20 mayo, 2024

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN MORELOS

SIN APOYO GUBERNAMENTAL, DOCENTES Y ALUMNOS LLEGAN AL “V ENCUENTRO DE SOBERANÍA ALIMENTARIA”

Por HUGO BARBERI RICO / MASEUAL

Ya tres generaciones de alumnos de secundaria formados con una conciencia de independencia y soberanía alimentaria
En la primera secundaria agroecológica del país, ubicada en Jojutla, se producen tenebrios, plantas y animales con el plan de la citada soberanía
Ni autoridad, ni representación popular alguna se ha interesado por impulsar esta bandera en tiempos donde se anuncian crisis

Jojutla, Morelos, México, 6 de marzo de 2024.- Pese a que se auguran posibles crisis mundiales alimentarias y del agua, ni representantes populares, ni autoridades han hecho suya la bandera de la soberanía alimentaria, situación que sí fue posible en una institución, la primera escuela agroalimentaria del país, la técnica número 34 de la Unidad Morelos de este muncipio, donde se anunció un quinto encuentro de soberanía alimentaria para este mes.
Se trata de construir en los alumnos una independencia y soberanía alimentaria, base principal de la que ya se formaron las primeras tres generaciones de adolescentes que ya se graduaron de esta institución, señaló el director de la citada institución, Antonio Real Hernández, al dar a conocer la edición 5 del “Encuentro de Soberanía Alimentaria”, para realizarse el próximo 22 de los corrientes en la misma secundaria.


