Destinado al fracaso

SIN CORTAPISAS

Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL

• * Destinado al fracaso, programa “Sin Multas” en Cuernavaca

• No obstante a que el objetivo es promover entre la población la educación vial, en los hechos los automovilistas creen que tienen “luz verde” para cometer todo tipo de infracciones
• Inadmisible su puesta en marcha en esta temporada, que es cuando mayor número de infracciones cometen los conductores

Cuernavaca, Morelos, México, 27 de noviembre de 2023.- El pasado 16 de noviembre del año que nos ocupa el ayuntamiento capitalino, presidido por alcalde José Luis Urióstegui Salgado, puso en marcha el programa “Sin Multas”, el cual tendrá una vigencia hasta el 31 de diciembre, bajo el falaz argumento de que se busca promover la educación vial entre los conductores y, lo más importante, conozcan el Reglamento de Tránsito y Vialidad.

Si bien es cierto, es motivador este tipo de acciones, también lo es que su implementación significó para los automovilistas tener “luz verde” para cometer toda clase de infracciones -salvo por hechos de tránsito y alcoholemia que sí ameritan multas- y cometerlas con dolo, ya que cuando son apercibidos vociferan, insultan y agreden a los policías de tránsito y vialidad, echándoles en cara que no los pueden infraccionar por la bendita campaña.

Ahí sí recuerdan sus “derechos” y campañas que les benefician, pero en lo absoluto trabajan en la educación vial que debieran tener y, principalmente, conocer lo que señala el Reglamento en la materia. Y no, no se defiende a los elementos de tránsito y vialidad que muchas veces han sido señalados de pedir “mordida” para dejar ir a los automovilistas que cometen una infracción o varias. Pero se debe ser honesto: para que exista corrupción, están dos partes de acuerdo en pactarla para evadir su responsabilidad.

Si los automovilistas, la gran mayoría, están hartos de que los “tránsitos” les “quiten” su dinero, ellos deberían ser lo primeros promotores en no decirles a los “viales” “¿cómo le pueden hacer?”, “que les hagan el paro”, “que les dispensen por esa ocasión la infracción”, extendiendo ellos mismos el dinero a los oficiales de tránsito y vialidad. Estas acciones son por todos conocidas y es una cotidianeidad ver tanto a los automovilistas como a los viales haciendo esas presuntas transacciones fraudulentas.

En el mejor de los casos aquellos automovilistas que se sientan agraviados, que estén seguros que la infracción es improcedente y se la aplicaron porque no cedieron, en todo caso, a las supuestas peticiones de “mordidas”, el reglamento de tránsito, sí, ese que deben conocer y que para eso se implementó la campaña, les señala los medios de impugnación que pueden interponer, concretamente el llamado Recurso de Inconformidad ante la autoridad de tránsito municipal que corresponda, cuando se vean afectados por actos emitidos por la autoridad vial, éstos establecidos en los artículos 89 al 94 del Reglamento de Tránsito y Vialidad vigente, y en caso de dicho Recurso resultara a su favor, se ordenará la devolución sin costo alguno del documento u objeto retenido que quedó en garantía de pago, siempre y cuando se trate de licencia o placa vehicular; tratándose de unidad detenida se realizará la devolución con o sin el pago de corralón, grúa, inventario y piso en atención al contenido de la resolución de la Autoridad competente. (Artículo 94).

Así pues, el hecho de que se invite a la población a ser corresponsable en el cumplimiento de los ordenamientos legales y reglamento de tránsito no está garantizado su éxito, por el contrario, se repite, los automovilistas gritan, insultan y vociferan que los “tránsito” no los pueden multar por la campaña “Sin Multas”.

El que se haya implementado en vísperas de las fiestas decembrinas, no fue la mejor decisión porque traerá más perjuicios que beneficios, peor aún, no habrá ingresos a las arcas municipales por el concepto de infracciones, pero bueno. Cabe recordar que dicha campaña fue impulsada por el regidor presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Tránsito, Jesús Rosales Puebla y fortalecida con propuestas de los regidores Adrián Martínez Terrazas, Paz Hernández Pardo, Debendrenath Salazar Solorio y la Sindica Municipal Verónica Atenco Pérez.

Ahora bien, debieran las autoridades mencionadas dar a conocer a la par el resultado pues, de la campaña de socialización del nuevo Reglamento de Tránsito, que, junto con la campaña “Sin Multas”, por unanimidad fue avalado por el Cabildo en sesión ordinaria, porque lo que es un hecho es que los automovilistas, muchos de ellos, ni siquiera mencionan o conocen el contenido del Reglamento en cuestión y siguen cometiendo las infracciones con dolo.

Habrá que recordar que el munícipe Urióstegui Salgado, puntualizó que, si bien generar conciencia colectiva llega a ser complicado, siguen confiando en las personas, ESPERANDO QUE EN ESTA OCASIÓN A PESAR DE QUE NO VAYAN A IMPONER MULTAS LA POBLACIÓN, VISITANTES Y TURISTAS REACCIONEN A LA SOLICITUD DE LOS ELEMENTOS DE POLICÍA VIAL DE ABSTENERSE DE TRANSGREDIR LA REGLAMENTACIÓN.

Así las cosas, habrá que recordarles a los automovilistas la importancia de respetar el Reglamento de Tránsito y que en verdad se creen una educación vial y conocimiento del ordenamiento legal, porque si siguen agrediendo a los uniformados, también están violentándolo, tal como lo señalan el artículo 23, que a la letra señala: “Para la circulación, se observarán las siguientes disposiciones:
VIII.- Se prohíbe a los conductores ofender, insultar o denigrar a los agentes o personal de apoyo vial en el desempeño de sus labores” (…). Puesto que, en todo caso, se harán acreedores a la infracción y/o multa que la ley en la materia señale.

Veremos pues en qué termina este programa que, se insiste, los automovilistas que sientan vulnerados sus derechos, a través de alguna infracción, acudan a las instancias correspondientes para su revisión, porque tampoco deben fomentar la corrupción. Y se reitera una vez, no se está a favor ni de los tránsitos ni de los automovilistas que violenten la ley en este periodo de “Sin Multas” porque no se puede defender lo indefendible. Tiempo.

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