20 abril, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

Paisanos, víctimas de la inseguridad

SIN CORTAPISAS
Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL

Morelenses deportados se suman a las estadísticas tan sólo al pisar su terruño

Cuernavaca, Morelos, México, 31 de enero de 2025.- Lamentable es, sin duda alguna, la decisión adoptada por el ahora presidente Donald Trump de ejecutar sin más ni más, deportaciones masivas, literales y radicales de todas aquellas personas latinas que alcanzaron “el sueño americano” en aquel país del norte, pero que pese a los años que estuvieron viviendo y aportando al crecimiento económico, no lograron regularizar su estatus migratorio, sea cual fuere la circunstancia y hoy por hoy son víctimas de esa promesa de campaña hecha realidad.

Sí, se reconoce al gobierno de Claudia Sheimbaun Pardo las acciones tendientes a cobijarlos y protegerlos a su arribo a México tras ser deportados derivado de las políticas impuestas por el gobierno estadounidense, sin embargo, los estados y municipios están obligados a trabajar a la par con la federación para hacer que su regreso no se vea como una derrota, sino que se les recibe con los brazos abiertos y, que al retornar a sus lugares de origen puedan nuevamente empezar de ceros con seguridad y confianza.

La situación para los mexicanos deportados y aquellos que lo van a ser, es de desesperanza e incertidumbre porque prácticamente tenían ya su vida hecha en Estados Unidos y bueno, tras las redadas, captura e inmediata deportación sólo regresan a México con lo que traen puesto. Será menos traumatizante para aquellos connacionales que tienen a dónde llegar y que de alguna manera cuentan con lo mínimo indispensable para empezar en sus lugares de origen.

Sólo que hay un pero, el bendito pero: de nada sirven las acciones que lleva a cabo el gobierno federal, si en la mayor parte del país, por ende Morelos y Cuernavaca -en este caso-, la inseguridad sigue haciendo de las suyas; los asaltos, robos, robos a casa habitación con o sin violencia, entre otros delitos, van en aumento, con la única diferencia que ahora los paisanos deportados son víctimas directas y colaterales de este flagelo difícil de erradicar y que tanto daño sigue ocasionando a la población.

REVICTIMIZACIÓN
Todo lo anterior tiene, claro, una razón de ser y se puede decir que lo que a continuación se menciona es una crónica ya anunciada de lo que se sabía pudiera pasarles a los connacionales devueltos a tierras mexicanas y es que tan sólo por mencionar uno de los casos, en esta ocasión fue un matrimonio -radicado hasta hace unos días en Texas- la víctima de la inseguridad que asola a Cuernavaca (y todo Morelos).

El matrimonio conformado por Sofía y Guillermo tras ser deportados hace unos días de Estados Unidos, llegaron a la ciudad de Cuernavaca para habitar una vivienda que es de su familia y que radica en la Ciudad de México, misma que les fue prestada para que pudieran iniciar o tratar de normalizar su vida. Ellos llegaron el pasado jueves a las 00:00 horas al domicilio sita en un fraccionamiento en Cuernavaca.

Al llegar, abrieron el portón de la vivienda e ingresaron, pero se percataron que no había energía eléctrica, no obstante, pasaron dejar en una de las recámaras sus pertenencias y decidieron irse a dormir a un hotel, así que cerraron todo y se fueron a descansar, ya al siguiente día resolverían ese asunto.

Sin embargo, alrededor de las 03:00 horas, dos vehículos (un taxi y un auto color gris), ingresaron a la privada donde se halla este fraccionamiento y forzaron las chapas y comenzaron a robar lo que había en su interior, ¿cómo se está seguro de ello? Sencillo, pese al sigilo con que realizaban el robo estos individuos, que fueron 10, cinco por cada vehículo), los perros de los vecinos comenzaron a ladrar, alertándolos y éstos se asomaron y fue que se percataron de su presencia.

Es claro, que los vecinos de la zona ignoraban siquiera la presencia de los nuevos vecinos, pero al ver que estaban allanando la propiedad dieron parte a la policía capitalina, sólo que los maleantes al intuir que los verían (que no se equivocaron) abordaron los vehículos con pertenencias de ese inmueble y salieron a toda la velocidad de la zona. Al llegar la unidad policial, constataron el ilícito y se quedaron resguardando la propiedad por si regresaban los maleantes, porque sobra decir, ya tenían las cosas apiladas tras la puerta forzada.

LA BUENA FORTUNA
Esta situación que se narra, trascendió con más detalles porque más tarde, alrededor de las 9 de la mañana llegó el matrimonio con un electricista para que les arreglara lo de la energía eléctrica, con la sorpresa que otros vecinos les informaron la mala nueva: su casa había sido allanada y saqueada.

Se dice buena fortuna porque en el supuesto que Sofía y Guillermo hubieran decidido quedarse en la vivienda para descansar tras su travesía al ser deportados, los maleantes los hubieran encontrado dentro y en estos momentos “otro cantar sería”, ya que pudieron ser víctimas de algún delito más grave si los encontraban de frente, entiéndase golpeados, vejados y por qué no, incluso asesinados.

Los afectados y vecinos del fraccionamiento, al informar lo anterior, optaron por el anonimato por temor a ser víctimas de los malhechores si retornaban para terminar lo que habían empezado, por lo que la colonia y dirección exacta se reserva a petición de parte por lo antes descrito.

Los vecinos en comento reconocen la rapidez con que actuaron los policías en esta ocasión, y aunque sólo enviaron una unidad, llegaron raudos, pero los delincuentes ya se habían dado a la fuga y pese a hacer un recorrido, sencillamente no dieron con ellos.

LA PETICIÓN
Tras lo sucedido, sólo queda hacer la exigencia a la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca y la policía del estado para que implementen acciones para dar seguridad a los paisanos deportados y evitar que sean víctimas del delito, claro está que también deben velar por la integridad y bienestar del resto de la población. Sobra mencionar que el matrimonio afectado se abstuvo de presentar la denuncia porque, según dijeron, no confían en el burocratismo para hacerla ni en las autoridades. ¡Vaya percepción de la seguridad!

Lo que se avizora en el futuro mediato es el crecimiento del índice criminógeno, “pegándoles” aún más no sólo a los deportados morelenses y/o mexicanos, sino aquellos extranjeros que buscan quedarse en México y Morelos para mejorar su calidad de vida, luego de que el “sueño americano” se viera truncado. Ya se verá qué hacen las autoridades al respecto. Tiempo.

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