DÍA DE MUERTOS; DIFÍCIL DE PRESERVAR

SIN CORTAPISAS

Por PATRICIA CASTRO CEDILLO / MASEUAL

• Día de Muertos, tradición difícil de preservar

Cuernavaca, Morelos, México, 28 de octubre de 2022.- Día de Muertos, o también conocido como Día de los Fieles Difuntos, es una tradición milenaria que identifica a los mexicanos que honran a sus seres queridos y amigos que han trascendido el espacio terrenal, la cual, mayormente, da inicio el 28 de octubre y culmina el 2 de noviembre de cada año.

Y se precisa que es una tradición difícil de preservar y no precisamente porque las familias mexicanas sean apáticas o malinchistas, sino más bien, porque, en lo que respecta a este año 2022, los insumos, productos y todo aquello que se requiere para colocar las ofrendas, sus precios están por “las nubes”.

Durante un recorrido a diversos mercados y establecimientos comerciales, se pudo constatar que tan sólo las macetas de flor de cempasúchil sus precios oscilan entre los 30 y cuarenta pesos, los más pequeños; el incienso, una bolsita de apenas 5 gramos, 25 pesos, ni qué decir de las veladoras, cuyos precios son de alrededor de 30 y cuarenta pesos.

En tanto que el “pan de muerto”, las piezas que anteriormente costaban 7 pesos, ahora cuestan 15 pesos las de un tamaño mediano; en fin, sin dejar de contar el papel picado, los dulces de calabaza, tejocote, cañas, mandarinas, naranjas, entre otras, cuyo precios se triplicaron en comparación de años anteriores. Actualmente la mandarina por muy barata se está ofertando en 20 pesos el kilo y la naranja en 30 y hasta cuarenta pesos, aclarando pues, que es dependiendo el lugar al que acudan a comprar.

Así, una persona de la tercera edad entrevistada por este medio de comunicación, refirió que aunque la crisis ha “pegado” en los bolsillos de la población mexicana, en su caso, aunque sea de manera sencilla busca honrar a sus seres queridos fallecidos.

Subrayó que este año, por muy sencilla que pondrá su ofrenda, el costo ascenderá a al menos dos mil pesos, porque todo está “re´caro”, acotó al lamentar que el gobierno en todos sus niveles no trabajen en la generación de empleos, que no apoyen a los campesinos, floricultores, ganaderos y empresarios, engranajes claves para que los productos finales que ofertan, se consigan a un precio accesible.

Antecedentes

Época prehispánica

En esta época el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.

Día de Muertos en la visión indígena

Implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.

En esta celebración de Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia, sino a una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido.

Origen

Éste se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.

La celebración se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que ésta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.

Las festividades incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en apocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.

La tradición también indica que, para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer para que estas almas no se pierdan y lleguen a su destino.

Es importante destacar que, en la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban sus seres queridos. Lo anterior, puede consultarse a más detalle en el link: https://www.gob.mx/inafed/articulos/dia-de-muertos-tradicion-mexicana-que-trasciende-en-el-tiempo#:~:text=El%20D%C3%ADa%20de%20Muertos%20en,altares%20puestos%20en%20su%20honor

Día de Muertos, tradición mexicana que trasciende en el tiempoEn la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.www.gob.mx

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Así pues, como podemos constatar, los mexicanos, con o sin crisis, siempre buscan la manera de honrar a sus difuntos y en estas fechas sentir ese acercamiento con quienes amaron, teniendo la creencia que “los visitan” y es por eso que en los sitios donde se colocan sus altares, colocan sillas para por la tarde-noche sentarse y conversar con ellos, recordar anécdotas vividas, porque seguros están de que los escuchan y hasta se llevan la esencia de lo que se les ofrenda.

Por lo que no se duda que pese a lo difícil que pueda ser preservar esta tradición con el paso de los años, ésta se preservará y ni una familia mexicana dejará de honrar a sus fieles difuntos porque puede más ese amor, cariño, afecto y respeto que se les tiene, que lo duro que pueda ser la carestía por la que atraviesen los que aún vivos siguen. Tiempo.

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