27 abril, 2024

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

PREPARAN RITO MÍSTICO INDÍGENA PARA PRONOSTICAR Y PEDIR POR UN MEJOR TEMPORAL

Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL

Xoxocotla, Morelos, México, 25 de marzo de 2024.- Un ritual místico, ancestral y autóctono que finalmente superó la invasión española y persiste, se organiza nuevamente y como año con año, lugares indígenas como Alpuyeca y Xoxocotla, ya se preparan para visitar una cueva que se ubica entre la ribera del río Apatlaco y el Cerro de la Culebra (Coatepetl), a fin de realizar un ritual para conocer cómo viene el temporal de lluvias y pedir para que haya más precipitaciones y una mejor cosecha.
Será 40 días después del último día de la Semana Santa (domingo de ramos), cuando se realice dicho ritual como han continuado la tradición los “tiemperos”, destacó en entrevista Rosalba Lara González.
Entrevistada en su domicilio de la calle Constituyentes, la principal de acceso al centro del municipio autóctono de Xoxocotla, Rosalba Lara informó que son diversas personas involucradas, escogidas y respetadas de los pueblos, quienes tienen verdadero amor y respeto por el campo y por las costumbres ancestrales, quienes llevan a cabo el rito.
Comentó que hay los llamados “guardianes”, quienes son los que cuidan los “lugares sagrados” de los tres pueblos autóctonos vecinos, Alpuyeca, Atlacholoaya y el citado Xoxocotla, el caso de este último tiene como lugares sagrados a Coatepetl, Crustepetl, Cerro del Sapo, La Posa del Padre y Los Perros.
Recuerda que anteriormente los pueblos llevaban al cabo una reunión general para elegir al “guardián”, a quien entre otros requisitos, le exigían el ser originario y campesino, que le guste andar en el campo, que tenga compromiso y que respete las tradiciones.
Juan Lara Castillo, su padre, fue guardián de Coatepetl y estuvo 25 años como tal y heredó el cargo a Manuel Sierra González, pero hace aproximadamente tres años falleció y se quedó su hermano David y sus otros hermanos, Gaudencio y Gabriel, quienes son los actuales y son respetados.
El caso de Alpuyeca, por ejemplo, están como guardianes, Maurilio González Pantitlán, con dos más, quien con una comitiva vigilan los lugares sagrados de Alpuyeca y Xoxocotla, influyen en Coatepetl.
Lara González, comenta que hay dos pozos donde pronosticar como viene la temporada de lluvias.
A lo que le ha comentado su papá, otros “tiemperos”, tras un ritual en las cuevas, hay una persona que se mete a ellas y dentro revisa: “si hay mucha agua en el pozo, se augura que vendrá un temporal con mucha lluvia y a la inversa. Si el pozo presenta muchas raíces, es que se tendrá un buen temporal para la calabaza. Si el agua del pozo tiene mucha espuma es que dicho temporal vendrá con granizo y si presenta hojas o estaba ‘alborotada’ o sucia, habrá mucho viento”.
El ritual comprende en que previo a introducirse a la cueva, los “tiemperos” piden permisos, abren la cueva, entran, se instala una ofrenda con tamales, mole, chocolate, pan, cigarros, alcohol de caña, agua, veladoras, incienso, comida sin sal. A las 12 del día ya debe de estar la ofrenda. Dialogan los “tiemperos”, los tres, uno de cada pueblo, uno de ellos se mete a la cueva y regresa y les dice como viene el temporal.
También se hacen seis xochimamaxtlis (así se pronuncia en Xoxocotla y xochimamaxtle en otros lugares), es decir “ramilletes de flores” de Cempasúchil, hojas de limón, de sapote, carrizo y varas totoixtli. No invitan a mujeres.
Hay quienes llevan su ánfora para que los “temperos” las llenen del agua del interior de la cueva, para posteriormente dicho solicitante se la lleve y la sepulte en su terreno, a fin de que logre la humedad necesaria para todo el terreno y genere buena producción agrícola.
También llevan pollos u otros animales comestibles y ahí los sueltan, como un símbolo de donación a cambio de tener mayor abundancia de animales y semillas en el campo.
Luego se regresan a la casa de un representante al que le llaman “Regidor”, al que acuden los guardianes, para comer y descansar, para prepararse e ir a lo que llaman “la promesa” al punto conocido como “La Cruz del Encanto”, ahí mismo en Xoxocotla, ubicado en la colonia San Juanes, a donde van, dejan ofrenda e inician la “Danza de las Ramas”, elaboradas con ramas especiales de un arbusto llamado “amanehuatl”, misma que se conoce como planta de “cicua” en español, llenan un bule con agua y bailan hasta llegar a la parroquia de San Felipe y San José Obrero del mismo centro xoxocolteco. Entregan un bule lleno con el agua del pozo donde hicieron el ritual, al párroco porque la iglesia resguarda el “agua sagrada” y así, año con año se renueva el “agua sagrada”.

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