AY, MI GOBER

Por CECILIO OVANDO CASTELAR / MASEUAL

Cuernavaca, Morelos, México, 12 de noviembre de 2022.- Aunque yo no voté por el futbolista, tristemente tendré que decir que muchos se equivocaron y le dieron el voto para hacerlo gobernador.

Y una vez en el cargo, como era de suponerse su falta de oficio, de conocimiento de la Entidad, sus problemas y necesidades decidió hacer al igual que otros, tan sólo que el Barco Morelense quedará a la deriva, que los vientos decidieran su rumbo, que sobre la marcha tomaría si propio destino, sin mayores ambiciones que su ego, el de su Secretario manager y de su hermano.

Sus promesas de campaña no fueron más que una decena, entre ellas se fijaron la mejora de la seguridad, mejorar el abastecimiento del agua potable, aumentar la tasa de empleos, dar transporte gratuito para estudiantes y personas de la tercera edad, así como otras propuestas similares a las de AMLO, como la transparencia y erradicar la corrupción; en presencia de su madre, prometió durante su campaña electoral que no se robaría ni un peso y tendría las puertas abiertas de Palacio de Gobierno para todos los morelenses.

Hoy a cuatro años de su gobierno, me atrevo a decir que no ha cumplido ninguna, dejando en claro para toda la ciudadanía que aquella frase de “querer es poder” no es aplicable para gobernar o hacer política.

Y eso mismo también se puede analizar con el desempeño de Presidentes Municipales, Diputados, Senadores, incluso Regidores, que no hicieron en periodos pasados, ni han hecho en el presente lo que la Constitución les mandata: “cumplir leal y patrióticamente su encargo”.

Para ello se requiere real compromiso, preparación profesional, académica, trabajo constante, capacidad técnica, diligencia y cumplimiento de la legalidad.

Y al observar nuestra realidad, al percibir a toro pasado nuestra desventura y desencanto, nos damos cuenta que nuestros errores cuestan tiempo y corajes, que nosotros los votantes debemos ser más exigentes en valorar las cualidades de los aspirantes a los cargos públicos; ser más cuidadosos y elegir de manera consiente a nuestros futuros gobernantes y representantes.

Debemos entender que no basta que sean populares, que sean famosos, simpáticos, o que hayan ganado premios en deporte o literatura… o que sean de un color u otro; se requiere un combo de virtudes que el Pueblo sabio debe identificar…