Por ALEJANDRO CÁRDENAS SAN ANTONIO / MASEUAL
Cuernavaca, Morelos, México, 12 de agosto de 2025.- La inteligencia artificial IA, ha transformado nuestra forma de trabajar, aprender y vivir; desde calculadoras avanzadas hasta asistentes virtuales, las herramientas de IA nos permiten resolver problemas complejos en segundos, sin embargo; esta comodidad tiene un costo: la delegación constante de tareas como el cálculo mental y la memorización a estas tecnologías está provocando una atrofia de habilidades cognitivas esenciales.
Este fenómeno, comparable a la pérdida de fuerza muscular por falta de ejercicio, plantea serias preguntas sobre el impacto a largo plazo de la dependencia de la IA en nuestra capacidad mental.

El cálculo mental, una habilidad que históricamente ha sido clave para la resolución de problemas cotidianos, está en declive. Herramientas como WolframAlpha, un buscador de aplicaciones de cálculo, integradas en smartphones y asistentes de voz, han eliminado la necesidad de realizar operaciones aritméticas manualmente.
Un estudio publicado en la prestigiada revista científica “Nature” en 2024 (Cognitive Decline in Mental Arithmetic Due to Technology) reveló que las personas que dependen de estas tecnologías, ahora muestran una menor agilidad en cálculos básicos, como estimar porcentajes o realizar divisiones largas.
Se menciona que, en un experimento con estudiantes universitarios, -aquellos que usaron calculadoras para resolver problemas simples de aritmética- tardaron más en realizar estimaciones aproximadas sin ayuda, comparados con quienes practicaban cálculos mentales regularmente.
Se agrega que esta pérdida de fluidez, no solo afecta la autonomía, sino también la toma de decisiones en contextos prácticos, como calcular propinas o presupuestos domésticos.
Otro pilar del aprendizaje, es la memorización y también está en riesgo. Con acceso instantáneo a motores de búsqueda como Google o bases de datos gestionadas por IA, hoy no parece necesario almacenar información en nuestra memoria de largo plazo.
Un informe de la Revista de Ciencia Cognitiva de la Universidad de Seúl: Journal of Cognitive Science, (Memory Retention in the Digital Age) en este año 2025, demostró que la dependencia de herramientas digitales, reduce la capacidad de retención, afectando el aprendizaje profundo.
En este informe, se menciona que profesionales en campos como la medicina o el derecho, -que antes memorizaban grandes volúmenes de información-, ahora confían en sistemas de IA para acceder a datos rápidamente.
En un caso documentado, un grupo de abogados que usaba software de gestión de casos, mostró dificultades para recordar detalles clave de leyes sin consultar sus herramientas digitales y esto, en el futuro, podría ser crítico en situaciones donde no haya acceso a la tecnología.
Estos casos de atrofia de habilidades, tiene implicaciones más allá de lo individual. Pues los profesionales en el tema, afirman que la falta de práctica en cálculo mental y memorización, puede debilitar la plasticidad cerebral, reduciendo la capacidad de adaptación a nuevos desafíos.
Un ejemplo más de ello es un estudio de la Universidad de Cambridge en el año 2023, aplicado a estudiantes de secundaria, -que no practicaban memorización- y mostraron un evidente rendimiento inferior, en exámenes que requerían recuperación de información, pero sin acceso a dispositivos.
Esto resultados, sugieren que la dependencia a la IA, podría limitar el desarrollo de habilidades cognitivas esenciales para el aprendizaje y la resolución de problemas.
Ahora, una alternativa para mitigar estos efectos, -según expertos- es practicar cálculos mentales simples, como sumas o multiplicaciones rápidas, y memorizar información clave, como números de teléfono o fechas importantes; ejercicios que, -dicen ellos-, fortalecen la mente y agregan que: dedicar al menos 15 minutos diarios a actividades cognitivas sin tecnología, como resolver acertijos o leer textos complejos, además de establecer límites al uso de herramientas de IA en entornos educativos, puede fomentar la independencia cognitiva.
Un último dato: algunas escuelas en Europa, han implementado un programa llamado: “Días sin tecnología”, con el propósito de incentivar el cálculo mental y la memorización activa y, está consiguiendo, -aunque poco a poco- resultados significativos.
Para concluir y sin caer en la satanización de la IA o presuntos conspiracionismos corporativos de escala global, el uso indiscriminado de la IA, sí amenaza con erosionar nuestras habilidades fundamentales y hoy el desafío es: aprender a integrarla sin sacrificar nuestra capacidad de calcular, recordar y pensar por nosotros mismos.
Vivimos sin dudarlo en la era de la IA, es una aliada poderosa, pero no un sustituto de nuestra mente.
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