“Promover el conocimiento, la valoración y la aplicación de las biotecnologías agroecológicas que permitan empezar a construir la soberanía alimentaria, con los recursos propios del ecosistema de la selva baja caducifolia, entre los estudiantes de todos los niveles educativos y el público en general de la región sur del estado de Morelos”, se insiste en el objetivo, además de que el mismo directivo afirma que se han logrado importantes resultados y el ejemplo es la misma escuela donde siembran nopales, producen gusanos comestibles (tenebrios), miel y sus derivados, compostas y lombricompostas, moringa, peces comestibles, etc.
Real Hernández, médico veterinario zootecnista de profesión, comentó que la novedad que ahora presentarán será un paqute de biotecnologías alternativas “para empezar a construir la soberanía alimentaria desde el nivel doméstico al nivel comunitario” con la recuperación de formas tradicionales de producir comida, desde el patio de una vivienda. Son siete biotecnologías que empiezan con la entomocultura de insectos útiles, añade con la explicación el director que innovó con esto a nivel nacional.
En más tecnologías que se presentarán al público en general, están “la agricultura regenerativa para hacer más productivo el suelo; el cultivo de cactaceas que requieren muy poca cantidad de agua y soportan temperaturas ambientales muy elevadas; la deshidratación solar de alimentos para aprovechar los mismos, las verduras y su aprovechamiento cuando hay una sobreproducción que están a precios bajos, conservarlos; la elaboración de alimentos balanceados para aves y peces, en vez de comprarlos a precios prohibitivos, se pueden producir a nivel de la casa; la revalorización de los residuos orgánicos, todo aquello que se desperdicia en la casa, de comida, verduras, frutas, que se vuelve un problema cuando se fermentan y entran en descomposición que se pueden convertir en un abono orgánico o, incluso, alimento para algunos animales y finalmente la zootecnia de especies no convencionales, como el tejón, la iguana negra, venados; recuperar la crianza masiva de guajolotes que son especies muy bien adaptadas a este clima, al alimento que existe en forma natural”.
Expresó que la razón de presentar estas alternativas parece simple, sin embargo, “cuando analizamos el contexto comunitario nos hemos dado cuenta como ha avanzado la urbanización sobre lo que eran terrenos agrícolas, cómo la voracidad de la urbanización ha ido desapareciendo los arrozales, los maizales y las áreas de pastoreo, como los productores agropecuarios cada vez están más alejados de los núcleos de población y el cambio de patrón de consumo de alimentos cotidianos, lo tradicional, han sido sustituidos por la penetración cultural, el aumento de la edad, en las personas que se dedican a la producción agropecuaria, hoy en día hay un envejecimiento de la población que se dedica a la población agropecuaria y las sequías que cada vez son más violentas, más alargadas, esa es la razón por la que estamos proponiendo un paquete diferente”.
Aseguró que han tenido logros “muy productivos”, pero no en términos económicos, porque la agroecología, precisó, no está diseñada para vender, sino para asegurar la alimentación saludable.
Asociaciones civiles e instituciones, como el Centro Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi), Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), visitan la escuela y han atestiguado la propuesta que se alinea con una mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con lo que organizaciones no gubernamentales como la vía campesina que plantean la soberanía alimentaria como un derecho de la humanidad, de comer sanamente, de producir lo que se coma en el lugar donde se produce.
Aseguró que las acciones realizadas en materia de preparación de los alumnos para generar sus propios alimentos y sus propios insumos de producción, de hecho, en la escuela se quedan con la producción, aunque a veces, de acuerdo a lo que cuenta el director, también invierten, por ejemplo en la compra de semillas, ingredientes como el gas para guisar, ya que a veces no todo lo resuelve la leña.
“Hemos tenido bastantes logros reconocidos por asociaciones civiles”, expresó contento el director de la escuela y principal impulsor de la iniciativa agroecológica.
El objetivo que tienen que cumplir los alumnos es que “se apropien de las nuevas tecnologías”, que las conozcan, que las apliquen para empezar a producir alimentos a nivel doméstico, a cambiar las pautas de consumo “de solo comprar y comprar alimentos que ni siquiera son alimentos, sino sustancias ultraprocesadas, embasadas llamativamente, contrariamente de lo que se puede producir en casa, como chocolate, pinole, garapiñados, panes, tarugos, mermeladas, néctares, salsas, ese es el principal objetivo… que los alumnos vayan cambiando su conducta social de no ser solamente consumidores, sino productores y en ese cambio modificar sus pautas de consumo de alimentos”, añadió el director.
En la organización del evento están involucradas las 34 personas que trabajan en esa institución escolar de nivel medio básico y en otros eventos han logrado la presencia de organizaciones sociales, de municipios indígenas, de instituciones que presentan alternativas tecnológicas de energías limpias, sin embargo, “desafortunadamente no hay autoridades, representantes populares que se hayan preocupado por impulsar este proyecto agroecológico, no hay nadie que haya tomado como bandera la agroecología en el nivel de la educación, no hay esa respuesta, esa visión para proyectar lo que nosotros hacemos y justamente una de las razones de seguir adelante en estos encuentros, es seguir fomentando, provocando a la sociedad civil, a las autoridades, de buscar quién tome como suya esta propuesta y la tome; no por beneficio de la escuela o de nosotros, sino porque estamos al borde de una crisis alimentaria, de agua, de clima y nosotros estamos soportando mucho para poder enfrentar ese tipo de crisis, pero aun no hemos logrado impactar a alguien que tome de la mano esta propuesta…”
Comentó que en pláticas con los padres de familia comentan la necesidad de expandir la conciencia en los adolescentes, pero no desde el punto de vista metafísico o esotérico, sino a través de las experiencias vivas en el espacio donde existen, “en el momento mismo de tu vida que estás experimentando que cambie tu visión del mundo”, es decir, que el alumno cuando prepara el suelo con una lombricomposta, con un cultivo de bacterias benéficas, siembra las semillas, las ve brotar, crecer, las cuida y finalmente cosecha nopal, ejote, cilantro y lo consume, está viviendo una experiencia, un aprendizaje donde logra enlazar la escuela con su vida, lo que aprende con su propia existencia, “eso es pera nosotros expandir la conciencia, ver más allá del momento” y recordó que el pasado lunes, una piterapista y les enseñó a hacer muchas cosas, con propóleo, hierbas, con miel, polen y les decía que pueden hacerlo y venderlo porque hoy la gente necesita medicinas naturales. Eso es expandir la conciencia, el preparar alimentos deshidratados y tenerlos a la mano durante mucho tiempo, es expandir la conciencia a tiempo futuro”.
Finalmente, al preguntarle qué y cuánto se ha producido, el director recordó que la agroecología no está diseñada para ganar dinero, sino para construir la soberanía alimentaria, que es un derecho de los países, las comunidades, los individuos, a darse una alimentación adecuada, oportuna, sana, de calidad, conforme a sus gustos, necesidades, de acuerdo a su modo de vida, de prácticas culturales, un derecho para decidir qué, cómo y cuándo producir y consumir los alimentos, según lo establece la organización “vía campesina” que es un movimineto campesino internacional, “solo se trata de que los alumnos se vayan acercando, subsanando esa ruptura que se tiene de las formas tradicionales comunitarias de producción, preparación y consumo de alimentos, lo que se produce, como el huerto de nopal que ya está produciento en la escuela los alumnos lo preparan en ensalada, algunos guisos deshidratados, y ya más adelante irán intentando hacer mermeladas, escabeches… recientemente se cosechó tilapia y los alumnos pagaron el costo de producción, porque finalmente tenemos que invertir en alimentos y guisaron en la escuela sus mojarras y se las comieron, lo pueden constatar en nuestra página de facebook… esta quinta edición está enfocada a presentar ese paquete sustentado en biotecnologías probadas, bien documentadas que, desafortunadamente, no se han trabajado en México, no se les ha impulsado y que no requieren una gran inversión económica, ni de infraestructura, solamente empezar a hacerlo y eso es lo que intentaremos, demostrar que desde la casa se puede producir comida, reciclar nutrientes, cambiar hábitos de consumo y finalmente alcanzar la salud”.

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