11 febrero, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

Así culminan hoy las posadas en el sur

Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL

Zona sur de Morelos, México, 24 de diciembre de 2024.- Algunos con fiestas desde la noche del 23, otros apegados a la tradición con el arrullo al “Niño Dios” desde las 22 horas y hasta que después del recorrido le cantan las mañanitas, es como culminan este día las tradicionales posadas en esta zona del estado de Morelos, con amplia participación, contingentes que superan las cien personas en diversas calles de colonias, comunidades, pueblos y en plenas cabeceras municipales.
En Poza Honda, una pequeña colonia de Zacatepec, clasificada como la que presenta mayor índice de pobreza, dicha categorización no les impide a las familias organizarse y aportar, hay quienes cooperan ofreciendo ponche que cocinan en grandes “peroles” para las más cien personas que acuden en promedio a la posada.

Secuencia de fotos en posada del andador Teotihuacan de la Unidad Morelos de Jojutla.


Al final de una de las calles principales de la colonia, ya colindando con el campo, está el domicilio de la señora Beatriz Herrera Barrera, madre, abuela, una mujer que pese a sufrir una discapacidad ha sacado adelante a su familia, quien además de que se dedica a la venta de pollo destazado se da su tiempo para que año con año sea la principal organizadora de las posadas. Tiene más de 15 años organizándolas y piensa continuar siempre hasta que ya no pueda, refiere.
“Para empezar primero mis hijos me compraron los peregrinos, mismos que se ocupan para pedir posada y ya nos damos a la tarea de buscar a la gente casa por casa, para ver quién nos podría recibir la ‘posadita’. Ya que completamos muchas veces nada más se reparte en ocho y la novena la damos nosotros pero aquí en mi colonia a veces agarran hasta la novena y la sacamos día tras día, empezando el 16 de diciembre… la última la realizamos un poco más temprano porque sacamos a las 10 de la noche el arrullo y ya terminando, todas las personas que tienen su ‘Niño Dios’ sacan a arrullarlo… ha habido años que se llegan a juntar hasta 27 ‘niños’ que los arrullamos todos al mismo tiempo y caminamos de preferencia por las calles donde me agarraron posada y así es como culminamos la tarea de las posadas en la novena, concluyendo con el arrullo del ‘Niño Dios’ que lo sacamos a las 10 de la noche”.


De acuerdo a un sondeo que realizó este medio en la región, la colonia Poza Honda, es una de las que más tiene participación en las posadas pre-navideñas, ya que se llegan a juntar hasta 200 personas en ellas.
A doña Bety, como es conocida la vecina de Poza Honda, se le nota emocionada cuando habla de las posadas:
“Hay personas que nos dan aguinalditos, un vasito de ponche y hay vecinos que en lugar de ponche nos dan café, galletitas, un arroz con leche, no importa lo que sea, lo que nos interesa es que nos reciban los santitos, para continuar con nuestras tradiciones. El día de hoy nos toca una vecinita de aquí, de a un lado de la cancha de futbol… en donde queda la última posada, de ahí sale el arrullo y ahí nos reunimos todos y es por eso que de ahí… sale el arrullo, todos los que gustan arrullar su bebé lo hacemos y nos venimos aquí a su pobre casa (calle Vicente Guerrero sin número) para cantarle las mañanitas al ‘Niñito Dios’ ya más noche”.
Sin embargo, no pasa de la media noche, la tradición también les marca que tienen que ir con su familia en la “Noche Buena”, para que todos juntos reciban la Navidad, según explica Doña Bety, como le dicen sus vecinos.


