21 noviembre, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

¿37 MIL DETENIDOS EN 13 MESES… Y DÓNDE ESTÁN?

Por ALEJANDRO CÁRDENAS SAN ANTONIO / MASEUAL

Cuernavaca, Morelos, México, 12 de noviembre de 2025.- Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, en la conferencia mañanera del pasado 11 de noviembre, blasonó una cifra de las que ya se han vuelto recurrentes en el discurso oficial: en los primeros 13 meses de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, se han detenido más de 37 mil personas por delitos de alto impacto.

Eso, muy en el fondo, debe de significar que las cárceles mexicanas están ahora más saturadas que en cualquier año desde la implementación plena del sistema penal acusatorio en 2016, y que en cada anuncio oficial, la tendencia seguirá al alza por las detenciones récord, sin reformas judiciales, que agilicen procesos o amplíen infraestructura.

¡37 mil personas por delitos de alto impacto! Eso, públicamente y de botepronto, sí impacta porque estamos hablando de homicidio doloso, secuestro, trata de personas, extorsión, narcomenudeo, tráfico de armas, fentanilo y etc.

La pregunta que inmediatamente surge es: ¿dónde están esos 37 mil?

Se sabe, que la respuesta es incómoda para el gobierno porque revela el verdadero cuello de botella del sistema de justicia penal mexicano: la gran mayoría de los detenidos, no están en prisión por mucho tiempo y lo sabemos porque, así como se anuncian en medios de comunicación, en los mismos se anuncia que ya andan fuera.

Concediendo el beneficio de la duda a un ¿por qué?, la misma Secretaría de Seguridad, ha reconocido, que aunque las detenciones son reales y muchas se realizan en coordinación con la Guardia Nacional, Sedena, Semar y fiscalías estatales, el diseño del sistema penal acusatorio -vigente desde 2016- prioriza la libertad durante el proceso.

O sea, solo permanece en prisión preventiva oficiosa quien es acusado de delitos graves específicos o representa un riesgo extremo. Para el resto —incluso sicarios, extorsionadores o distribuidores de droga— los jueces suelen imponer medidas cautelares distintas a la prisión: brazalete electrónico, presentación periódica o depósito de garantía y a esto, se le suma la irónica “puerta giratoria”.

Esta atinada definición sarcástica en los juzgados, significa que en miles de casos, las fiscalías no logran integrar correctamente la carpeta de investigación en las 48 o 144 horas que tienen de plazo constitucional, según el Artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su párrafo décimo tercero, que establece el llamado “plazo constitucional” o “término constitucional” y los detenidos, pues son liberados por falta de elementos para vincularlos a proceso.

Por eso, no es raro que alguien detenido el lunes con arma y droga, esté de nuevo en la calle el viernes.
¿Y las cárceles? “Ahí está el detalle chato”, decía Cantinflas.

Según el Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional más reciente, de corte en septiembre de 2025, publicado por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social, México tiene actualmente 253 mil 711 personas privadas de la libertad en todo el sistema penitenciario federal y estatal y sucede, que la capacidad instalada nacional, ronda apenas las 220 mil plazas.

Entonces… si hacemos un poco de aritmética, da como resultado, que las prisiones del país están sobresaturadas en un 15.3 %, con un excedente de aproximadamente 33 mil 500 internos.

Y curiosamente, estas cifras, son el nivel más alto de sobrepoblación registrado en lo que va del sexenio.

Recordemos que hay 136 centros penitenciarios que operan por encima de su capacidad y algunos lo hacen de manera crítica. Por ejemplo: en el Estado de México hay penales que superan el 200 e incluso el 250 % de su cupo; Nayarit, Morelos, Durango y Sonora también están en números rojos.

Es de observar, que en solo 13 meses de la administración Sheinbaum (octubre 2024 – octubre 2025), la sobrepoblación pasó de más 4.3% a más 15.3%. Eso es un incremento de más del 250% en el porcentaje de saturación y representa el aumento más rápido en décadas; ya superó ampliamente los niveles del peor momento del sexenio anterior, que nunca llegó al 15% nacional en este periodo y eso, lo puede corroborar cualquiera en los archivos del Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional.

En resumen: sí se están deteniendo a miles de delincuentes de alto impacto, pero el sistema judicial los regresa rápidamente a las calles y, al mismo tiempo, las cárceles están tan saturadas, que ya no caben ni los que sí logran ser sentenciados y con esta realidad, al sentido común de cualquier ciudadano de a pie, lo asaltan las dudas y lo secuestran las incógnitas.

Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, logra invadir los espacios mediáticos con las cifras de detenciones récord, pero… la sensación de inseguridad no disminuye porque la impunidad sigue siendo la norma y las prisiones están al borde del colapso.

Con buen juicio, habría que añadir que, mientras no se resuelva el embudo entre la captura y la sentencia firme, la pregunta -al menos en este momento en el mes de noviembre-, es: “¿dónde están esos 37 mil?”

Y por obviedad, la respuesta seguirá siendo la misma: en la calle, o hacinados en un sistema penitenciario que ya rebasó hace mucho su límite.

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