9 mayo, 2024

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

Amargo Año

SIN CORTAPISAS

Por PATRICIA CASTRO
CEDILLO / MASEUAL

  • * Amargo Año Nuevo por inseguridad en Morelos
  • * La población ya no siente lo duro, sino lo tupido ante la incapacidad de las autoridades por velar por su bienestar
  • * Entre carestía, falta de empleo y servicios, la sociedad busca sobrevivir sin ser víctima de la delincuencia

Cuernavaca, Morelos, México, 28 de diciembre de 2023.- El año que está por fenecer será recordado por la población como uno de los peores en materia de seguridad, derivado todo ello a la falta de eficacia, coordinación y planes estratégicos para garantizar la integridad no sólo física, sino del patrimonio de quienes habitan el estado de Morelos por parte de las autoridades en turno que sólo hace como que trabajan, pero que sin chistar continúan cobrando sus estratosféricos salarios.
No sólo nos referimos a la Comisión Estatal de Seguridad Pública y a la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac), mal liderados por un Ortiz Guarneros y una Alicia Vázquez omisos, que sólo dan patadas de ahogado ante el clima violento que prevalece en la entidad y, principalmente, en la ciudad capital.


No hay día en que los titulares de los diversos medios de comunicación y lo que se publica en redes sociales, den cuenta de cuerpos sin vida hallados en diversos puntos de la ciudad capital, ni qué decir de los asaltos a personas que acuden a las instituciones bancarias a retirar efectivo y más tardan en retirarse de las cajas, que ser seguidos y asaltados de manera violenta, donde son despojados de ese patrimonio.
Existe un dicho, bien dicho, que dice: “tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”, esto qué significa, que todos, absolutamente todos los poderes del gobierno en turno, presidido por el tristemente célebre ex futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo y José Luis Urióstegui Salgado. Esto, hablando de quienes presiden la gubernatura y ayuntamiento de Cuernavaca.
Pero también hay otros responsables de tanta masacre y ola cruenta y violenta que padece el estado. Sí, nos referimos a los diputados locales y federales, en el ámbito legislativo; y en el judicial, presidido por un Uriel Carmona Gándara que carece ya de credibilidad, porque ha sido cobijado en sus tropelías por los diputados, que mas que legislar en beneficio de la población, insisten en proteger a este individuo, mientras la entidad se halla en la debacle institucional y de seguridad.
¿Y los morelenses? ¿y las personas que están en tránsito por la entidad? A ellos que se los lleve el carajo, esto está por demás visto, puesto que continúan siendo víctima directas y colaterales de esa falta de estrategia en materia de seguridad. ¿De qué sirven las cifras? ¿las estadísticas criminógenas? Sirven para maldita la cosa, porque no obstante el grave incremento en los diversos delitos, estos informes no vienen acompañados de soluciones, de resultados fehacientes, de cambios sustanciales en las cabezas torales en materia de seguridad, puesto que siguen en sus cargos, cobijados tanto por Blanco como por Urióstegui. Quienes, pese a la realidad violenta que se vive y palpa, están empecinados en mantener a estos servidores públicos, aun cuando no hay resultados fehacientes.
Pobre Morelos, pobres morelenses, que son rehenes de la ineficacia gubernamental, morelenses que son protagonistas de hechos violentos, muchos de los cuales, con familiares que han sido heridos unos, muertos otros, mientras que la policía, porque sí hay elementos que se ven de vez en vez, realizando recorridos, duermen el sueño de los justos. O quizá no arriesgan su vida ni su integridad por la falta de equipamiento, armamento, capacitación, mejores salarios y prestaciones. Aplicando aquél adagio que entre la tropa prevalece: “si quieres llegar a viejo….. hazte pend…”.
Lamentable realidad, porque independientemente de que se “alquilan” como policías, también son seres humanos, jefes y jefas de familia, que se ven muchas de las veces imposibilitados a hacer frente a la delincuencia, precisamente por carecer de lo mínimo indispensable para realizar su trabajo.
Sí, no sólo la sociedad civil es víctima de la ineptitud de quienes hoy gobiernan, también los elementos de las diversas corporaciones policiacas, quienes mayormente son quienes reciben los reproches y reclamos sociales por llegar “siempre al último” o que sólo “van a acordonar los lugares donde se cometió un delito”, pero, reitero, son personas, que si bien están obligados a trabajar para inhibir, prevenir y garantizar la seguridad, también lo es, que se hallan maniatados por la falta de apoyo de los jefes, que muchas de las veces los obligan a trabajar turnos corridos de 24 a 48 horas, sin armas, sin radios de comunicación, sin nada de equipo que los proteja en caso de enfrentamientos.
Ejemplos hay muchos, policías que han fallecido en cumplimiento de su deber; personas civiles que han sido víctimas de asaltos, otros de delitos de alto impacto que han cobrado vida de inocentes por estar en el lugar, día y hora, equivocados. En fin.
¿Año Nuevo? Nada hay por festejar; en Morelos muchos hogares se siguen enlutando; muchos pobladores continúan siendo víctimas de la delincuencia; muchos despojados de lo poco que tienen para celebrar la cena de esta otrora celebración esperada. Ni qué decir de quienes iniciarán el año sin empleo, con deudas, con enfermedades, hospitalizados, etcétera, etcétera.
Éste será pues, un amargo Año Nuevo, ¿Qué celebrarán quienes tienen a familiares desaparecidos? ¿cómo sonreirán al año venidero si no tienen ni para comprar la canasta básica? ¿cómo estarán tranquilos cuando las balaceras están a la orden del día? ¿cómo?
¿Y quienes gobiernan? ¿Y quienes se encargan de la tranquilidad, seguridad y certidumbre de la sociedad? Ellos, a toda mad… haciendo planes para celebrar el año venidero en familia (su familia), cuidados por escoltas, otros transitando en carros blindados, otros viajando a otros estados o países para “relajarse” de tanto “trabajo” que hicieron y que los resultados espurios les viene valiendo un sorbete. Estos, ya cobraron su salarios y aguinaldos millonarios, en tanto el pueblo, éste que siga esperando, sentado, que los cuiden a la hora de ir a trabajar, a conseguir el alimento para llevar a sus mesas.
El pueblo puede esperar, ya qué. Finalmente, ya muchos políticos “quemados”, “chapuilnes”, “dinosaurios”, están más preocupados y ocupados por convencer a este pueblo para que voten por ellos en las elecciones venideras. Están ocupados dándose sus “baños de pueblo”, haciendo giras para “escuchar” las demandas sociales, tomándose fotos con abuelitos, con amas de casa, con personas necesitadas no sólo de seguridad, sino de trabajo, de obras, de servicios; al pueblo le seguirán dando “pan y circo”, aunque lamentablemente muchos aún creen en estos políticos cínicos y desvergonzados que buscan un escaño para seguir mamando de la ubre presupuestal.
Sí, ahorita, hasta los abrazan, los cobijan, les dan mejoralitos, cuando en los hechos necesitan todo un tratamiento. Ahorita se muestran “preocupados”, pero cuando alguno llegue a ganar, ni del pueblo se acordarán. Amargo Año Nuevo, amarga realidad. Aquí queda pues, esta reflexión social.
En tanto, el pueblo continuará siendo protagonista de la creciente ola violenta y delincuencial… amargo Año Nuevo, amarga realidad, para quienes en verdad se ching… para sacar adelantes a sus familias con el precario salario que perciben, si es que tienen la suerte de contar con un empleo para el siguiente año. Tiempo.

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