Doña Bety, se prepara en la casa que ha quedado con los peregrinos para que justamente ahí se reúnan los vecinos y den inicio a la posada del día. Se prepara bien, puesto que para lograr leer los pequeños folletos hechos con tinta roja, en papel revolución, en un cuarto de hoja tamaño carta, les realiza las ampliaciones correspondientes para leer las letanías conjugadas en partes en latín y español: “Kyrie, eleison – Ora pro nobis, Christe eleison – Ora pro nobis, Madre de Cristo… Madre Purísima, Madre Castísima, Madre Virgen, Madre sin Mancha…”
—¿Qué le deja el realizar las posadas?
—Mucha satisfacción, claro que sí, joven. Es algo que le inculco a mis hijos y quedo bien conmigo misma. Tengo personas que hasta van al templo pero me acompañan o me han recibido posada, también. —Contestó, en referencia a que hay quienes practicando otra denominación del cristianismo también llegan a participar, a colaborar.


A Doña Bety no la detiene su discapacidad, acompaña al contingente en su silla de ruedas, con la batuta de la letanía, “mis hijas me ayudan y cantan también. En ocasiones las dejo adelante y me voy a la mitad o al final porque hay gente que no contesta y lo hago para animarlas a contestar, joven”.
Refiere que hay algunas casas donde no puede ingresar, por lo que desde afuera coordina que primero sean los niños los que reciben su bolsita de aguinaldo con dulces, cacahuates, galletas, chicles…, su ponche, tanto como las personas de la tercera edad, “los niños, principalmente, para que sigan con nuestras tradiciones”. Posteriormente viene lo que desata la alegría en hombres, mujeres y niños, pegarle a la piñata. No hay noche en la que no haya una piñata en la posada, pues una posada sin piñata es incompleta, como lo confirma Doña Bety.
Tras romperse las piñatas donadas por las familias concluyen con la posada.

Tetelpa con arraigo
En el pueblo indígena y vecino, Tetelpa, uno de los más antiguos de la región y que se formó siglos antes que la cabecera municipal, la tradición de las posadas es muy concurrida, como lo precisan habitantes consultados, ya que, incluso, hay familias que organizan sus propias posadas.
Hay barrios o calles que organizan sus posadas, sin embargo, le llaman “la posada grande” la que realiza directamente el comité encargado del templo del lugar, dedicado a la “Purísima Concepción”.
Refieren que tanto Tetelpa como su colonia, la “Plutarco Elías Calles”, son muy participativos en sus posadas y en dicha colonia también los comités de la capilla la organizan por calle y también ahí asiste mucha gente.

Panchimalco, comunidad con amplia participación
Alrededor de nueve kilómetros más al sur, en la comunidad de Panchimalco, municipio de Jojutla, un lugar colindante con la cabecera, la organización de las posadas la realiza la iglesia católica. Personas allegadas desde el templo católico del lugar, organizan a los vecinos y por calles los integran para que se haga posible dicha tradición día con día.


Incluso, colonos de la calle Los Pinos, realizaron de cuenta propia una pequeña “Villa Navideña”.
“En la comunidad de Panchimalco… en esta temporada decembrina acostumbramos a organizar las posadas por calles, de tres calles, para que algunas personas den aguinaldos, otros den algún bocadillo, como pozole, chilaquiles, refrescos, ponche, una tortita y algunos hasta taquiza y se hace muy bonito porque todos los vecinos cooperan, a todos les toca y se la pasa uno increíble. Los peregrinos salen de la iglesia a la capilla de la comunidad ‘San Juan Bautista’, a las calles y llega a un punto”, informó Lidia Jessica Aragón Soriano, vecina.
Cuenta que son momentos de armonía entre los vecinos al convivir con todo lo que se obsequia.
“Cada año se reúnen alrededor de cien personas o un poquito más, es muy grande la peregrinación y lo organiza el comité de la capilla… y ya destinan la fecha el que les corresponde a un grupo de calles”, comentó Lidia Jessica Aragón.
Sin embargo, como dato curioso en el pueblo vecino de Tlatenchi, uno de los más antiguos del municipio, únicamente hacen posadas en el centro, que son organizadas por miembros de la iglesia católica del lugar, no así en sus colonias y la cantidad de asistentes no se compara con Panchimalco, refieren vecinos consultados.

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