, fortalecimiento municipal y atención a víctimas, así como la ratificación plena con fuerzas federales y municipales para consolidar, dice, la paz en Morelos. Esto, al exponer “sus” avances y resultados de casi 12 meses de la Estrategia Estatal de Seguridad, diseñada en alineación con la Estrategia Nacional de Seguridad.
En “su” rendición de cuentas, aseguró el funcionario que, derivado de las acciones conjuntas entre sus pares federal y municipales, se disminuyó en 30% los homicidios dolosos y los feminicidios bajaron 34.62% en comparación con el mismo periodo 2023-2024. Asegurando que esos “logros” derivan del uso de inteligencia policial, instalación de cámaras lectoras de placas, operativos y atención fortalecida a víctimas.
Aunque los asesinatos ocurridos durante este día y los que faltan pasen a formar parte de la estadística para el siguiente trimestre. Todo ello grosso modo, porque las cifras y “resultados” de operativos conjuntos, se reitera, no son palpables para la sociedad. Deben a la par realizar, de manera precisa y sin error, el Informe Policial Homologado respectivo -a cargo de los primeros respondientes-, para que de esa manera las detenciones anunciadas con coloquial algarabía no se les “caigan” cuando lleguen ante el juez respectivo por violaciones al debido proceso.
En tanto, el fiscal Edgar Maldonado Ceballos, informó que en seis meses la dependencia que preside dio los primeros pasos para transformar la Fiscalía Morelos, además de que se abrieron las puertas a la ciudadanía, se escuchan a colectivos y se reforzó la atención a víctimas y se aumentó la productividad operativa y que se seguirá trabajando para que la justicia sea accesible, empática y con resultados. Aseguró, que la FGE se rige bajo tres principios: profesionalismo, empatía y eficiencia.
Informó, en su cuenta de Facebook, mediante un spot, que en seis meses con respecto al mismo periodo en el año anterior se aumentó la productividad operatividad, se ejecutaron 117 operativos estratégicos con un aumento de productividad del 457%; se ejecutaron 378 órdenes de aprehensión con un incremento del 21.7% y se realizaron 344 cateos con un incremento del 215%, así como, continúa, se aseguraron 3,800 dosis de droga, 108 armas de fuego, 244 vehículos robados y 110 con alteraciones en sus medios de identificación.
Palabras más, palabras menos. Lo anterior es parte de lo que ambos funcionarios informaron ante los diputados. Sí, se reconoce la labor; sí, resultados magnánimos, pero “elogio en boca propia, es vituperio”. Debieron acompañar esos resultados y/o avances de testimonios ciudadanos, pero de ciudadanos, no empleados o conocidos de éstos, que den fe de que la seguridad y procuración de justicia es verídica, fehaciente, palpable.
Se reitera, no se duda de lo informado; pero ahora es la sociedad quien avalará sus dichos o bien, los rechazará de facto (como se ha leído en redes sociales). No se trata de que los encargados de velar por la seguridad e integridad de la ciudadanía echen campana al vuelo y que con esos resultados magros se den por bien servidos, porque, se insiste, los delitos persisten, continúan, se incrementan y lo realizado por estos servidores públicos resultan ser un mejoralito en comparación a la tremenda gripe de inseguridad que se ha “contagiado” en todo Morelos. El tiempo dará la razón. Ya se verá.
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