SIN CORTAPISAS
Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL
- * Insuficientes, acciones para inhibir el delito en Cuernavaca
Cuernavaca, Morelos, México, 12 septiembre de 2024.- La inseguridad que se vive en la ciudad capital va en aumento, tal como ha quedado demostrado a lo largo de este trienio, sin que las acciones implementadas por el gobierno municipal en turno hayan dado frutos. Lo que es peor es que la aún secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac), Alicia Vázquez Luna, jure y perjure que, de 400 mil habitantes el 90% camina tranquilamente en las calles por sentirse “segura”. Nada más falso que una moneda de 2 pesos.
Los asaltos a cuentahabientes no cesan en perjuicio, ¡claro! de este sector de la población, ni qué decir de los atracos a transeúntes, comercios y a usuarios del transporte público; ello, sin mencionar el incremento desmedido de asesinatos, homicidios, robos a casas-habitación, entre la vasta gama de ilícitos existentes.
Sí, es un acierto que se le dote de uniformes, equipamiento, drones y demás, a esta corporación, pero debe de ir a la par de mejoras salariales continuas a los policías, estrategias de coordinación para una lucha frontal a la delincuencia y, principalmente, que los operativos que realicen para tal efecto brinden resultados fidedignos, que los “logros” que tanto cacarean pasen de los dichos a los hechos; que sean palpables y que sea la sociedad misma quien los reconozca.
De acuerdo a lo declarado por la gobernadora electa, Margarita González Saravia de que apenas tome posesión del cargo, Cuernavaca se unirá al Mando Coordinado y que contará el municipio con el respaldo de su gobierno en materia de seguridad y que para ello ya se efectúan reuniones con el edil reelecto, se avizora como un acierto, puesto que no es un secreto que al trabajar Urióstegui solo, la seguridad de la ciudad capital sencillamente desapareció.
Ejemplos de esa incapacidad e inoperancia se cuentan por cientos, pero aún así, Urióstegui Salgado se “montó en su macho” para mantener durante el trienio a Alicia Vázquez Luna, pese a ser una funcionaria soberbia, prepotente e incapaz; en fin, la ciudadanía pide a gritos la salida de esta funcionaria, esperando pues, que en su próximo gobierno nombre a alguien capaz y funcional que no lo deje mal parado.
Pero la propuesta del alcalde reelecto de crear la “Policía de Barrio”, dada a conocer hace unos días, para reforzar la seguridad en el municipio, misma que según dijo será presentada a la gobernadora electa en próximos días, se antoja poco viable porque pretende que las comunidades sean quienes designen a los ciudadanos para vigilar e inhibir el delito, obvio sin que estén armados. ¿Habrá algún valiente que le interese con los consabidos riesgos que ello representa? ¿Se contemplará algún tipo de salario y prestaciones para los policías de barrio? ¿Qué garantías de seguridad para ellos y sus familias habrá?
Urióstegui Salgado puntualizó que dicha iniciativa busca prevenir el delito a nivel local, además de fortalecer la cooperación entre la población y las autoridades; precisó que espera se formalice el nombramiento de Miguel Ángel Urrutia Lozano como nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal para coordinarse en la implementación del nuevo esquema de seguridad.
Se tratará pues de integrar a ciudadanos como elementos no armados, que no harán exámenes de control y confianza ni contarán con cursos, policías de barrio pues, para prevenir el delito de sus colonias y que es Urióstegui Salgado reconoce el déficit de policías en la capital, buscando contar con elementos y ahorrando recursos económicos.
Dicha iniciativa, se reitera, suena totalmente descabellada, porque estará “aventando la bolita” a la ciudadanía si la inseguridad se recrudece aún más, porque es lógico que sin armas y sin capacitación para hacer frente a la delincuencia es “mandarlos directamente al matadero” y justificar la ola delictiva que ya sentó sus reales en Cuernavaca.
Ahora bien, antes de presentar esa propuesta inviable es necesario que explique con manzanitas cómo funcionará, cómo estará estructurada, qué beneficios habrá para los que formen parte de la policía de barrio, qué herramientas de trabajo tendrán para su función…. Todo lo anterior deja de manifiesto que el municipio está rebasado en materia de seguridad y que están dando “patadas de ahogado” ante el clima de inseguridad imperante.
Realmente no es con ciudadanos comunes y corrientes como contrarrestarán los delitos ¿o si? Si policías que cuentan con cursos, academia, exámenes de control y confianza, con equipamiento, no pueden dar resultados, se antoja peligroso y más bien serán “carne de cañón” para hacerle frente a los delincuentes. ¿habrá tomado en cuenta las represalias que pudiera haber en contra de los valientes?
Por cierto, entonces ¿de qué sirven los benditos Segurichats y alarmas vecinales?, si a ello se le suma que con su programa de videocámaras particulares enlazadas al C4 municipal y aún así no han sido suficientes y los auxilios llegan tardíos; ¿de qué sirven las denuncias anónimas si no hay certeza de que sean tales?
En fin, hay muchas inconsistencias en esa iniciativa, al menos se espera que antes de que la presente la pula, optimice y garantice su eficacia, si no, a la postre saldrá “más caro el caldo que las albóndigas”, es decir, va a haber mayores afectaciones que beneficios. Ya se verá pues, si el estado avala la propuesta y su puesta en marcha, o bien, ahora sí, se coordinará con el gobierno estatal entrante para implementar acciones tendientes a devolver la seguridad y tranquilidad a la ciudad capital. Tiempo.
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