20 mayo, 2024

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

LAS AMENAZAS SILENCIOSAS

Por ALEJANDRO CÁRDENAS SAN ANTONIO / MASEUAL


La salud pública en Guerrero, en duda

Acapulco, Guerrero, México, 20 de noviembre de 2023.- Guerrero tiene siete jurisdicciones sanitarias: Tierra Caliente, Norte, Centro, Montaña, Costa Grande, Costa Chica y Acapulco y después del huracán Otis, la Salud Pública en ese estado está siendo subordinada por la desigualdad de los factores sociales y económicos en las comunidades de bajos ingresos y poblaciones alejadas, sitios apartados están siendo vulnerables a las secuelas epidemiológicas debido a la deficiencia en la atención a la Salud y lo escaso de los recursos para recuperarse de los daños materiales causados por el huracán.

Los estragos no solo fueron meteorológicos, también fueron humanitarios por decreto; Protección Civil, el día 2 de noviembre de este año, en el Diario Oficial de la Federación, declaró zona de desastre 47 municipios de 81 que conforman el estado de Guerrero y al día siguiente, el 3 de noviembre, se dijo inexplicablemente, que solo fueron dos municipios: Acapulco y Coyuca de Benítez, aunque la pesadilla por los vientos de más de 270 kms/h fue semejante en los 45 municipios excluidos.

En esos lugares, igual que en Acapulco y Coyuca de Benítez, hay techos derruidos, bardas y árboles caídos, no hay luz, están sin agua potable, no hay servicio telefónico, hay animales muertos debajo de los escombros, los olores son fétidos, la basura está acumulada por doquier, las ratas, mosquitos y moscas son innumerables y las unidades médicas, son el tema con o sin huracán, porque constantemente reportan escases de medicamentos en los tres niveles de atención.

Un dato revelador: el pasado 17 de marzo, la directora general de los Servicios de Salud IMSS-Bienestar, la doctora Gisela Lara Saldaña, informaba que en el estado de Guerrero hay mil 66 unidades médicas que brindan atención a la población, de las cuales mil 24 son de Primer Nivel, 41 de Segundo Nivel y uno que está considerado como Tercer Nivel.

Se define nivel de atención, como una forma ordenada y estratificada de organizar los recursos para satisfacer las necesidades de la población y en ese sentido, se entiende que el primer nivel es el más cercano a la población, o sea; el nivel del primer contacto, atención básica, casos más frecuentes y se caracteriza por contar con establecimientos de baja complejidad como consultorios, policlínicas, centros de salud, etc. y ahí, se resuelve aproximadamente el 85% de los problemas prevalentes.

Así que en los 81 municipios de Guerrero hay mil 24 centros de salud de Primer Nivel y la pregunta es: ¿cuántos de los mil 24 centros de salud de Primer Nivel funcionan hoy en los 45 municipios excluidos? (se asegura que ahí se resuelve el 85% de los problemas prevalentes ¿en este momento, será cierto?)

En esos 45 municipios excluidos hay exceso de basura y desperdicios, la amenaza silenciosa son las infecciones gastrointestinales por las bacterias, parásitos y virus que dan lugar a enfermedades como salmonelosis, cólera, hepatitis A, la gastroenteritis y la disentería. Por otra parte; si se quema esa basura, aquello libera sustancias tóxicas y partículas en el aire que causan asma, bronquitis, enfisema e infecciones pulmonares.

No hay que olvidar las enfermedades transmitidas por vectores, todos esos desechos acumulados son un entorno propicio para la proliferación de insectos y roedores, que transmiten dengue, cólera, fiebre amarilla, malaria, leptospirosis y la enfermedad de Lyme.

No se omiten las intoxicaciones por productos químicos presentes en esas montañas de desechos, como productos de limpieza, pesticidas y objetos de plástico que contaminan el suelo, el agua y el aire, lo que produce intoxicación por plomo o la exposición a sustancias cancerígenas.

Otra amenaza silenciosa son las enfermedades dermatológicas como irritación, inflamación e infecciones en la piel por dermatitis, micosis y celulitis.

Y entre otros problemas de salud pública -poco tomados en cuenta, pero reales- están los problemas de salud mental, pues un huracán provoca un alto nivel de estrés y se refleja en violencia intrafamiliar, ansiedad por la pérdida de hogares y pertenencias, separación y pérdida de familiares y amigos, por la falta de servicios básicos y la incertidumbre sobre el futuro, principalmente fuentes de trabajo.

La depresión, los trastornos de estrés postraumático y en casos extremos, el suicidio, son consecuentes y muy lógicos.

La directora general de los Servicios de Salud IMSS-Bienestar, la doctora Gisela Lara Saldaña, hace un par de días declaró triunfante que en Acapulco y Coyuca de Benítez, ya estaban restablecidos los servicios de salud al 100%, pero, no mencionó qué sucede en aquellos municipios omitidos por el Diario Oficial de la Federación, -no se puede tapar el Sol con un dedo y menos ocultar los estragos de un huracán, categoría 5- allá en esos lugares olvidados por lo alejado, también hay severos problemas sanitarios debido a un fenómeno hidrometeorológico atípico.

En Guerrero, pues, -como se mira y no se quiere ver-, ya palpitan las amenazas silenciosas.

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