20 abril, 2025

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

NO HAY PARA CUÁNDO SE TERMINE LA INSEGURIDAD EN MORELOS

SIN CORTAPISAS

Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL

  • * Inseguridad, tema de nunca acabar

Cuernavaca, Morelos, México, 7 de febrero de 2025.- Persiste la incertidumbre social por la creciente ola de delitos, de todo tipo, de alto impacto o no, que se continúan cometiendo en territorio morelense, con saldo de muertos, heridos y demás víctimas por la comisión de éstos, mismos que merman la confianza hacia las autoridades encabezadas no sólo por la gobernadora Margarita González Sarabia, sino también por el edil José Luis Urióstegui Salgado, en el caso de la capital, empero el resto de los municipios no está exento de este flagelo.

Queda de manifiesto, una vez más, que pese a los esfuerzos que realizan las corporaciones policiacas, en coordinación con la Guardia Nacional y el Ejército incluso, resultan infructuosos, puesto que los hechos hablan por sí mismos: asesinatos, balaceras, asaltos y demás ilícitos, son lo cotidiano en una entidad donde sus ciudadanos ya no saben qué hacer o a quién acudir para devolver la seguridad perdida en Morelos.

Los pobres resultados en materia de seguridad empañan las acciones que emprenden los gobiernos, estatal y municipales, en otros rubros, claro, si es que las realizan con eficiencia y calidad y, aún más, que sean duraderas y tengan un alcance de beneficio común. Lo urgente, qué urgente, la prioridad debe ser devolver a Morelos la tranquilidad que sólo existe en aquellos políticos y funcionarios que cuentan con recursos materiales y humanos para protegerse a sí mismos y a sus familias.

Se reitera, y seguirá haciendo, la necesidad de que exista una verdadera coordinación entre los tres órdenes de gobierno par abatir este flagelo; por un lado, reforzar los operativos en todas las colonias y poblados de la entidad, no únicamente en los lugares catalogados como “focos rojos”. Por el otro, que en el supuesto de que al detener a presuntos responsables de la comisión de algún delito se vigile se realice respetando sus derechos humanos, por aquello de que se viola el debido proceso.

A ello se le suma, que al asegurar a un presunto delincuente, independientemente de lo anterior, realizar de manera minuciosa la puesta a disposición, entiéndase llenar adecuadamente el IPH (Informe Policial Homologado), que no es otra cosa que el agente aprehensor relate cronológicamente las acciones realizadas durante su intervención desde el conocimiento del hecho hasta la puesta a disposición.

Esto, porque al momento de que se le procese y presente ante el juez, éste cuente con los elementos para imponer las sanciones a que haya lugar de acuerdo al delito cometido. Pero si al hacer la detención de un presunto delincuente, éste es incomunicado, violentado, golpeado o amenazado, o se omitan datos importantes, sencillamente el caso se va a la basura y saldrá libre sin más ni más. Ello, porque, aunque se tenga la certeza de que haya sido el autor del delito, por la violación al debido proceso a los jueces no les queda más que dejarlos libres.

De ahí que no sólo se requiere realizar operativos continuos y coordinados, sino que los elementos, todos, no sólo los primeros respondientes, cuenten con los conocimientos necesarios y herramientas para realizar de manera pulcra su trabajo, pero bueno, urge en este tenor, que se les capacite continuamente sobre todos los lineamientos que señala la ley para tal efecto y vigilar que lo hagan bien.

En tanto, el Ejecutivo y Legislativo deben analizar qué delitos son merecedores a que se incrementen las penas, que sean más severas pues, y ello se plasme en las reformas que sean necesarias para sacar de las calles a los malhechores, aún más, los que son reincidentes.

Para tal efecto, deben trabajar coordinadamente para que Morelos deje de ser “caldo de cultivo” para personas que cometen delitos, muchas de las cuales son de otras entidades o países. En el último caso, deportar a esos individuos que han hecho de los delitos, su modus vivendi.

En tanto no se ataque la problemática de la inseguridad de fondo, los delitos de alto impacto o no, seguirán cometiéndose en detrimento de los morelenses. Basta con leer los que se publica en redes sociales en este sentido; no hay día en que no se perpetran delitos.

Tan sólo por citar unos ejemplos se citan los acontecidos en los días 4 y 5 del mes en curso, pero es obvio que hay más: el “levantón” y posterior asesinato de un chofer de la Ruta 1, hecho suscitado en Avenida Estado de Puebla, en Cuernavaca, y el posterior hallazgo del cuerpo sin vida en Jiutepec; después, el Ejido de Acapantzingo fue escenario de una balacera donde una pareja resultó herida, así como lo sucedido en Yecapixtla, donde sujetos armados a bordo de un automóvil Camaro, color amarillo, abrieron fuego contra policías estatales.

Así pues, no basta sólo con buenas intenciones para sacar del bache a la entidad en este rubro; se tiene que ir del dicho al hecho, reforzar aún más, y hacer toooddddoooo lo posible y que esté a su alcance para que los ciudadanos estén en posición de manifestar que se sienten seguros no sólo en sus casas, sino en el transporte público y en las calles mismas. Ya se verá pues si ahora sí “no echan en saco roto” el clamor ciudadano. Tiempo.

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