Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL
Cuernavaca, Morelos, México, 7 de noviembre de 2024.- Por más que se esfuerce el actual gobierno, encabezado por Margarita González Saravia, por asegurar, reiterar y afirmar que hay logros en diversos rubros, los hechos hablan por sí mismos. Si bien es cierto que los cambios no serán palpables de un día para otro, también lo es que la percepción en materia de seguridad por parte de la sociedad, opaca en gran manera lo que dice que se hace en beneficio del estado.
Plausible es que el gobierno estatal entrante dote de nuevas patrullas y motocicletas a 25 municipios, tal como lo informó hace unos días, al asegurar que una de las principales prioridades es mejorar las condiciones de los policías en pro de la sociedad, empero dicho beneficio debe ser para todas las corporaciones policiacas, incluyendo la Policía Industrial Bancaria (PIBA), a quienes dejaron de lado en el incremento salarial a los agentes estatales.
Todos los agentes policiacos desde sus áreas de trabajo enfrentan riesgos, todos, no unos cuantos, tan valiosos son quienes participan en operativos como aquellos que resguardan edificios públicos o inmuebles varios. Acá no aplica que de manera paulatina se irá incrementando el salario a este sector, debe de ser de forma total, que todos disfruten de dicho beneficio, incluyendo, se reitera, a los PIBAs que también se “fletan” y enfrentan riesgos en sus puestos de trabajo. En ese sentido pues, se confía en que el gobierno del estado vea por todos sus policías porque es un hecho que entre mejores salarios y prestaciones reciban más seguros se sentirán al desempeñarse.
Otra de las acciones que se le reconocen a González Saravia es la puesta en marcha de un módulo policial turístico en Plaza de Armas para fortalecer la seguridad y atención a los visitantes y a quienes concurren al primer cuadro de la ciudad, equipo integrado por 20 policías turísticos que, a la par de que darán atención y orientación a quienes visitan la capital, con su presencia se buscará inhibir la delincuencia que ha ocasionado que el flujo turístico disminuya, tan es así que los asaltos a transeúntes en diversas calles del centro histórico sigue siendo una constante.
Sí, en efecto, los resultados en materia de seguridad no se darán de un día para otro, todo lleva su tiempo y se confía que en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024 que comprenderá el último trimestre del año esos logros sean visibles y reconocidos por la población. De ahí que aún tienen dos meses para reforzar el trabajo que dicen se hace y dar resultados satisfactorios.
En tanto, los asesinatos, homicidios, desapariciones, robos de vehículos, asaltos a comercios y al transporte público, a ciudadanos que acuden a retirar fuertes cantidades de dinero de las sucursales bancarias, continúan. Cuautla y Cuernavaca son los municipios que se llevan las palmas en la comisión de delitos de alto impacto. De ahí que es urgente la coordinación del estado con los municipios para un combate frontal a la delincuencia, se espera pues, sus pretensiones no se queden en las mentadas Mesas de Seguridad con sus opiniones y propuestas, sino que se llegue a su concreción para beneficio de los morelenses.
En este sentido, Cuernavaca continúa siendo uno de los municipios con mayor índice de inseguridad ante la ineptitud del reelecto edil José Luis Urióstegui Salgado y para muestra un botón: tan sólo el día lunes 04 de noviembre se registraron tres hechos violentos: una balacera en la colonia Alta Vista con saldo de un fallecido; en la colonia Flores Magón, un joven fue asesinado; así como un asalto a una reconocida farmacia sita en Galerías, y los que se sumen a la publicación de esta columna.
El caso es que los hechos delictivos se registran diariamente, y los cuernavacenses exigen que el estado vele por su integridad física y patrimonial, que no hay ciudadanos de primero ni de segunda, que no importando el municipio en el que radiquen el gobierno del estado debe implementar acciones tendientes a garantizar la paz social de todos, que, si bien los municipios son autónomos para gobernar, si perciben que no es suficiente, deben tomar la seguridad en sus manos.
El gobierno de González Saravia tiene sí las mejores intenciones por hacer de Morelos un lugar seguro que atraiga inversiones y genere fuentes de empleos, pero debe “echar toda la carne al asador” para que no quede en eso: intenciones. Ya se verá pues cómo avanza en la solución a la problemática que deja mal parado al estado a nivel nacional que no es otra, que la inseguridad que ha sentado sus reales en detrimento de quienes aquí habitan o van de paso.
En tanto, los morelenses continuarán santiguándose al salir de sus domicilios porque no saben si regresarán con bien ante la cruenta ola violenta que se vive en la entidad. Tiempo.
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