28 septiembre, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

Viacrucis en ISSSTE de Emiliano Zapata

SIN CORTAPISAS

Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL

•          Cancelaciones de citas y desabasto de medicamentos ponen en riesgo la salud de derechohabientes

•          Intolerancia y apatía predominan en funcionarios del Hospital Regional “Centenario de la Revolución”

Cuernavaca, Morelos, México, 26 de septiembre de 2025.- Si bien es cierto a nivel nacional existe un desabasto importante de medicamentos que debieran ser destinados a las diversas instituciones de salud en México donde Morelos no queda exento de esta problemática, también lo es que nada tiene que ver con el trato que brindan a la derechohabiencia, donde personal y funcionarios deben dar un trato digno a los pacientes.

Lo anterior, luego de que hasta redacción llegó una queja de parte de un derechohabiente del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien derivado de diversos padecimientos que le aquejan fue referido de su clínica familiar al Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE) “Centenario de la Revolución Mexicana”, sita en Avenida Universidad #40, Colonia Palo Escrito, Código Postal 62760, en el municipio de Emiliano Zapata, Morelos.

Fue en julio del año en curso cuando María, de 33 años de edad, fue canalizada al hospital en cuestión para tratarse con médicos especialistas por una serie de padecimientos que le adolecen. Así, fue al ISSSTE de Emiliano Zapata a sacar su cita al área de Imagenología diagnóstica y terapéutica donde le agendaron la fecha para septiembre del año que nos ocupa.

Empero días antes de acudir, le llamaron por teléfono para informarle que se cancelaba porque el aparato -sin mencionar el nombre del mismo-, NO SERVÍA, y debía esperar unas semanas “a ver” si ya lo arreglaban. Así, y pese a que ya tiene agendada una cita con un especialista para mediados de octubre del año en curso, acudió nuevamente a solicitar la cita al área ya citada, donde nuevamente le dijeron que el aparato conque le realizarán el estudio seguía inservible.

Ante ello, y temiendo transcurra más tiempo y pierda la cita con el médico especialista solicitó a la asistente le informara con quién podía dirigirse para averiguar cuándo podría ya estar funcionando la máquina para realizarle el estudio, misma que le recomendó acudiera al sótano para contactar al químico Alberto Gómez, ignorando qué cargo o función desempeña este servidor público.

Al dirigirse al lugar y buscar a este personaje, la paciente sólo recibió malas caras, respuesta soberbias y malos tratos, donde el mentado químico de mala manera le dijo que no sabía cuándo estaría arreglada la máquina para realizarle el estudio clínico que necesita, que estuviera llamando al 7771011400 extensión 40066 para “ver” si ya estaba listo, sin dar más explicación y sin interesarle que la paciente le externara su preocupación por la cirugía que está en puerta.

Mayormente es el ISSSTE, al menos en Morelos, que se caracteriza por brindar una atención y trato digno a los derechohabientes, pero en los últimos meses estas características se han visto opacadas por esas actitudes hostiles y poco humanas de parte de funcionarios de esta institución de salud, violentando con el actuar que se menciona en el DECÁLOGO DE DERECHOS DE LAS Y LOS PACIENTES en sus numerales 01. Acceso a la atención médica integral; 03, Recibir un trato digno con respeto a los derechos humanos; 10. Recibir atención y solución de quejas e inconformidades.

Decálogo que NO está a la vista en las clínicas familiares ni en el Hospital Regional en contraste con los derechos que tiene el personal y que SÍ están a la vista en cada ventanilla de atención a la derechohabiencia, por lo queda de manifiesto la desigualdad entre ambas partes.

Ahora bien, en lo que respecta al HRAE ISSSTE ubicado en Emiliano Zapata, Morelos, es urgente que no exista una unifila con dos ventanillas abiertas para recoger los medicamentos en Farmacia, puesto que es común observar que las filas son de hasta 20 o 25 personas, para que cuando les toca el turno les digan que NO HAY MEDICAMENTOS E IGNORAN CUÁNDO LES SURTIRÁN el mismo.

En este sentido DEBIERA DE HABER UN MÓDULO DE INFORMACIÓN EXCLUSIVO EN FARMACIA Y UNA FILA PARA ATENDER A PERSONAS DE LA TERCERA EDAD para dar celeridad a la atención que ahí están obligados a brindar. En tanto, en las clínicas familiares también se presenta desabasto de medicamento y los pacientes sencillamente ven truncados sus tratamientos, con el riesgo consabido que ello representa.

Es verdad que el personal de las instituciones de salud no tiene la culpa de la falta de medicamento o de que los aparatos o máquinas con que realizan estudios no sirvan, pero deben presionar y enviar los oficios que sean necesarios para solicitar la compostura de estos últimos, pero aunque se hallen maniatados y lo que realicen en ese sentido puedan echarlo “en saco roto”, ello no los faculta a que brinden malos tratos a los derechohabientes, más bien, deberían ser empáticos y no olvidar que son servidores públicos y que quienes acuden al hospital es porque lo requieren y no por gusto.

En tanto, a nivel nacional se vive esa situación de desabasto donde el gobierno federal, en voz del subsecretario de Integración, Eduardo Clark, al asegurar que en el IMSS e ISSSTE, están al 97% de abasto (que ese 3% de faltante marca la diferencia entre la vida y la muerte), en tanto que en el IMSS-Bienestar existe un mayor incumplimiento, informó que las empresas que han incumplido con la entrega de medicamentos podrían quedar inhabilitadas. Ya se verá si es cierto y el abasto se regulariza.

Como se puede leer, la situación de desabasto de medicamentos es ya un tema nacional que amenaza con desbordarse, (sino es que ya lo está), por lo que el gobierno federal debe “echar toda la carne al asador” y trabajar para que el abasto se dé en la brevedad para evitar que la salud de los mexicanos se merme aún más.

Pero, retomando, el caso que nos ocupa, el personal del ISSSTE de Emiliano Zapata, en Morelos, más aún, aquellos que están obligados a solucionar las problemáticas que ahí se presentan, deben a la par, otorgar un trato digno y empático a los derechohabientes, para eso están, para eso les pagan. No deben desquitarse de sus frustraciones laborales con quienes adolecen de alguna enfermedad. Se espera pues, que todo aquel equipo especializado que no sirva, los altos mandos giren las instrucciones necesarias para su compostura y no se siga afectando a quienes se ven en la necesidad de acudir a ese centro hospitalario para recibir una atención de calidad y calidez. Ya se verá.

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